Cura zaherido y ofendido por “matar un gato”
En la vida nadie se extraña de nada, a no ser que venga de estar viviendo aislado en el interior de una selva virgen sin ningún medio de comunicación social.
El anticlericalismo, el antieclesialismo y el anticristianismo son situaciones que se han dado desde el nacimiento de la Iglesia Católica. Las persecuciones del Imperio Romano contra los cristianos fue el comienzo. Hasta hoy han ocurrido muchos casos de persecución por odio a la fe y a las personas que la representan.
Ahora acaban de zaherir y ofender a un sacerdote en la ciudad de Lima, acusándolo de matar un gato. Así tal cual. Lo puede ver en los 3,57 minutos en el siguiente vídeo:
Los promotores de toda esta ofensa persecutoria verbalmente violenta son los “animalistas defensores de los animales”.
Son los mismos que están en contra de las corridas de toros en Cataluña y en San Sebastián, donde los miembros del partido político Bildu han anunciado que la plaza de toros la convertirán en un centro deportivo y de ocio.
¡Cuan lejos están estos “amigos de los animales” de San Francisco de Asís, el primer defensor de la naturaleza¡
Tendremos que estar preparados para todas las persecuciones que nos vengan. Si Cristo padeció tanto, sus discípulos no somos menos que el Maestro.
Para saber más hagan clic aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
11 comentarios
Un saludo, don Tomás.
Y como no, seguro que serán proabortistas.
Ven pronto Señor.
Pero, vamos a ver, señores pro- minino: de toda la vida, los gatos se han subido a los tejados, han saltado de ellos hasta el suelo y no les ha pasado nada. Yo vivo en un primer piso de un edificio de tres plantas y, hace poco tiempo, se cayó o se arrojó una gata desde un tercer piso, hasta el patio de luces; poco después, bajaron unas chicas a mi casa a recogerla. La gata estaba tan pancha, sin síntomas de haber sufrido el más mínimo rasguño.
Y luego está el hecho de que a estos ultra animalistas parece importales muy poco las molestias que puedan ocasionar los animales a las personas, verbigracia, el mal olor de sus excrementos (sobre todo, si hay sobre población.)
Y a mí no me gusta que se maltrate a los animales, pero algo habrá que hacer. Digo yo.
Que me perdone a mí también, no por la justa indignación que tengo, pero por el ´escarmiento´ que yo les daría con tanto gusto. Peor se ha de poner.
Resulta que la iglesia da a una plaza grande que se llama "parque Kennedy", un lugar con hoteles, restaurantes, y albergues de mochileros y por eso, con gran afluencia de turistas norteamericanos y europeos. EL lugar ha sido invadido por los gatos, como más de 50 seguro. El resultado es que los malos olores, la insalubridad, la pésima imagen que se da a los turistas con felinos hambrientos que se suben por todas partes, ha llevado al vecindario a protestar al alcalde y a no ver con buenos ojos semejante invasión. Los animales se meten en la iglesia, hacen presencia incluso en el altar o sobre las imágenes del retablo, al calor de las bombillas y se pasean como Pedro por su casa entre las bancas.
Hace unos meses alguien desconocido, harto de la situación, se tomó la justicia por su mano y puso veneno en la comida de los gatos. Como consecuencia, algunos murieron. Ahora, un grupo de furiosos ecologistas radicales la ha tomado, no sé por qué, con el párroco, porque están seguros de que él fue el responsable. Gritan a la puerta de la iglesia, es insoportable ir a misa y escuchar llamar "asesinos" a los que están en misa a grito pelado. Como somos civilizados no los mandamos a hacer puñetas, que es lo que pide el cuerpo. Si quieren protestar, que lo hagan, pero sin acusar a nadie sin pruebas y además de esa manera tan hiriente y chusca.
Yo soy español, pero vivo en Lima.
Que vengan a España de emigrantes y les daremos gato por liebre...ja,ja,ja.
Un abrazo,don Tomás.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.