Cáritas en Lorca muy bien. Monseñor Blázquez no

Cuando se cumple un año del terremoto de Lorca, los medios de comunicación han hecho balance de la situación de la localidad. Se habla del número de familias con hogares sin poder habitar; se cuenta cómo las ayudas oficiales están llegando a cuentagotas; se han recordado a los muertos y heridos…..

¿Qué ha hecho la Iglesia local, por medio de Cáritas para que la ciudad desolada y sus habitantes puedan por lo menos comer dignamente?

En un excelente artículo publicado en Libertad Digital, firmado por Javier Lozano, se detalla la acción de la Cáritas local. Es interesante conocerlo.

Durante un año Cáritas ha duplicado la recaudación de donativos en la región y ha podido multiplicar su atención en la zona. La organización eclesial ha multiplicado hasta por tres su atención a la ciudad murciana. Han pasado de atender a 800 familias a un total de 2.000, lo que se traduce en torno a unas 8.000 personas, casi un 10% del total de la población.

Una de las actividades que está realizando Cáritas en Lorca y que resulta más llamativa es el conocido como economato. Por un lado están las familias que no tienen medios ya sea a consecuencia de la catástrofe, del paro o de ambas. Éstos reciben los alimentos de manera gratuita. Pero además, existe otra posibilidad para los damnificados pero que tienen algún pequeño medio: el supermercado solidario.

El secretario general de Cáritas en Murcia, Antonio Sánchez ha afirmado en una entrevista, con parte del dinero recaudado Cáritas ha comprado un piso bajo y montó este economato donde los afectados del terremoto pueden comprar un litro de leche por diez céntimos, un kilo de arroz por la misma cantidad. También hay pañales o alimentos frescos.

Más de medio millar de personas utilizan este sistema donde pagan entre un 25 y 30% de los alimentos a precio de fábrica. Es decir, la institución caritativa de la Iglesia compra estos productos directamente en fábricas y las personas que pueden aportan este pequeño porcentaje.

Esto se llama servir a los demás sin esperar nada a cambio. Esto es amar a los hermanos sin distinción de ningún tipo. Así es la acción caritativa de la Iglesia.

Uno de los curas de la ciudad me comenta por teléfono:

“Cáritas son sus voluntarios que se organizan como hormiguitas, sacando fuerzas de las flaquezas, estrujando el dinero hasta el límite, buscando soluciones para los casos más sangrantes, repartiendo la igualdad entre hermanos, y cooperando a que la tragedia del terremoto se haga más llevadera con el paso de los meses….Aquí está, concluye, visible el mandato del Señor: Amaos unos a otros, como yo os he amado.”

Cuando oigo esto me acuerdo de la cantidad de gente que desea cobrar el IBI a la Iglesia. Menuda contradicción. Algún obispo, concretamente el arzobispo de Valladolid ha dicho lo que no debía sobre este asunto que tanto refocila a la izquierda y a la derecha en la política. Callado estaría más guapo, ya que ha llegado al techo de su incompetencia como pastor diocesano.

¿Le parecería a monseñor Blázquez que el economato de Lorca pague el IBI?

Para saber más haga clic aquí.

Y, también, aquí.

Tomás de la Torre Lendínez