Tras lo de Borja, les invito a un acertijo
Después de los acontecimientos en torno al Ecce Homo de Borja, llega la calma y cierto sentido común. Dos restauradoras han visitado la iglesia, han tomado muestras de la imagen, han hablado con Cecilia sobre los productos usados, han anunciado que los análisis correspondientes serán los que dicten el camino a seguir.
El consistorio de Borja para eliminar el mercantilismo, el pitorreo y otros asuntos, en torno al tema, quiere registrar la marca eccehomo. Es una medida un tanto rara, pero si sirve para cortar infamias contra la imagen, bienvenida sea.
Nunca pudo sospechar Poncio Pilato, que sus palabras cuando presentó a Cristo al pueblo vociferante exigiendo la muerte del Mesías: Ecce Homo, pasarían a ser marca registrada en una sociedad consumista del siglo XXI. Vivir para ver y para leer.
He escrito leer, porque durante estos días he leído todas las crónicas, opiniones, artículos sobre Borja que han caído en mis manos. Uno de ellos es el más sesudo y figurativo que he encontrado.
Lo voy a colgar ahora mismo. No pondré ni firma de su autor, ni fecha, ni el medio donde está publicado. Invito a los amigos lectores a que lo averigüen y lo digan en sus comentarios. Sí dejaré una pista. El texto es el siguiente:
“Cecilia Giménez es una octogenaria, feligresa de la iglesia de Borja, que un buen día vio cómo el “Ecce Homo” de la parroquia estaba absolutamente deteriorado. Ni corta ni perezosa, y al ver cómo nadie hacia nada por evitarlo, se puso manos a la obra y, pincel en mano, y ante la vista de todos, hizo su propia “restauración". Una “chapuza” en toda regla. De buenas intenciones está el infierno lleno, que dicen (aunque ahora quieran llevar a los tribunales a la buena señora).
El calor de agosto ha hecho que la buena mujer se haya convertido en toda una celebridad, y su “obra de arte” protagonista de chanzas de todo tipo. Y en todo el mundo. Hemos visto al Cristo como Chewaka, Paquirrín, Don Pimpón, la Mona Lisa, Rajoy o El Fary.
El de Cecilia es un buen termómetro para valorar cómo está nuestra Iglesia. Desamparada, dejada de la mano de Dios, poco a poco va perdiendo el color y se llena de desconchones sin que quienes tienen la responsabilidad de cuidar de ella (todos los cristianos) hagan algo. Y así pasa lo que pasa: que la mayoría pasa de largo, mientras algunos, por su cuenta y riesgo, tratan de salvar lo que se pueda. Y así sucede, que en soledad se cometen errores graves. Y después, por supuesto, no faltan los que se echan las manos a la cabeza y denuncian el destrozo que ellos mismos despreciaron en su día.”
Amigos lectores, les supongo inteligentes y perspicaces.
¿Quién es y como se llama el firmante de este hondo artículo?
¿Qué opinión les merece?
Muchas gracias a todos. Perdón por este juego. Es un simple pasatiempo.
Tomás de la Torre Lendínez
11 comentarios
«Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo..» (Mt 28, 20), los poderes del infierno no podrán hacer nada contra la Iglesia Santa de Dios (Cfr. Mt 16, 18).
La Iglesia siempre es jóven, tiene el hermoso color de la Misericordia y la Caridad, porque el Espíritu Santo la guarda. Muchos intentan hacerla daño porque no aman a la Iglesia, lo que lleva es que no tienen amor a Dios.
Los que envejecen, los que pierden color, se desconchonas, son aquellaas almas que se deterioran porque diciéndose católicos no oran ni con el Papa ni con la Iglesia Santa de Dios. Envejecen sus conocimientos, su "inteligencia", porque no llevan a Cristo en su interior.
Seamos sinceros, que la Iglesia está en buenas manos: Jesucristo y el Papa.
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Acertado, amigo.
Blogger
-Otros que las cosas no ocurren porque sí; sino que todas tienen su principio causa de que ocurran.
-Y aquí el dilema y el saber del porqué de las cosas.
-Dónde y cómo la señora Cecilia, octogenaria ella, sin pretenderlo, con buena intención y escasos medios ha conseguido hacer que el "Eccehomo de Pilatos" sea conocido hasta en las antípodas de nuestro mundo.
-A la vista de otros signos no entendidos: ¿Será esto un signo más de los tiempos, y así entender cómo la Iglesia debe de orientar su Nueva Evangelización?
-¿Será que al "Eccehomo de Pilatos" ensangrentado y ridiculizado ante su pueblo, una vez más sin rechistar, vuelve a ser ridiculizado en su propia iglesia?
-¿Falta que ésta, como el pueblo de Dios en su día, diga? -¡Crucifícale, crucifícale,.. bórrale del mapa?
¿Cuanta gente participa en las eucaristías dominicales?¿y a diario?¿cual es su media de edad?¿cuantos seminaristas tenéis en vuestra diócesis?
Si seguimos pensando que la Iglesia va maravillosamente bien y no tomamos medidas para invertir estas tendencias, en unos años será algo residual en nuestra sociedad.
Pídele a Dios que te ayude a controlar tus pensamientos, sentimientos, deseos y conductas rebeldes.
Reconoce las áreas que más te cuestan controlar, déjate de excusas, enfréntate a la verdad aunque te duela, no tengas lastima de ti mismo y márcate algunos objetivos alcanzables. (Filipenses 1:10).
El caso: una buena señora bien intencionada, ha intentado restaurar una imagen de Cristo deteriorada. No hay más.
Que si la Iglesia esto, que si la Iglesia lo otro. Estupideces.
La Iglesia está regida por el Espíritu Santo. Y Cristo no va ha permitir que unos imbéciles se carguen lo que él compró con su preciosa sangre. Por eso señores/as tengo plena fe en mi Iglesia.
En fin,hay cosas peores,pero debemos reflexionar que calidad de fe tenemos.Y la calidad de la fe se mide por la caridad,el respeto y la prudencia.
Un abrazo,pater. Cada día me reafirmo más en que es usted una excelente persona y sacerdote.
Lo que sí me gustaría decir es que, aunque en un primer instante, la visión del famoso cuadro "restaurado" (más bien habría que decir "estropiciado") me hizo reír sobremanera,
por la payasada realizada (si no mala fe) del mismo y el estropicio ocasionado, en estos momentos soy más bien de la opinión de que a la "famosa" restauradora se le debería prohihbir seguir ejerciendo su oficio y, si ha actuado de mala fe, proceder administrativa o judicialmente contra ella.
Las blasfemias y las burlas contra las cosas sagradas no deben permitirse.
Y, por supuesto, hay que intentar volver a restaurar el cuadro a su estado original "mejorado", si ello es posible.
La pintura, tal como ha quedado, nos presenta un Cristo amorfo y onírico, que recuerda al famoso "El Grito", cuyas señales reales de la Pasión se han diluído dando lugar a un rostro emborronado que rinde culto al feísmo de nuestra época.
Es un Cristo maltratado no ya por los latigazos y la corona de espinas, sino por el escepticismo de la filosofía y el caos intelectual moderno.
Doña Cecilia, sin pretenderlo, ha hecho una obra maestra que seguro pasará a la historia de la pintura religiosa: desconstructivismo preterintencional.
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