Con alumnos alemanes en Granada, luces y sombras
Dale limosna, mujer,
que no hay en la vida nada
como la pena de ser
ciego en Granada.
(Francisco de Icaza-Poeta Mexicano)
Ayer permanecí en la ciudad de los cármenes, acompañando a un grupo de alumnos de intercambio entre un instituto alemán y el que imparto Religión Católica.
Han venido, con profesoras propias, a cumplir con la semana que el curso pasado estuvieron los españoles en su ciudad alemana cercana a Tréveris.
Visitamos, entre una cortina de lluvia otoñal y un clima con una temperatura benigna, la capital de Granada. Entre sus variados monumentos dedicamos el tiempo a los siguientes:
Por la mañana estuvimos visitando la Abadía del Sacromonte, donde pudimos conocer el rico patrimonio artístico y cultural que conserva el recinto sacromontono que cumple cuatrocientos años de su fundación.
Por la tarde dedicamos el tiempo a conocer el conjunto de la Alhambra, el Generalife y Alcazaba, donde se encuentra grabado en piedra el poema de inicio firmado por Icaza.
La Alhambra tiene el alto honor de ser el monumento más visitado de toda Andalucía a lo largo del año. Pero el peor señalizado en todo el conjunto monumental, tanto en su interior como exterior.
Los alumnos alemanes asistieron con atención a las explicaciones que dábamos a lo largo de la visita. El poco español que conocen les permite captar lo esencial que luego era completado con sus profesoras nativas en lengua alemana.
Un asunto importante es la masificación de visitantes que nos juntamos a la vez molestándose unos a otros con voces y gritos, y con la siguiente contaminación de todos los palacios nazaríes que se muestra y se nota de forma palpable. Todo esto teniendo en cuenta que teníamos adquiridas las entradas desde hacía más treinta días, que al ser para escolares y profesores fue totalmente gratis.
Un dato a tener muy en cuenta es la abundancia de flashes que salían de los numerosos teléfonos móviles, algo que lógicamente molestaba la vista y nunca es recomendable para unos muros tan venerables como los alhambreños, que en alguna parte están muy necesitados de una restauración precisa y minuciosa.
Acabo como empecé. Es una gran experiencia conocer a estos alumnos y profesores alemanes. A veces, a lo largo del día, pensé en el poema de Icaza, pero dándole otro sentido:
Es conveniente ser ciego en Granada para no ver los flashes de los móviles.
Es conveniente ser ciego en Granada para no ver los desconchones de muchas paredes del Generalife y de los palacios nazaries.
Es conveniente ser sordo en Granada para no oír las voces, los chiflidos y comentarios de unos visitantes numerosos sin necesidad. El número debe limitarse cuanto antes.
Es conveniente que miremos mejor por nuestro patrimonio artístico universal, así me lo fueron indicados las profesoras y los alumnos alemanes.
Les contesté que si el conjunto alhambreño estuviera en Alemania el mantenimiento sería más reglamentado, el orden reinaría entre los visitantes y todo sería mucho mejor.
Pero, estamos en España, en Andalucía y en Granada donde todo es posible.
Tomás de la Torre Lendínez
5 comentarios
Un abrazo.
Desgraciadamente en España, los niños, no sólo pueden cantar y saltar y hablar contentos por las calles, sino que pueden brincar, grita, empujar, corretear y comportarse como criaturas silvestres en cualquier sitio sin que sus papás se inmuten. Y pobre del que les llame la atención. Tener hijos es una tarea que continúa después del parto. Tener hijos es un compromiso tan fuerte y tan duro que no se debe esperar que los demás carguen con parte de ese compromiso. Tener hijos es generoso si uno carga con las responsabilidades al 100%. No se pueden llevar tropecientos niños cimarrones a la Alhambra (ni a ningún otro sitio civilizado) y soltarlos esperando que los demás los miren diciendo "qué ricos". Eso no molesta sólo a "los viejos" que, por cierto, tienen derecho a nos ser molestado, más que nadie, precisamente en razón de su provecta edad.
Por desgracia, en demasiadas ocasiones Dios da mocos a quien no sabe sonarse.
Así que seamos serios: más libertad que en España no hay en ningún sitio. Ironia Off.
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