Libro prescindible de CV y FJL
El amigo que me proporciona penitencias deliciosas me entregó prestado el último libro de César Vidal y Federico Jiménez Losantos, titulado La historia del franquismo, publicado por Planeta, de 220 páginas, que está a la venta estos días en la feria del libro madrileña.
Anoche acabé de leerlo. Es un libro prescindible al cien por cien. Está atravesado de principio a fin por un sectarismo protestante contra la Iglesia Católica española, que ya conocemos en los papeluchos digitales firmados por Vidal.
Por cierto, la Introducción que firma el “insigne historiador” es para tirarse por el suelo de risa: mezcla fechas, atribuye discursos de Franco en otros sitios, pone palabras que nunca dijo el general, señala a la Iglesia Católica como el gran bozal de la historia para que España se hubiera modernizado, critica acerbamente la convicción católica del fundador del régimen franquista, se nota que escribe un rato y luego no relee lo que ha dicho antes llegando a contradecirse, finalmente firma en cuatro ciudades a la vez:
“Madrid, Miami, Dallas, Madrid, el 19 de marzo de 2012, Bicentenario de la Constitución de Cádiz”. Ni que tuviera el don de la ubicuidad.
El contrapunto lo coloca Federico, quien en su Introducción, titulada Cuando la historia es autobiografía, señala la parte de su vida estudiantil entre la militancia en un régimen encontrado al nacer, que cambió por otra militancia con “cierta religiosidad”: la marxista.
El libro es prescindible por varios motivos uno de ellos lo dejó grabado el mismo Vidal ayer tarde, en el programa de Luis Herrero.
Justamente, ayer, se cumplían, desde 1947, el nacimiento del Plan Marshall. España no fue “agraciada” por la cantidad de dinero americano que llegó a Europa. Luis Herrero contó la noticia y con la socarronería que le caracteriza, dijo que Vidal decía que España no entró en esa fiesta monetaria por “culpa de los obispos”.
Lo pueden ustedes, amigos lectores, escuchar aquí. El audio, que nos interesa, está entre el minuto 18 y el 20.
Otro motivo, es la cabezonería “intelectual” de la soberbia de Vidal. En este Blog le recordé un día que había tenido un error en la emisión del programa, cuando trataron sobre la fecha del Congreso Eucarístico Internacional de Barcelona. El título que dí a aquel post fue: Un error de César Vidal.
Lo pueden leer haciendo clic aquí
En mi exposición razonaba cómo había constatado con sacerdotes que fueron ordenados en aquel magno acontecimiento eclesial español, hecho sucedido en mayo de 1952.
Ahora, en la página 108 del libro, escribe lo siguiente:
“En el año 1952, el del Congreso Eucarístico (en Luis Suárez, Franco, Ariel, 2005, p. 374 se dice erróneamente que fue en 1949”.
La tozudez de un historiador que no reconoce las fechas reales es índice de una “superioridad” sobre el resto de personas, índice de una megalomanía altísima.
Por estas y otras muchas razones, este libro es plenamente prescindible.
Tomás de la Torre Lendínez
25 comentarios
finalmente firma en cuatro ciudades a la vez:
“Madrid, Miami, Dallas, Madrid, el 19 de marzo de 2012, Bicentenario de la Constitución de Cádiz”. Ni que tuviera el don de la ubicuidad.
No, eso quiere decir que ha escrito su parte del libro en todas esas ciudades. Es decir, empezó a escribirlo en Madrid, siguió en Miami, luego en Dallas y lo acabó en Madrid.
Y respecto a lo que dice el comentarista anterior, hay que recordar que César Vidal es doctor en Historia y ha escribo buenos libros. Por ejemplo, alguien tan poco sospechoso como don Ricardo de la Cierva aseguró que lo que escribió Vidal sobre las Brigadas Internacionales era la obra definitiva sobre el tema.
Otra cosa es que lleve tiempo soltando sandeces sobre el catolicismo y su influencia en España.
Yo ya no compro nada de César Vidal. En sus comienzos me engañó. He enviado ya sus libros a la papelera.
Ahora me repugna este personaje que permanentemente vomita odio contra la Santa Iglesia Católica y nuestra preclara y verdadera religión. Rebosa prepotencia y soberbia.
De Federico, decir que es valiente y me hace gracia.
Pero sé muy bien de sus limitaciones y claros defectos. Le escucho algunos días en Es. Radio, y me troncho con las chorradas y paridas que cuenta.
Gracias otra vez, Don. Tomás.
Beso su mano.
¿Todos se equivocan con César Vidal y Federico Jiménez?
¿Así es como se debe de intervenir en los medios sociales desde el clero?
Publican en Planeta... ¿Son tontos en esa empresa?
COPIO y PEGO, como los defenestrados:
[Sobre los autores (2012):
CÉSAR VIDAL (1958) es doctor en Historia (premio extraordinario de fin de carrera), en Teología y en Filosofía, y licenciado en Derecho. Ha ejercido la docencia en distintas universidades de Europa y América. Ha dirigido los programas radiofónicos La Linterna —por el que ha recibido, entre otros, los premios Antena de Oro 2005, Micrófono de Plata 2005 y Hazte Oír 2005— y Camino del Sur, ambos en la cadena Cope, así como los televisivos Corría el año... y Camino hacia la cultura, en Libertad Digital TV. Colabora además en medios escritos como La Razón, Época o Libertad digital, y en la actualidad dirige los programas Es la noche de César y Regreso a Camino del Sur, en la cadena EsRadio. Defensor infatigable de los derechos humanos, ha sido distinguido con el Premio Humanismo de la Fundación Hebraica (1996) y ha recibido el reconocimiento de organizaciones como Yad-Vashem, Supervivientes del Holocausto (Venezuela), ORT (México), Jóvenes Contra la Intolerancia o la Asociación de Víctimas del Terrorismo Verde Esperanza. Entre otros premios literarios ha recibido el de la Crítica a la mejor novela histórica (2000) por La mandrágora de las doce lunas, el Premio Las Luces de Biografía (2002) por Lincoln, el Premio Espiritualidad 2004 por El testamento del pescador, el Premio Jaén de Literatura Juvenil 2004 y el del CCEI 2004 por El último tren a Zúrich, el Premio de Novela Ciudad de Torrevieja 2005 por Los hijos de la luz, el Premio Algaba de Biografía (2006) por Pablo, el judío de Tarso, el Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio 2006 por El fuego del cielo y el Premio de Ensayo Heterodoxias por El caso Lutero (2008). Entre sus últimas obras destacan El judío errante (2008), Historia de España para nuevos españoles, inmigrantes y víctimas de la Logse (en colaboración con Federico Jiménez Losantos) (2009), La ciudad del rey leproso (2009), Momentos cumbre de la Historia (2009), Jesús el judío (2010), La ciudad del azahar (2010) o El guerrero y el sufí (2011).
Federico Jiménez Losantos nació en Orihuela del Tremedal (Teruel) en 1951. Licenciado en Filología Hispánica con una tesis sobre Valle-Inclán, estudió psicoanálisis con Oscar Massota y fue uno de los fundadores de la Biblioteca freudiana de Barcelona. Fundó y dirigió la revista de literatura y pensamiento Diwan (1979-1981). Introdujo la obra del filósofo Jean-François Lyotard con su edición crítica de Discurso, figura (1979). Obtuvo el primer premio de ensayo El Viejo Topo por La cultura española y el nacionalismo, incluido en Lo que queda de España (1979), el libro maldito de la transición, que fue saludado por Francisco Umbral como "el nacimiento de un gran escritor español".]
Y es que si un trabajador baja la calidad de su producción en un apartado, hay que pensar que puede bajarlo en otras.
Tal vez este señor defensor de las teorías liberales, prefiera ignorar que cuando vendedor de cierto producto baja de calidad, puede conseguir que el público vaya a otro proveedor, para conseguir otro producto de la calidad perdida.
Igual Vidal se quiere creer que tras la bajada de compras que va a sufrir, hay un boicot de los malvados católicos. Mejor haría de hacer una autocrítica para ver qué tiene que corregir para seguir vendiendo. Pero podemos estar tranquilos: no lo hará.
Por supuesto, siento que en el pasado no existiera en España Libertad de Cultos, pero en otros países protestantes, tampoco existía esta libertad.
Conviene separar estos dos tipos de juicios, los técnicos de los que son ataques "Ad Hominen". No conozco a Vidal personalmente, y aunque inevitablemente cada uno, y yo no soy excepción, se hace su idea ojuicio personal,no creo elegante acusar con el dedo en público.
Otra cosa son su trabajo,sus comentarios y sus apologías:
Como novelista es muy digerible,pero también demasiado masticable. Aundiría bebestible,de sencillo que es. No quiere hacer literatura, lo que no está mal, sino contar historias ejemplares. Solamente hay que saberlo y elegirlo o no.
Como historiador, es formidable,pero ojo, no todo lo que hace, sino mas bien lo menor, es historia. Principalmente su producción es divulgación histórica, con su discutible (como todo)punto de vista.
No olvidemos su magnífica labor de periodista, que no es precisamente acomodada. En cuanto a su fé, tendríamos que alegrarnos de lo que nos une, disculpar lo que nos separa, y eso sí, reirnos condescendientemente de sus anticuados, locos, anticientíficos y desnortados comentarios anticatólicos. "Solo ofende el que puede".
Me reafirmo en TODO lo que he escrito sobre este susodicho individuo : " Yo ya no compro nada de César Vidal. En sus comienzos me engañó. He enviado ya sus libros a la papelera.
Ahora me repugna este personaje que permanentemente vomita odio contra la Santa Iglesia Católica y nuestra preclara y verdadera religión. Rebosa prepotencia y soberbia ".
Un enemigo de mi Fe verdadera ( leer la Declaración " Dominus Iesus ". Google :
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20000806_dominus-iesus_sp.html ), no me inspira en absoluto ninguna confianza.
Es tan prepotente y soberbio, que solo él, y su protestante y errada doctrina, se cree en posesión de la verdad. Estando claramente equivocado.
Y si decir la VERDAD, es juzgar, no me arrepiento en absoluto de NADA.
" La verdad os hará libres ". Evangelio de San Juan 8, 31-42.
La Verdad, solo subsiste en nuestra Santa Religión y en nuestra Santa Iglesia, Católica Apostóstolica y Romana. Amén.
Y como lo pienso lo digo.
Respetuosos saludos.
Vamos, no se sulfure, Asclepio, la vida es muy dura para estos sofocones. Y si quiere le recomiendo otros libros.:)
A lo que voy es a responder al sueño vidaliano.
El sentido corriente de "sueño" no es el mismo que pretende César Vidal en su telón a su serie sobre la "diferencia" española. César Vidal tiene un "sueño" en el sentido de que tiene un largo sermón político sobre España y eso lo sueña como si los sueños fuesen cosas mejores en las que lo real sale perfecto, libre de cualquier problemas. Es curioso que un historiador profesional se meta en estos sueños y pretenda que, algún día, en alguna nación como se llame, por ejemplo Sueñilandia, esos sueños serán historia real. Asimismo es llamativo que una serie tan larga de "razones" desemboque en un sueño.
César Vidal sigue mezclando docenas de cuestiones y tampoco esta vez es posible seguirlas todas examinado por qué unas cosas le parecen bien y otras mal y qué criterios mantiene en cada caso: sobre todo el protestantismo es maravilloso en cualquier caso y sin mayor discusión. Como notas, decir que en otra nación cuyo nombre sabemos todos, César Vidal pudo trepar por el periodismo dentro de una emisora católica, eso nunca lo hubiera conseguido en el resto de emisoras y lo consiguió a pesar de ser protestante. Es curioso que el mal católico histórico le benefició, en cambio a los españoles corrientes nos perjudica. Lo más interesante es cuando nos augura que si superamos los "gravísimos pecados y errores" (dicho sencillamente: el catolicismo como pasado histórico, César Vidal no señala otro más importante que éste) nos convertiremos en mejores españoles y podremos entrar en el sueño vidaliano. Esto es un tópico de los modernizadores de España que ya tienen casi dos siglos. Repasemos los auxilios psicológicos y ánimos morales que va dando Américo Castro a lo largo de su obra y dice lo mismo: si aceptamos sus tesis y superamos nuestras lacras históricas, seremos mejores españoles. Es curioso que esta tendencia historiográfica funcionó muy bien entre los españoles cultos de los años sesenta que venían del régimen franquista pero habían entrado en una nueva época, la que apareció en los años sesenta y llega hasta nosotros. Esta gente criada en el franquismo encontró que la respuesta al problema de ser español es no ser español y vivir de la imaginación histórica; nunca han querido reconocer la acción histórica del franquismo y se han empeñado en imaginar sus vidas como "antifranquismo" histórico. Esta historiografía regeneradora que nos contaba la verdad sobre nosotros mismos es la que hoy domina en el mundo universitario y cultural, y explica muchas mucho cómo se toman los españoles las cosas que les ocurren. Su éxito académico es tan indiscutible como el éxito del periodismo prisaico como normal del periodismo español, nos guste o no nos guste.
César Vidal, en su concepción de España, ha compuesto una variante según sus intereses de esta historiografía dominante. Esta concepción triunfante ha rematado la tesis de que el "problema de España" es una especie de juego intelectual al que ahora se apunta César Vidal. Con este tipo de ideas, España pasa a ser un imposible, los hechos históricos son lo contrario de lo que parecen, de hecho son siempre contrarios, los españoles nunca hemos cuajado en la historia, estamos por aparecer como si existiésemos de verdad en el futuro soñado o lo que sea. Lo malo es que España, guste o no guste, es una sociedad moderna y tiene los mismos elementos que cualquier sociedad moderna, por ejemplo: dinero e información (son mucho más que economía y periodismo) son estados del dinero y la información, entre otros componentes, de estas cosas tan "materiales", César Vidal y las docenas de intelectuales modernizadores de España, antes que él, no quieren saber nada. Lo suyo es historia pura, ética onírica y modelación intelectual de la realidad propia de jugadores con el dinero y las vidas ajenas. Lo malo es que este modo de pensar lo histórico a la española, como contrario de sí mismo, se ha convertido en una fijación mental y ya no hay época histórica que podamos estudiar simplemente como histórica, véase el lío demencial en que se convierte cualquier asunto histórico: la guerra civil, la invasión napoleónica, la pérdida de América, todo es un disparate a nuestra costa, y siempre con la manía de rehacernos como españoles.
El conjunto de los deseos soñados vidalianos para España coincide con lo que se suele llamar "ética protestante", lo del mérito, el trabajo, la justicia, la honradez. Se trata de una ética y no hay nada que sea sencillamente cristianismo (la teología de César Vidal es de lo que no ha hablado, tenemos que deducirla). El caso es que una ética, en este caso un desarrollo moral de una religión y se convierte en ideal histórico para arreglar el "problema de España". Como necesitamos tanto esta ética suya, se supone que los españoles tenemos unos defectos tremendos: vagancia, analfabetismo, etc., lo que ha ido diciendo César Vidal en su retahíla de ocurrencias hilvanadas por su resentimiento contra el catolicismo, mal histórico de los españoles. Parece ser que el protestantismo en España consiste en un anticatolicismo, yo no sé mucho de estas cosas ni voy de defensor del catolicismo, es la impresión que saco de los escritos vidalianos. César Vidal parece incapaz de concebir que, en España, los intereses políticos han tenido sus razones, éxitos y fracasos, no los concibe sin asociarlos al catolicismo y se deduce que ahora, para realizar esa nueva política del sueño vidaliano, los españoles debemos dirigirnos, como nación, hacia la ética protestante que es una impotencia y pragmatismo religioso: no hay que ser estrictamente religioso pero comportáte como si lo fueses. Es una cosa curiosa. César Vidal nos ama pero sólo si somos como César Vidal quiere que seamos. Los españoles nunca podremos cumplir con el sueño de Vidal, ya hay otra nación llamada USA que coincide mejor con el sueño histórico que César Vidal tiene en la cabeza, al menos la versión histórico-religiosa que Vidal presenta de Norteamérica.
En mi modesta opinión, César Vidal juega a no perder, siempre perderemos los españoles. Si no nos convertimos a su ética de marras, seguiremos siendo esa cosa horrible que diseñaron los inventores del "problema de España" y que tanto rendimiento les ha dado. Y si hacemos algo bueno, César Vidal lo atribuirá a su ética de lo histórico, si hacemos algo bueno es porque vamos por donde dice Vidal y eso es imposible porque ninguna sociedad moderna (España lo es) responde a la idea pararreligiosa de César Vidal. Aquí nos las vemos con la presencia del catolicismo en la modernidad que es un poco hipocritona en lo que conserva de enfrentamiento con la "sociedad liberal"; en el fondo el catolicismo aceptó hace mucho tiempo el hundimiento del Antiguo Régimen con sus monarquías y privilegios y se puso a la tarea de adaptarse a los tiempos conservando lo doctrinal lo mejor que pudiese. Uno de los mayores éxitos de la iglesia católica ha sido su presencia en lo educativo, con sus redes de colegios, y es precisamente esta parte modernizadora la que no le perdonan el resto de modernizadores. Ya pasaba con el viejo anarquismo y socialismo que acusaban a la educación católica de ser una falsa educación, a pesar de sus brillantes resultados, y ha sido este éxito educativo el que le ha traído los peores odios. Como los protestantes, los anarquistas y otros ofrecían la educación verdadera basada en la ciencia auténtica. La Iglesia debería ser un residuo del pasado pero se resiste. En España, el hecho más obvio es que los colegios católicos ha resultado los mejores durante el siglo XX, incluso César Vidal ha pasado por éllos. La Iglesia ha hecho, en lo educativo, lo mismo que otros pretenden: meter sus ideas junto a la educación y no lo ha hecho peor que otros mucho más zafios. Este éxito le ha traído muchos odios y muchos beneficios. Ahora la iglesia católica ya no es una gran fuerza cultura pero eso no implica que se vaya a suicidar, buscará otras salidas y doctores tiene, allá ellos. Por supuesto, hay muchos buitres que rondan al elefante herido.
Como España es otra cosa diferente a lo que imagina César Vidal, no llegará a coincidir con sus sueños. Otro asunto diferente es que César Vidal se ha colocado muy bien en esa España suya -mintiendo un poco más de lo que reconoce- y no le va mal del todo, no le molesta escribir en "La Razón" que publica la traducción oficial de un periódico papista. Y aquí tenemos un modelo de intelectual que Federico Jiménez Losantos ha llamado "socialista fashion", este socialista se en todos los países donde hay socialismo y es una demostración viviente de que su sociedad capitalista no funciona nada mal y él vive estupendamente y gana mucho dinero, pero él se presenta a sí mismo como un representante y defensor de los pobres, este tipo socialista es un argumento contra sí mismo pero resulta que funciona bien y la gente le vota, o sea que es un tipo político funcional y real, hecho de ideas y dinero y eso hay que explicarlo con herramientas muy diferentes a las vidalianas, lo malo del losantismo intelectual es que deriva en periodismo, en ir tirando, y no sabe aprovecharse bien. La experiencia "histórica" de César Vidal es que le ha ido bastante bien con el catolicismo y no se ve que a él le haya perjudicado tanto, incluso se prodría atribuir su educación a su paso por colegios católicos de los caros (como Rubalcaba o José María Aznar o la mayor parte de los ministros españoles del siglo XX) pero César Vidal se presenta como el descubridor de lo malo que es el catolicismo y luego tiene que componer un montón de líos históricos y políticos para dar salida a su única idea. Lo malo del análisis periodístico que Vidal que vidal vaya haciendo es que todas las cuestiones son encaminadas hacia la "ética protestante" como solución, al final todo derivará por ahí y parece que Libertad Digital dará salida mediática a la tesis vidaliana. Es algo que, para mí, no tiene ningún interés, además que falsea toda la cuestión del posible enfrentamiento intelectual que podía haber. Si alguien se quiere hacer protestante, vale, pero no es necesario meternos en ese follón a todos los españoles. La cuestión es que lo de ser españoles, entre nosotros mismos, se ha planteado como problema cultural morrocotudo y no es raro que salgan vendedores de soluciones milagrosas que nos apartan de ver lo que pasa en España.
Aquí sabemos todos que los títulos no son nada.
De todos modos, si se afirma que España no tuvo Plan Marshall "por culpa de los obispos", algo hay de verdad.
Porque estos hechos son todos absolutamente ciertos:
-El Régimen de Franco era un Estado católico confesional en el que, según el Fuero de los Españoles de 1945, no se permitían otras manifestaciones religiosas externas que las católicas
-Tal norma era aprobada, apoyada e impulsada, no ya por el clero o el episcopado español de entonces, sino por la Santa Sede, por ser lo congruente con la doctrina DE SIEMPRE de la Iglesia sobre las relaciones de una comunidad política cristiana con la propia Iglesia y con las confesiones acatólicas
-Más aún, al parecer Pío XII insistió en que España, dada su situación política más favorable, podía cumplir con este punto del Magisterio de la Iglesia, a diferencia de la Italia de posguerra
-Probablemente este rechazo de la libertad de cultos fue decisivo para que el Plan Marshall no viniera a España, ya que, aunque el Congreso de los EE.UU. aprobó que sí viniera, el Presidente Truman lo vetó
-Truman era grado 33º de la Masonería y fuertemente antifranquista, y parece ser que en ese antifranquismo influía más la falta de libertad de cultos en el régimen de Franco que su propia filiación masónica
-La Iglesia de los años cuarenta era mucho más consecuente con su doctrina tradicional que ahora en sus relaciones con los poderes temporales
-El Régimen político español de entonces, encabezado por el Generalísimo Franco, tuvo una inspiración netamente cristiana, y mantuvo con la Iglesia una relación calificada por esta misma de modélica, por cuanto respetaba absolutamente la esfera eclesial, además de adecuar plenamente la legislación civil a la doctrina católica
-Esta inspiración fue tan rotunda que en ocasiones se mantuvo a expensas de importantísimos intereses materiales, sobre todo en el caso que ahora abordamos
La Verdad, solo subsiste en nuestra Santa Religión y en nuestra Santa Iglesia, Católica Apostóstolica y Romana. Amén.
Yo creía que se estaba comentando un libro de Historia.
Ya lo estoy leyendo pero si no lo tuviera, saldría corriendo a comparlo. Si suscita este comentario es que hay que leerlo cuanto antes.
"Todo libro que falsifica la historia y pone a parir a la Iglesia Católica y al Régimen del Generalísimo Franco debe ser comprado, aunque sólo sea por fastidiar."
No se puede ser más miserable.
Que Dios nos libre de esta gentuza, porque está visto que Él es el único que nos puede librar.
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