Tres Abades del Valle de los Caídos

SÍ, EN EFECTO, ORACIÓN Y ADORACIÓN AL SANTÍSIMO EN EL VALLE DE LOS CAÍDOS

Si entre los que todavía se atreven a proclamarse cristianos tuviéramos conciencia clara del poder de la oración, del poder sobrenatural de la oración para alcanzar a ser un reflejo de Cristo en la tierra dejándonos querer por Él, entonces no se habría llegado en España a la espantosa situación a la que hemos llegado, en que con la misma naturalidad e irracionalidad, -y sin apenas la firme oposición de unas pocas personas-, se convierte en derecho la posibilidad de cercenar en el vientre de sus propias madres la vida de los seres humanos más indefensos y desprovistos de culpa ninguna, como se vulnera con total impunidad la libertad religiosa y de culto en uno de los lugares con mayor potencial religioso y espiritual de la tierra, donde se alza la cruz más grande y una de las más hermosas de la cristiandad.

Esa es la situación y lo que sobre todo cabe hacer, como con toda razón usted indica, es orar para que el Señor tenga piedad de nosotros y de nuestro prójimo porque somos pecadores.

Entonces sí, entonces no escandalizaremos ni confundiremos a otros haciendo pasar lo malo por bueno, la mentira por verdad ni lo amargo por dulce.

¿Qué sería de todos nosOtros si monjes como los de la Abadía benedictina del Valle de los Caídos no hubiesen puesto sus vidas al servicio de la oración y la adoración al Señor nuestro Dios?

La persecución religiosa que vienen desde meses sufriendo por parte de las más altas instancias del gobierno de España, no es sino consecuencia de nuestros pecados y de nuestra falta de oraciones.

Pero en todas partes hay gente santa y no podemos perder la esperanza que como cristianos siempre está presente en nuestras vidas; nadie ni nada podrá jamás con su oposición truncar ni desviar el Plan de Dios, y nada de lo que está ocurriendo en España y en el mundo carece de sentido y escapa a la mirada del Creador.

Por eso, en efecto, hemos de orar y, en el caso del Valle de los Caídos, hemos de acudir a la Celebración Eucarística que a las 11:00 horas se celebra todos los días en la Basílica Pontificia de la Santa Cruz, al menos los fines de semana, en la única hora de culto en que los actuales enemigos de la razón, de la Ley de Dios y de la misma ley de los hombres, han permitido caprichosa y maliciosamente que, con toda clase de dificultades, esté abierta a los fieles.

Acompañemos con nuestras oraciones y en misa a esa santa Comunidad Benedictina que custodia desde hace cincuenta años al Santísimo en aquel hermoso lugar.

Y recemos porque las actuales conversaciones y negociaciones que se están llevando a cabo con Patrimonio Nacional, lleguen a buen puerto y permitan que se recupere la normalidad que de forma unilateral, ilegal y espuría, lleva alterada ininterumpidamente en ese lugar de culto desde el pasado mes de diciembre del año pasado.

También hace don Anselmo otras cosas:
Ha permitido la tienda en la entrada de la Basílica, el que no se pudiera circular por ella al cortar Patrimonio el a los fieles a la capilla del Santísimo, permite el biombo en la cúpula del altar mayor, permite desmontar La Piedad.
Ha impulsado el que el Centro de Estudios se retire de la abadía (son esos amigosdelvalle tan poco activos), el que la Fundación F. Franco no diga el 20 N la misa tradicional, a impedido a AES que haga algo a favor del Valle y, en fin, dice que hay que huir de todo lo que huela a Franco.
Desde luego, siendo como es la máxima autoridad (desde la retirada del rey del Valle), ha TRAGADO con que se cierre el acceso, se impida el culto (culto es ir a la capilla del santísimo incluso sin misa), y se de por bueno que hay que desmontar La Piedad (de momento y lo que venga detrás después) incluso con informes técnicos en contra de ello.
Ha escuchado del secretario de estado de Presidencia que lo que tienen que hacer los frailes es "irse de una PUTA vez", con lo que no puede tener duda de las intenciones reales del Gobierno.
Desde luego, en la similar abadía de Monserrat habría tenido lugar una reacción de la comunidad muchísimo más gallarda, eficaz, patriótica y religiosa (defensa del culto).
En fín, en la práctica, con su "prudencia", está poniendo facilísimo que se cumpla el público deseo de que el Valle sea profanado y convertido en Museo de la Represión.
Dios le perdone

Cuando el cardenal Rouco cumpla su antipática obligación y convoque a los fieles a la defensa del Valle, éste será un mar de fieles.

Porque en estas cosas, desde Tarancón lo vamos viendo, solo nos estamos callados porque los propios pastores quieren realmente engañarse a sí mismos confundiendo la cobardía y la ingratitud con la prudencia. Nos dejamos pisar porque nuestros pastores dudan y dudan y callan y callan y no ejercen de líderes de sus comunidades.

Y así nos va...A Dios no le gusta la ni la cobardía ni la ingratitud.

J.Mª

Supongo que el Abad habrá consentido lo que dices porque el Valle pertenece a Patrimonio Nacional y existe la ley que impide las manifestaciones políticas de cualquier tipo en ese lugar.

No se va a saltar, el Abad, la ley.

Esta lucha se debe hacer desde la ángulo religioso, de culto e incluso judicial, sin recurrir a grupos ideológicos.

Me ha parecido muy buena la exposición que hace de la actual situación de El Valle de los Caídos, a través de 3 de sus Abades, el sacerdote Tomás de la Torre, está muy bien documentada.

Entiendo y suscribo el comentario que hace Jesús Torres, se ve que salen de una mente recta que busca la verdad, que ama a su Dios, que acude a la Basílica de El Valle de los Caídos a rezar, a dar gloria a Dios, a pedir por este mundo nuestro, que conoce a los monjes y no se sirve de ellos, que admira su vida y participa de los bienes espirituales que en el Valle se respiran.

También he leído el comentario de J Mª, no sé si será una tal Joaquina María o como se llamará. Lo que sí sé es que vierte graves acusaciones en la persona del actual Abad, son maledicentes e infundadas. Su ceguera le lleva a terminar el desatinado comentario, diciendo: “Que Dios le perdone”. Me acordé de Jesucristo escribiendo en el suelo, tras una acusación despiadada, dura, carente del conocimiento de las propias aberraciones y pecados, mientras los crueles acusadores se iban, empezando por los más viejos. Su escrito confunde y no es claro en la exposición. Nada de lo que alude se atiene a la verdad. ¿Acaso es grato para el Padre Abad, para el resto de la comunidad, o para los que acudimos a rezar en la Basílica, tener que sacar lo que llevamos en los bolsillos, pasar nuestro bolso y nosotros mismos por un escáner detector de armas? En ese mismo lugar, había una tienda de Patrimonio Nacional donde se podían comprar crucifijos, medallas, postales de la maravillosa escultura del Cristo que preside el Altar mayor y del resto del conjunto monumental, además, Patrimonio vendía otra serie de recuerdos que podían interesar a los visitantes, es cierto. ¿Pero qué podía hacer el Abad ante la necesidad de que se instalaran escáneres de seguridad a la entrada de la Basílica? ¿No facilita más la visita el poder oír una explicación del monumento mediante auriculares en su propio idioma? No me llamó la atención para mal el que 1 Km antes del altar mayor, se vendieran o alquilaran esos artículos, como tampoco tener que pasar por el escáner.

¿Se nos ha olvidado ya el atentado de ETA que hubo, los daños de esa explosión, que profanó las sagradas formas que estaban en el sagrario, que dañó el órgano y que así sigue? ¿Olvidamos las manifestaciones políticas que algunos ultras organizan en la explanada, y las imágenes que andan por internet filmadas por un tendencioso periodista sueco, que no estaba autorizado a filmar la entrevista que tuvo con el Padre Abad y que luego manipuló a su antojo añadiendo otras tomas?

Lo que hoy ocurre con el Valle de los Caídos es no solo vergonzoso, es repugnante. Antes de cerrarlo al público, las personalidades y autoridades civiles que visitaban España oficialmente, ya lo tenían vetado, si querían visitarlo, como hicieron más de un Presidente de Gobierno, tenían que hacerlo en privado y por su cuenta. El Valle de los Caídos es conocido y admirado fuera de nuestras fronteras por todo tipo de personas.

Recordemos que tanto la Basílica, como el Monumento de la Cruz, tienen un fin: LA RECONCILIACIÓN ENTRE HERMANOS. Por eso se creó el Centro de Estudios Sociales. A dicho Centro se le cortaron los fondos, que hacían posible los estudios, en el primer gobierno socialista de la democracia, eso causó su paulatina extinción.

Hoy el Valle necesita de usted, de ti, y de mí, como consecuentes ciudadanos. Apoyemos al Padre Abad y a la comunidad de Benedictinos, que sufren en su piel y en su corazón más que las esculturas de piedra, que dan su vida día a día, en su servicio a Dios y a los hombres, al Culto Divino y que con su profunda espiritualidad ayudan a tantos de los que por allí vamos.

Mañana empieza el mes de mayo, recordemos que tras la reja de la entrada a la basílica está la escultura de Nuestra Señora del Valle, patrona del lugar. ¿Nos van a impedir que acudamos a rezar a nuestra Madre en el mes dedicado a Ella? ¿No vamos a poder rezar ante los misterios del Rosario que allí están representados? ¿Tampoco vamos a poder rezar ante la Virgen del Carmen, ante la del Pilar, la de África, la de Loreto….? Es muy grave lo que este gobierno está haciendo. ¿Se atreverían a cerrar una mezquita?

¡Dios ciertamente está por encima de ellos!

Considero de interés leer el artículo escrito por el Monje Cisterciense Francisco R. de Pascual, Director de la Revista Cistercium, en la siguiente dirección:

http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=5913

Estimado D. Tomás,
No se olvide de Dom Emilio Aparicio, OSB. Fue Abad brevemente. Elegido en 1986 ó 1987 (En ese punto la memoria no me permite ahora mucha precisión)Fue elegido inmediatamente tras abandonar yo la escolania en 1986, a la que pertenecí durante 4 años. Nosotros le conociamos bien, recuerdo que nos solia poner filiminas. Era un hombre de un carácter cálido, cariñoso,sonriente. Nos era grato su trato, el acercarnos incluso brevemente a él para saludarle cuando nos le encontrábamos por el claustro, porque siempre nos dejaba el alma sumergida en la alegría y muy curada de tristezas. Era simplemente, y así lo vivíamos, la experiencia de encontrarse con un hombre muy bueno.
Después le sucedió Dom Ernesto Dolado,OSB. Le traté ocasionalmente en mis contadas visitas al Valle de los Caídos. Pero también muy buen Abad y de quién me consta por el testimonio de los monjes que dejó buen recuerdo de su etapa como Abad.
Dios y Santa María del Valle quieran proteger a esa comunidad que me educó y a la que tan gran cariño profeso.

Después de que hace unas semanas, el Gobierno abriera sin autorización judicial (y por lo tanto de manera ilegal) las tumbas del Valle de los Caídos, me he convencido de que lo único que impide al Gobierno hacer lo que le venga en gana con la basílica es la incómoda presencia de los monjes benedictinos.

Pues efectivamente. Faltan los Abades Dom Emilio María Aparicio Olmos, que me recibió en la Abadía como postulante. Era una magnífica persona, un verdadero padre para mí. Y también falta el gran Abad Dom Ernesto Dolado Pablo, con el cual profesé mis votos temporales. Un verdadero Santo al que nunca se le hará justicia. Fue bueno hasta en su muerte, donando todos sus órganos. Ahora están los dos en el Señor.
Un abrazo a todos mis hermanos benedictinos de la Santa Cruz, especialmente al infatigable Fray Filiberto.