La vejez de los curas y los militares

En tiempos de crisis la imaginación humana vuela muy rápido para encontrar solución a las personas impedidas, solas, enfermas y ancianas. En el campo eclesial Cáritas y sus servicios son ejemplares.

En el campo civil, toda iniciativa que nazca bienvenida será para los beneficiados.

Siendo joven seminarista, acudí con mis padres a visitar la casa de un teniente retirado del Ejército Español, viejo amigo de mi familia. Vivía solo. No tenía descendencia. Una asistenta iba por las mañanas unas horas.

En el transcurso de la conversación, espetó esta frase dirigida a mí:

- ¿Te has dado cuenta que has elegido una vocación que te llevará a pasar una vida de soledad y una vejez de mayor soledad?. Porque la vejez de un sacerdote y un militar es de las más tristes que conozco.

Un capotazo largo de mi padre me sacó de aquel callejón sin salida y sin respuesta.

Con el paso del tiempo veo que mis compañeros sacerdotes tienen una vejez, ya jubilados, compartidas en las Residencias Sacerdotales que hay en la mayoría de las diócesis.

Ayer me enteré que los militares mayores, impedidos, jubilados y solos han encontrado una solución muy barata y humana para, por lo menos, comer caliente a diario por un módico precio de 4,32 euros.

La operación la dirige el Instituto Social de las Fuerzas Armadas, quien ha organizado todo con la empresa Ucalsa, que distribuye la comida a las casas de los militares, entregando más de 5,000 menús diarios y procuran no repetir recetas culinarias en tres semanas seguidas.

Además, la empresa privada que realiza el servicio ofrece la posibilidad de proporcionar, en calidad de depósito, un microondas a aquellas personas que no dispongan de dicho electrodoméstico.

Considero que esta iniciativa es digna de ser conocida, e imitada por otros gremios laborales, que hoy están al servicio de la sociedad, y mañana, tras la jubilación pasan a depender de mil situaciones personales o familiares.

Quien desee conocer más haga clic aquí.

Tomás de la Torre Lendínez

4 comentarios

  
clavel
Está bien lo que se dice ahora. Pero hay que saber que el cura vive con Dios Nuestro Señor y la cosa no es para tanto. Lo malo es vivir sin Dios. entonces sobra todo lo otro porque eso sí que es soledad espantosa. Curas, militares y toda persona está viva para vivir en unión con Dios que es nuestra heredad.
10/02/12 9:30 AM
  
Asclepio
Las crisis agudizan el ingenio. Los mejores descubrimentos médicos han ocurrido durante las geurras. Se dice y es verdad, que la necesidad obliga.
Ayer vi en televisión española ( canal uno ) que un prupo de 100 ancianos habían formado un cooperativa de viviendas y con un crédito solidario en menos de un año las ya tenían acabadas. Es lo que ocurre en los supermercados con las marcas blancas, que abaratan notablemente los productos.
Esta solución de dar de comer bien, con comodidad y a bajo precio a quién lo necesita me parece sensacional.
Y una magnífica y barata solución.
Las grandes crisis, producen los grandes remedios.
Y es donde el hombre demuestra mejor su grandeza, su altruismo y su creyente caridad.
¡ Dios nunca nos deja solos y abandonados ¡.
In hoc signo vinces.
10/02/12 9:58 AM
  
José Luis
La soledad es terrible, no solamente para los sacerdotes, sino para todos los demás cristianos.

Por eso hemos de orar mucho tanto por nosotros como para todos los demás.

La vejez de un sacerdote no es la misma que la de un militar.

Los sacerdotes ancianos que en su vida se han hecho semejantes a Cristo, les esperan la alegría del Reino de los cielos; la visión eterna de Dios Padre.

Yo pienso como Jesús que parecía morir sólo en la cruz, ¡qué terrible!, pero no murió sólo, tenía a su Madre Santísima y a San Juan Evangelista.

Yo sé lo que significa la soledad y no soy sacerdote, mis oraciones imperfectas y tibias, es una causa de que me lleva a veces a la oscuridad de la soledad. Pero también pienso en esas vidas de santos sacerdotes, que durante su enfermedad, no se veían sólo, y en el paso de la muerte, ya sentían la amorosa presencia de Jesucristo que iba hacia ellos para llevarlos al Reino de los cielos.

Los que nos pueden llevar a la soledad más terrible, es cuando el alma ha dejado la oración. Pero si buscamos profundamente la compañia de Jesucristo, ya no sabremos lo que la soledad, porque hemos renunciado a todo lo mundano y vano.

Eso eso, es la inclinación del corazón al mundo y al "yo", a la "autoestima o autosuficiencia" lo que en un momento, lleva al alma a la terrible soledad y se angustia, porqe no ha entrado en el verdadero sentido espiritual y verdad de la oración del corazón.

Hemos de orar todos por la santidad perfecta de los sacerdotes, de los religiosos, de las religiosas, y por todos nosotros los hijos e hijas de la Iglesia Católica, oremos por todo el Pueblo de Dios que es la Iglesia Católica; por las vocaciones santas.

10/02/12 1:23 PM
  
juan
Padre, aquel buen teniente retirado, sólo tenía razón parcialmente. Aunque la soledad nos puede acaecer a cualquiera, no veo el porqué en general los militares sean especialmente afectados; después de todo la profesión militar no impide en tener esposa y tantos hijos como Dios quiera y "ellos deseen o permitan"
Sin embargo, los sacerdotes en general(no algunos religiosos)sí que se encuentran en solitario en la vejez, sin padres o tíos y algunos hermanos ya enterrados o casi o tan viejecitos como el sacerdote.
Pero el caso es que el sacerdote se puede sentir sólo aun de activo y joven. Y si no creen miren los comentarios de arriba que más o menos dicen que con Dios tienen bastante... bueno más o menos.
La soledad no es necesaria al menos que Dios en su Sabiduría la disponga. El sacerdote es también mi hermano en Cristo, seamos más sensitivos para con ellos, y besemos sus manos como un día cuando yo niño se hacía. Si se dejan claro... Que nunca se encuentre usted sintiéndose abandonado, en nociva soledad.
10/02/12 6:29 PM

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