El señor Bastante "escribe" el discurso del cardenal Rouco

Llama la atención que un simple escribiente bastante repetitivo en sus fobias haya tenido acceso al contenido informativo del discurso del cardenal Rouco en la apertura de la plenaria que comienza el lunes próximo.

Conociendo, solamente un poco, al cardenal de Madrid, no va dejando papeles por los andenes de metro, ni en los taxis madrileños. La fidelidad de su equipo directo de trabajo tampoco se presta a filtrar documentos. Al frente de mismo está la religiosa María Rosa de la Cierva, a quien conocemos su total responsabilidad demostrada durante muchos años.

Por esto, me interrogo dónde habrá encontrado el escribiente señor Bastante el contenido del discurso, y tras su lectura, ha detectado lo que no dirá el cardenal Rouco cuando abra solemnemente la plenaria de los obispos españoles.

Por lo tanto, pienso que el escribidor Bastante se ha vuelto de la noche a la mañana en adivino, en lector de mentes a distancia, en poseedor de poderes paranormales, que le facultan firmar el panfletario artículo que cuelga en su bazar de los sueños rotos.

El gran interprete de las mentes lejanas, el señor Bastante, ha vuelto a desgranar el programa de la iglesia con minúscula que él tiene en su afortunada y bien amueblada cabeza.

El cardenal madrileño, según el escribiente, no hablará de los niños robados, ni de los homosexuales, ni de la reforma laboral y su inútil huelga, ni de la exención del IBI de los edificios eclesiales, ni del parón laboral pseudo teológico a Torres Queiruga, ni tampoco tocará el futuro, ese futuro que el señor Bastante sí conoce al haberse convertido en lector de cartas y adivino de golpe y porrazo.

¡Que pena me da que el cardenal Rouco no satisfaga al escribiente Bastante¡

Sugiero al arzobispo de Madrid que convoque, con urgencia, al periodista Bastante y le abra su corazón pastoral, pidiéndole le ilumine sobre los problemas que aquejan a la Iglesia en España, así le ayudará a redactar en estos días previos el discurso del próximo lunes. Es una pena que no cuente con él el pastor de la capital de España.

Estoy seguro que las palabras cardenalicias serán por primera vez entendidas por los obispos presentes en el aula, y por los oyentes y lectores de las mismas.

¡Que oportunidad está perdiendo el señor cardenal de Madrid¡

Si hiciera caso a mi sugerencia, se convertiría en el primer presidente de la Conferencia Episcopal Española en tratar sobre los temas más importantes de la sociedad y de la Iglesia en España durante estos tiempos, en vez de subirse a las nubes de la teología que nadie entiende.

Ojalá, alguien al leer este post se lo enseñe al cardenal Rouco y tenga tiempo de satisfacer el ansia profesional del señor Bastante: escribir él el discurso de su eminencia reverendísima el cardenal Antonio María Rouco. ¡Ánimo, señor cardenal¡.

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Tomás de la Torre Lendínez