Dios y la depresión
Una enfermedad de nuestro tiempo. Así se puede definir la depresión. Una situación que lleva a diferentes actitudes ante la vida y ante Dios.
Vean, amigos, el siguiente vídeo. Es una excelente medicina contra la depresión.
Si ya ha acabado de verlo, trate ahora de meditarlo. Son imágenes y sugerencias que sirven para levantarse de la depresión.
Recomienda este post a todos los que quieras. Muchos te lo agradecerán.
Tomás de la Torre Lendínez
7 comentarios
La depresión es una enfermedad, en todo el sentido de la palabra. Una enfermedad que usted, por lo que veo, desconoce por completo. Si piensa que una depresión se va a curar viendo un vídeo de imágenes chulas, con todos los respetos, va usted listo. Eso sí, entiendo toda su buena voluntad.
Un enfermo de depresión no es una persona que ignora que la vida tiene cosas buenas y hermosas, o que lo ha olvidado; lo que es es un enfermo cuya inteligencia y voluntad, por sí solas, nada pueden hacer para ayudarle a salir del estado en que se encuentra. Requiere medicación y una terapia rigurosa. Y es una enfermedad que los católicos también podemos sufrir, sin que eso implique que se tenga menos fe o amor a Dios que quienes no la padecen. Entre otras cosas, porque hay factores físicos que también influyen en este tema.
Quizá, por eso, Nuestro Señor Jesucristo, durante su agonía en el Huerto de los Olivos, quiso padecer una tristeza en su alma "hasta la muerte". Así es la tristeza de estos enfermos, dignos de gran compasión, sin duda: Una tristeza patológica y mortal. Mucho ojo con el tema, pues.
http://psicotecnopatas.com/index.php/2010/05/01/10-formas-de-vencer-la-depresion/
La fe en Jesucristo, por sí sola, es muy difícil que pueda ayudar a una persona a salir de la depresión; ya he dicho que hace falta medicación, como mínimo. Lo que sí hace la fe en Jesucristo, durante la depresión, es ayudar al enfermo a ofrecer su dolor a Dios, a sobrellevarlo con resignación cristiana y a no rendirse. Y, cuando hablo de rendirse, hablo de saltar por una ventana,por ejemplo. La fe sí puede prevenir los impulsos suicidas que pueda sufrir el enfermo y ayudarle a luchar contra la enfermedad y querer vivir, aun cuando no se tenga gana ninguna de ello (por efecto de la enfermedad). Pero la fe no siempre puede evitar que se caiga en la depresión y, por sí sola, no saca al enfermo de ella.
Alborán: A mí también me ha gustado el vídeo, es muy hermoso. Pero no puede curar una depresión, ni de casualidad.
repitamos mucho el salmo 39 En Jesus puse toda mi esperanza, y El se inclinó hacia Mi y escucho mi clamor.
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