Vía Crucis para la reconciliación de España

Durante las largas horas de espera de la llegada del amanecer del primer día de la semana, hemos visto por televisión el impresionante Vía Crucis presidido por el Papa Benedicto XVI.

En el silencio de esta espera, ofrezco dos libros para que la espera de la alegría de la Resurección se haga más ágil y rápida. Uno es el titulado:

Vía Crucis en el Valle de los Caídos
Texto: S.S. Benedicto XVI
Pórtico: Santiago Cantera Montenegro, OSB
Prior del Valle de los Caídos
Fotos: Beatriz Avilés Uruñuela
Madrid 2011.

El otro es el titulado:

El Valle de los Caídos, Reconciliación de España
Autor: Ramón Cué S,J,
Pórtico: Dom Anselmo Alvarez, OSB
Abad del Valle de los Caídos
Madrid 2011.

Son dos primeros peldaños de una colección que continuará. Plataforma 2003 es la Editora.

El primer volumen ofrece dos notables singularidades. La primera es que aparece una fotografía de la visita girada al Valle de los Caídos por el entonces cardenal Ratzinger el 7 de julio del año 1989. La segunda consiste en que los textos de las estaciones son las escritas por el mismo Papa Benedicto XVI durante el primer Viernes Santo como Sucesor de Pedro en el Vía Crucis del Coliseo Romano. Hace ahora siete años.

Las fotografias del libro realizadas por doña Beatriz Avilés son un precioso paseo visual por todo el largo camino, 4 kilometros, de subidas y bajadas a lo largo de las estaciones del Vía Crucis que rodea el recinto de la Abadía Benedictina. En las notas añadidas al libro se explica el estado actual de las estaciones y quienes fueron los arquitectos y diseñadores de este desconocido camino doloroso, describiendose su lamentable estado y la necesidad de su restauración.

El sábado día 31 de marzo se hizo el primer Vía Crucis, organizado por la comunidad benedictina, cuya noticia fuimos los primeros en publicar en este Blog, tras el cierre al culto y la plantación de numerosos postes con el cartel: PROHIBIDO EL PASO. Contándose con detalle todas las vicisitudes que el Valle de los Caídos ha sufrido durante el septenado socialista recién acabado para mayor honra de todos los enterrados, miembros de ambos bandos, contendientes durante la Guerra Civil.

El segundo volumen es una obra escrita por el padre Ramón Cué Romano, quien lo publicó en el año 1976, pero que a penas tuvo eco en la opinión pública. El libro consiste en un recorrido por todo el recinto de la Abadía Benedictina, con el estilo y el lenguaje inimitable del padre Cué, verdadero predicador de la Religión Católica, que estremece el espiritu cuando lleva al lector embebido en el hilo conductor de buscar la reconciliación definitiva de España en aquel monumento tan singular y especial como es el Valle de los Caídos.

Lamentablemente, y en parte me alegro que el padre Cué esté descansando en la paz de Cristo desde el año 2001, porque así se ha evitado el sufrimiento que todos los españoles y católicos de bien hemos sufrido durante el tiempo en que todo aquel monumento a la reconciliación de los españoles volvió a ser motivo de enfrentamiento prohibiendo el acceso del público, cerrando al culto la basilica, celebrando la Eucaristía al aire libre de la sierra de Madrid nevada con un inmenso público ávido de testificar su fe en Cristo y su afán de reconciliación y paz incluso con los mismos que habían cerrado al culto aquel sagrado recinto del Valle de los Caídos.

Las fotografías de doña Beatriz Avilés son un documento imprescindible para meterse en la explicación del padre Cué; así como las notas expresadas al final por la entidad editora del libro publicado.

Durante los días de esta Semana Santa he meditado el Vía Crucis; he paseado visualmente por su camino; he gozado con la prosa atrayente y única del padre Cué; y ahora ofrezco estas dos lecturas a los amigos lectores de este Blog.

Para conocer más y comprar los dos libros pueden acudir a:

www.plataforma2003.org

Teléfono 91 535 42 45

Felicito a Plataforma 2003 por este camino emprendido. Así, con la valentía cristiana por norma de conducta, iremos recuperando los valores de la España cristiana, que desearon eliminar de nuestras vidas hace muy pocos meses. Dios lo quiera.

Tomás de la Torre Lendínez