La Iglesia y la prensa en el avispero del Sahara de hoy
Dedicado a mi amigo el padre Joaquín Martínez, Oblato de María Inmaculada, residente en Roma y a todos sus hermanos de congregación religiosa.
Otro lugar de persecución de cristianos, de expulsión de periodistas que han entrado en el terreno por acuerdo entre gobiernos, de pisoteos continuos de las libertades humanas más elementales, y de muertes indiscriminadas, es el Sahara Occidental.
La Iglesia está allí presente, personificada en los padres Oblatos de María Inmaculada. Allí llevan desde el año 1957. Aún continúan. Uno de ellos siempre ha sido el administrador apostólico de aquellas tierras.
Entre los oblatos que he tratado a lo largo de mi vida he conocido a varios de ellos que estuvieron como misioneros en el Sahara español, cuando era una colonia. Siempre me llamaba la atención sus opiniones sobre el futuro de aquella desértica tierra.
Actualmente, en todo el territorio existen tres oblatos, uno de ellos es el administrador apostólico. Ellos tienen abiertas dos iglesias, donde celebran la Eucaristía en inglés. Mejor es leerla noticia entera pulsando aquí mismo.
Mientras, ayer tarde, las autoridades marroquíes han expulsado a la periodista Ana Romero, enviada especial al Sahara, porque representa una “amenaza grave para el orden público". Llevo leyendo a diario las crónicas de esta profesional en el diario El Mundo, y me han gustado cómo informa con libertad y responsabilidad sobre el avispero sahariano donde está vetada la prensa internacional.
La noticia pueden leerla, amigos lectores, pinchando aquí.
La situación en el Sahara está complicándose conforme pasan los días. Espero, y ruego al Señor, que no estalle ningún conflicto armado. No sería bueno para nadie.
Tengo muy claro que los oblatos seguirán allí. Son la presencia de Cristo en las arenas del desierto.
Tomás de la Torre Lendínez
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