Sobre la huelga que no haré
Varios lectores me han consultado sobre la huelga general. Unos me dicen que si voy a trabajar ese día. Aquí respondo que si que estaré trabajando si Dios quiere. Otros me hablan de que les surta de motivos para actuar en su fuero interno ante esa fecha. Otros ruegan que me pronuncie abiertamente sobre el acontecimiento.
Propongo los puntos siguientes:
1.- Parto que la huelga es un derecho recogido en la Constitución, pero que ningún gobierno le ha echado bemoles para legislar sobre la huelga. Algo que es absolutamente necesario.
2.- En relación al derecho a la huelga está el derecho al trabajo que tenemos todos los seres humanos, que gracias a Dios, lo tenemos, pues existen cinco millones de españoles que no tienen nada que hacer porque están parados.
3.- Esta huelga en concreto es un cuento de los sindicatos para demostrar que hacen algo contra el gobierno con el que se han estado dando el piquito hasta el mes de mayo, cuando España entró en suspensión de pagos y Europa y USA le tiraron de las orejas al presidente del gobierno.
4.- Esta huelga será legal, según la Constitución, pero es una pamema que está alimentada por parte del partido socialista, incluso por el mismo presidente del gobierno, que con la concesión de unos servicios mínimos que son máximos esperan tener contentos a los chicos de los sindicatos.
5.- Estos sindicatos tienen su legalidad, nadie la niega, pero viven en un completo engaño a la sociedad española, sobre todo con el ejército de liberados sindicales que están siendo unos privilegiados costeados por el presupuesto estatal para no dar un palo al agua, nada más que ahora que preparan una huelga.
6.- Estos liberados sindicales serán los que con las argucias del miedo y de la coacción impedirán a los que deseamos trabajar ese día que no lo hagamos, algo que deslegitima y convierte en inmoral toda la jornada de la huelga general.
7.- El grito sindicalista andaluz invitando a los abuelos a que ese día no recojan a sus nietos, es la prueba más boba que he escuchado nunca invitando a una huelga.
8.- Aquí reside una parte de los motivos por los algunos obispos están quitando autoridad a sus delegados de pastoral obrera, indicándoles que la Iglesia no debe estar en la hilera de ninguna opción política.
9.- Creo, finalmente, que la mejor solución a la situación económica de España en estos momentos está en la convocatoria de elecciones generales y que sean las urnas, el pueblo votante, el que decida quienes deben sacar a esta nación de la crisis económica, de la crisis de valores humanos y morales que detectamos y de la pobreza que a diario inunda los templos a través de los servicios de Cáritas.
Así pienso. La huelga general es un puro teatro para aparentar que el sindicalismo vertical y obsoleto actual parece que se acuerda, ya demasiado tarde, de la cantidad de personas que no tienen trabajo. Al día siguiente de la huelga vendrá la selva de cifras de seguimiento. Y al tercer día todo seguirá igual, ¿hasta cuando?.
Toda esta juerga nos costará a todos veinte mil millones de euros. Nada más y nada menos.
Tomás de la Torre Lendínez
2 comentarios
Los comentarios están cerrados para esta publicación.