Un libro de liturgia laicista

No se exalte hombre. Su perplejidad ante esto es la misma que la que debían de tener los paganos romanos antes de que tuvieran que convertirse al cristianismo.

Increíble. Puedo entender el matrimonio civil, pero ya hablar de bautizos y comuniones laicas, es una completa imbecilidad.

Sorprende si se define al laicismo como la mera pretensión de confinar la religión al ámbito privado. El laicismo construye la peana de la Bestia.

Saludos.

La verdad es que alguna vez me he llegado incluso a preguntar si el término "matrimnonio civil" no nos lo han "colado" los laicistas hace varios años o decenas de años, quizás cuando se aprobaron dichas uniones o cuando se lealizó el divorcio, que tanto mal ha hecho a las familias.

En realidad, el matrimonio, al menos para los católicos, debería ser un sacramento, que confiere a los que lo contraen la obligación moral de unirse indisolublemente para toda la vida. Quizás no estaría de más que, a efectos civiles, se reconociera también la indisolubilidad del matrimonio católico.

Asistí asombrado a un entierro laico, y la sensación de deseperanza, sin futuro, sin mas alla, era como una losa sobre todos.
En manos de un moderador, de luto riguroso ,fueron pasando pr el estrado amigos, hijos, hermanos y por último su mujer (Creo que estaban casados por la iglesia)
Cuanto mejor hablaban de él, de lo bueno que era, de sus virtudes, era mas contraproducente pues se añadía mas dolor a la familia y amigos.
Al fin y al cabo si hubiese sido un indeseable, pues mejor estaba muerto.
Solo tuvieron un descuido cuando su viuda en uno se los panégiricos dijo -Gracias a dios- ( lo pongo con minúscula porque claro a ser no creyente...) Pero lo único que la hubiese consolado, habria sido decir
-Gracias a Dios.-
Después del entierro no tuve ocasión de comentárselo.

Pues a mi ni me parece bien ni me parece mal, cada uno que haga lo que quiera. Es más, pienso que esto abrirá la puerta para que tantos que no creen, que no tienen fe, que la Iglesia les importa un pimiento no se bauticen, hagan comuniones ni se casen por la Iglesia haciendo sacrilegio de estos sagramentos. Es también un peso que quitamos a los sacerdotes tener que bautizar a un niño cuando ninguno de sus familiares cree y no van a educarlo en la fe (hacen una promesa falsa a Dios), lo mismo ocurre en las comuniones (tomando en falso al mismo Dios), lo mismo en el matrimonio (jurando fidelidad y amor para siempre a Dios en falso). Un sacerdote me dijo hace unos años:
"el problema es que lo bautizamos todo, lo casamos todo, lo confirmamos todo. Los sacerdotes debemos decir no a muchas parejas y decirles que se vayan al juzgado a casarse y lo mismo con el resto de sacramentos. No basta un simple cursillo donde se dice lo buenos y maravillosos que debemos ser con nuestro conyuge y la paciencia y amor que debemos tener con nuestro conyuge y... a casarse".
Qué quieren que les diga, estoy totalmente de acuerdo con este amigo sacerdote, si los sacerdotes (en general) o algunos sacerdotes (en particular) se tomasen más en serio el bautismo, la comunión, la confirmación, el matrimonio "otro gallo cantaría". Y los que no creen en Dios ni en la Santa Iglesia Católica ni piensan cumplir sus promesas a Dios, que se largen a celebrar sus bautizos laicos, comuniones laicas, bodas laicas, entierros laicos y nos dejen en paz a todos los demás que sí creemos en Dios.