Cecilia, la restauradora de Borja, dará las uvas el 30
En el programa Lágrimas en la lluvia, ayer tarde, se habló del neorruralismo, es decir la vuelta de las personas al mundo rural para paliar la crisis económica y reencontrarse con las fuentes primigenias de la familia, la cultura y la naturaleza.
En un pueblo como Borja, durante el pasado verano, una vecina de nombre Cecilia, saltó a las páginas de los grandes medios de comunicación. Su hazaña: confeccionar una restauración de Eche Homo, pintado en la pared del santuario del pueblo.
Tras aquel acontecimiento, se registró la marca Ecce Homo, que se encuentra en todo tipo de recuerdos comerciales y turísticos. Ahora Cecilia Giménez dará las uvas el día 30 de diciembre en el canal Neox, de la plataforma de Antena 3 TV.
El programa ya está grabado. El abogado de la familia Antonio Vall-Carreres es el que lleva la representación contractual de Cecilia, quien no pisa el santuario desde los acontecimientos del verano pasado.
Cuando pasa por delante de la iglesia no accede al interior, sin embargo, desde el exterior parece que sus bolsillos se están engordando con todo el asunto de los recuerdos de la restauración del Ecce Homo.
Sea lo que fuere, la noticia de su participación en el programa de las uvas, o pre uvas, como se llaman en ese canal televisivo, pues la emisión es el día 30, ha desplazado a personas más jóvenes y con mayor fama de ser presentadores de un acontecimiento tan especial como preparar a los espectadores a que lleguen a la Nochevieja del día siguiente.
¿Tiene el mundo rural un encanto especial que produce estas mudanzas y famas?
Creo que no. Los tiros no van por aquí. La suerte de Cecilia la ha tenido una sola persona y en una circunstancia muy singular al actuar sobre una imagen pintada en la pared de la forma que resultó.
Lo realmente cierto es que los medios de comunicación y las redes sociales subieron a Cecilia a un pedestal tan alto al que pocos habían llegado. Aquí está la fuerza de la noticia: para lo positivo o lo negativo son los medios informativos quienes levantan o entierran, quienes ensalzan o hunden. La suposición de que eso lo amamanta el mundo rural es vivir en el bucolismo rousoniano.
La noche del 30 próximo veré el programa del canal Neox, por varios motivos, uno será ver cómo se desenvuelve ante las cámaras la protagonista Cecilia, después de haberla contemplado, llena de miedo, cuando por los días de agosto, los periodistas la metieron en la cama con un ataque de ansiedad que a su edad no es nada bueno.
Tomás de la Torre Lendínez
8 comentarios
Pena por Cecilia,por el santuario, por las burlas,la mala actuación del párroco,dejando hacer y por los cuervos que aparecen en todas estas situaciones,no dejando aparte lo indecoroso de la situación con respecto a la pintura y su estado.
Ahora,allí,en una población sencilla,como es Borja,todo huele un poco mal,don Tomás. Yo no lo veré,al menos voluntariamente...
Un abrazo.
Los mas encantados con el suceso son infaliblemente anticatolicos.
Por cierto, que si en vez de "restaurarlo", hubiera cogido una espatula y un buen cubo de pintura blanca para tapar la imagen, no nos habriamos enterado ninguno del suceso... o casi ninguno.
¡Mundo sensacionalista descarriado ¡.
Sin embargo, si esta senilidad existe o no existe, me parece del todo improcedente el poner a esta señora delante de las cámaras, para celebrar un acontecimiento que celebran muchas familias en sus casas, para da la llegada al nuevo año. Creo que el directivo al que se le ocurrió la idea de traerla para emitir las campanadas, debería moderar su consumo de ciertas sustancias. O a lo mejor es que aspira a ser llamado a Tele 5 y a cobrar un sueldo mucho mejor que el que cobra como directivo de Antena 3. Peor es el caso de los familiares de la tal Cecilia, que deberían haber impedido que ésta pueda ser usada como un mono de feria. Y siento tener que ser tan duro en mis palabras, pero es que mucha explicación no tiene el tema. Y otros méritos para estar delante de la cámara no le veo.
Por lo demás, digo lo mismo que he dicho en otros sitios: al menos en el tema de la imaginería religiosa, la gente sigue guardando un escrupuloso respeto sobre la creación y restauración de estas imágenes, y si se restaura una imagen, se espera a que venga un especialista, cueste lo que cueste. No así con la música que se pone en los templos, en los cuales varias decenas de miles "Cecilias" y "Cecilios", se encargan de omitir en las celebraciones dominicales de la mejor música religiosa de todos los tiempos, y se empeñan en dar cabida a otros autores modernos... de manera tan caricaturesca o más, que la que nos proporcionó este verano la tal Cecilia con sus pinceles.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.