La crisis del diario El País
Confieso que, desde su nacimiento, he sido un lector ocasional del diario El País. Siempre iba a él si alguien de confianza me aconsejaba leer tal artículo, reportaje, o editorial. Nada más.
Sin embargo, el peso de la empresa sí lo tuve que soportar en mis espaldas, cuando en el año 1992, me pusieron de patitas en la calle de la emisora Radio Guadalquivir, del grupo de Antena 3, donde dirigía gratis un programa religioso de 15 minutos, cuando ésta cadena fue adquirida por el señor Polanco, para cerrarla y sumarla a la cadena Ser. Era un capítulo de lo que se llamó el “antenicidio”.
Desde el sábado por la tarde se puso en marcha un expediente de regulación de empleo en el diario El País, fruto del cual 129 periodistas han ido a la calle, aplicando la legislación de la reforma laboral aprobada por el gobierno del partido popular, que tantos editoriales del rotativo ha merecido sus críticas.
Las formas del despido han sido realmente denigrantes: por correo electrónico.
Las personas afectadas llevaban muchos años en la empresa.
¿Cuál es mi opinión de todo esto?
Los imperios del monopolio, como los señaló José María García, duran un tiempo y un espacio. Mientras vive el fundador la empresa fue subiendo como la espuma, su entrada en el campo editorial con Santillana, su ingreso en la televisión de pago fue un traje hecho a medida, la exclusividad de las emisiones deportivas futboleras, la expansión por tierras de Hispanoamérica, llevó al grupo Prisa a titularse “global”.
La ideología empresarial siempre ha sido contraria al pensamiento de la Iglesia Católica de modo expreso o larvado. Han tenido obsesión con los diversos presidentes de la Conferencia Episcopal Española y con los Papas sucesivos.
La militancia política empresarial pegó una revolaina estrafalaria, cuando el zapaterismo, desde el primer día, optó por crear su propio grupo de comunicación haciéndole competencia a la entidad corporativa de Prisa. Aquí empezó la caída del rotativo El País, buque insignia de toda la progresía durante largos años.
Más tarde, la crisis económica de la prensa de papel, la muerte de Polanco, los movimientos monetarios con empresas americanas, la presencia del consejero delegado forrado con el vil metal, llevaron al rotativo a dar bandazos encontrándose con un enorme bloque de hielo como el Titanic y comenzando a aligerar peso de personal con el actual expediente de regulación de empleo.
Sinceramente, no me alegro de que salten por la borda por un frío correo electrónico tantas personas y pasen a una situación laboral difícil y con negro futuro.
Porque, es cierto, el resto de departamentos del monopolio no están tan bajo cero en el campo económico. La televisión de pago crece, la editorial Santillana se mantiene, la cadena Ser da pasos cortos, por lo tanto espero que no veamos el hundimiento de todo el imperio que un día fundara el conocido como don Jesús del gran poder.
Las empresas de la competencia, de modo especial los diarios El Mundo, ABC, La Razón, ayer tenían una losa de mármol mortuoria callando como difuntos la noticia de la situación laboral del rotativo de Prisa.
Pensando bien, como es lógico en un cristiano y sacerdote, a lo mejor esta crisis del diario El País, le fortalece, le madura y le lleva a quitarse de encima esa postura laicista y de animadversión hacia la Iglesia Católica que hasta ahora ha patroneado de modo abierto y descarado.
Claro que para esto ruego a Dios que me aumente la fe, porque ahora mismo no me lo creo.
Para saber más hagan clic aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
16 comentarios
La deriva de ese diario de la mañana ha sido de todo menos noble.
Y con Janli Cebrián al frente tras la muerte de Polanco,el caporal del grupo,la deriva ha sido de todo menos edificante.
Lo siento por los trabajadores,pero si ese medio desaparece,no lo sentiré.
Un abrazo.
Pues yo no lo siento ni por los trabajadores. Ellos han colaborado con un "Pravda" que, aún hoy, es usado como demoníaca herramienta para arremeter contra la ICAR. No entiendo, cómo vd. ha podido leer ni siquiera una coma de esa vomotiva máquina de adoctrinamiento del mal. Como vd. me decía a mi, a propósito de la masonería, y así lo pensé, este BOE del progresismo, es la herramienta que el maligno utiliza en España para perseguir a la ICAR. Así que no lo siento por los que han colaborado, con sus noticias, sus redacciones e incluso sus silencios.
Saludos
La culpa de los despidos en 'El País' ¡es de los neoliberales!
http://blogs.periodistadigital.com/bokabulario.php/2012/11/12/p324359#more324359
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Muchas gracias, amigo Pedro.
Tomás de la Torre
Ahora bien, no me da ni la más mínima pena que el diario en sí esté tocado. Ellos valorarán si la codicia está por encima de los "valores" progresistas que dicen defender (su presidente, J.L.Cebrián cobra 13 millones de euros al año: ya le vale). En el pecado está la penitencia. Si desaparece ese compendio de continuos ataques a la Iglesia, mejor. Ni un bocadillo envolvería yo con sus hojas que no valen para nada. Que siga la senda del diario Público, que ya no saca edición impresa.
1) Zapatero y la creación de su propio grupo mediático (pero ¿por qué lo hizo? ¿porque quizás estaba el felipismo entre los prisaicos?
2) La crisis económica global
3) La crisis de los medios de papel con internet
4) La crisis política de la izquierda
5) Directivos con altísimos sueldos (Cebrián, 13 millones, según David, equivalentes a 13 millones de diarios EL PAIS, unos 40 días de ventas)
6) Negocios que parecen fallidos en Hispanoamérica
Los trabajadores trabajan en lo que pueden y como pueden. Es inhumano trabajar así, pero así se trabaja. Is inhumana la situación de desempleo. Y es inhumano que un católico diga que no siente que alguien vaya al paro.
Los despidos de los periodistas de El País, son una infinitésima parte de los 6 millones de desempleados de este país. Si tuviera que sentir lástima por los parados, los de El País estarían los últimos. Que el foco de la actualidad esté ahí, no significa que yo pondere mejor esos trabajadores que los del sector agrícola, por poner un ejemplo.
Y lo que no me cabe la menor duda que ellos han colaborado durante muchos años a PONER PALOS EN LAS RUEDAS A LA SIEMBRA DEL EVANGELIO EN ESPAÑA. Desde el portero hasta el del fotolito. En pleno siglo XXI, dicen que en la era de la información, cada uno ya sabemos qué hace nuestra empresa y contra quien va, y esos periodistas prefirieron vivir de una diabólica máquina de difamar a nuestra madre la ICAR, llamada El País.
Saludos
A mi me dan más pena los perseguidos de este engendro, que fueron linchados, calumniados, destruidos social y profesionalmente mediante auténticas campañas destructivas. Y peor todavía es lo que ha calado la siembra del veneno del enfrentamiento y la división entre todos los españoles. El día que este grupo desaparezca habrá que entonar un Te Deum, por lo menos; y sino que cambien y se conviertan.
A veces,al ver casos personales, se te van de la cabeza ciertas ideas.
No, Yolanda no suekle faltar en los temas que le parecen convenuiente no faltar.
Lo de "lugar destacado" es tu subjetivísima percepción. Estoy exactamente igual que los demás. Es tu mirada la que me destaca. Para referirse a mí diga "ella", por supuesto.
Y que "los dramas de los progres le den risa" ya le dibuja muy claramente la catadura; y que le den más pena las víctimas del engendro no tiene absolutamente nada que ver con la pena que puedan darle los despedidos de su trabajo.
No sé quién siembra más veneno, la verdad. Misael o usted, o El país.
Ustedes no tienen mucha idea de en qué condiciones trabaja la gente. Pero el trabajador del que habla César fuentes, y los otros ciento y pico, y los 6 millones restantes, trabajan donde pueden y como pueden. Y no tienen ni la menor responsabilidad en las maldades de Jesús Polanco o de Juan Luis Cebrián.
Pero uatedes jerarquizan las "penas". Dan miedo. Y luego hablan de sembrar divisón y odio en España. Van a la par ustedes y Juan Luis Cebrián.
Es típico en la progresía montar la guerra civil y luego hacerse el agraviado. El País y su grupo mediático no cesa de atacar a la ICAR, de presentar a nuestra madre la ICAR y sus servidores como criminales: eso es un hecho. Pero produce gracia que vd. diga que los que denunciamos esos hechos palmarios seamos acusados, en este caso por vd., de sembrar veneno: típicamente progre: acusar, sin razón, de aquello que me acusan, con razón.
Las condiciones en que trabaja la gente: ¡ Pues va a resultar que los del El País son los que han inventado el trabajo ! ¡ Venga ya hombre !
Ale !
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