No es un sueño, Cáritas ayuda a los pescadores del Sur
Cuando alguien sueña, después de haber pegado patadas, escupitajos, mentiras….contra la Iglesia Católica durante treinta sesiones, reafirmando que solamente era un sueño, da pena.
Vemos, mientras, que la colonia de Gibraltar compuesta por una sociedad “ejemplar” en lo social, laboral, religioso pluriconfesional, ataca a los pesqueros que toda la vida han faenado en esas aguas del Mediterráneo, teniendo las familias de los pescadores que acudir a Cáritas de Algeciras a pedir para comer, porque no pueden aguantar la situación.
Esa sociedad gibraltareña “ejemplar”, muy parecida a los países del norte europeo, se vuelve de espaldas a los pesqueros vecinos de siglos, quienes tienen que acudir a la Iglesia Católica y a su brazo operativo Cáritas para poder comer.
¿Quién entiende esto?
Da pena observar cómo los políticos locales de pueblos vecinos, Algeciras y La Línea de la Concepción, el partido popular y el partido socialista, se hacen la zancadilla para formar una “mesa de negociación” con las autoridades del Peñón sin estar unidos sino enfrentados.
Da pena ver cómo las autoridades religiosas de la Roca, de la religión que sea, no abren sus bocas para pedir paz entre vecinos, mirando lo que les une y olvidando lo que les separa.
Tiene que ser, una vez más, la Iglesia Católica, a la que los políticos de todos los colores y el soñador exigen a gritos que pague el IBI, quien a través de Cáritas no mire caras ni papeles y ayude a las familias de los pescadores que viven de faenar en esas aguas durante siglos.
La Iglesia Católica, la denostada, la culpable de todos los problemas de España en la actualidad, por su pasado de fidelidad a Roma, saca fuerzas de flaquezas y en una provincia como Cádiz declarada por los economistas como un polvorín preparado para cualquier levantamiento social porque todos los estudios así lo demuestran, hace, una vez más, la multiplicación de los panes y de los peces y alimenta a los pescadores y sus familias.
Los gobernantes de Madrid están a lo suyo arreglando bancos cuyas patas han desaparecido, y esperando que llegue mañana martes y el ministro de asuntos exteriores sea recibido una vez más…¿cuántas en tres siglos?…..en Londres por su homólogo británico para seguir hablando y charlando ante una taza de té que humea mentiras y dilaciones diplomáticas.
Algo hemos ganado los católicos españoles. Parece que el soñador se ha dormido por ahora. ¿Hasta cuando?.
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Tomás de la Torre Lendínez
3 comentarios
España y su Santa Iglesia han sido siempre y muy felizmente desde su origen la misma cosa.
Esto convencido, que en muy breve espacio de tiempo, se arreglará el actual problema de la pesca en aguas españolas de esa colonia britis. Ni a Inglaterra ni a España, les interesa para NADA tener problemas ningún tipo en estos críticos y difíciles momentos para Europa y para el mundo ( el asunto de la supervivencia de Israel está muy grave y complicadísimo. Lo de Siria es atroz ). España es un importantísimo, gigante y vital portaaviones USA en el mediterráneo ( es triste pero es la verdad ) y Gibraltar más y más de lo mismo ( contribuye a nuestra defensa contra el islam ).
Y todos estamos en el mismo frente de la defensa de nuestro modo de vivir cristiano y de la cultura occidental, atacada por varios frentes.
Y ahora dice el interfecto: " No me interesa cantar como grandes momentos lo que fueron terribles desgracias nacionales ni halagar instituciones que tanto daño han ocasionado a mi patria ".
Y dice además: " España que amo entrañablemente ".
Bonita manera y forma de amar a España; reventando nuestra mejor Historia y destruyendo sus preclaras, santas, heróicas y hermosas raices católicas siempre fieles a Jesucristo y a la única religión verdadera fundada por el mismo Dios en persona ( ver Declaración: " Dominus Iesus " ) y pretender que renegemos de nuestra FE, y nos hagamos errados y confundidos luteranos.
Pobrecito. Cada día que pasa desbarra más, y su credibilidad cultural e intelectual está por los mismos suelos.
Me da mucha pena. Y rezo por él.( " perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden " ). Amén.
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