Monseñor Uriarte, callado está mejor

Entre el 24 y hoy, monseñor Uriarte, administrador apostólico de San Sebastián, ha propinado unas declaraciones a medios públicos vascos que son obuses en la línea de flotación del futuro episcopado de monseñor Munilla en la diócesis guipuzcuana.

Las primeras están publicadas en Libertad Digital. Quien desee conocerlas puede pinchar aquí:

Las segundas están publicadas en elmundo.es. Quien desee conocerlas puede pinchar aqui:

Sinceramente, este obispo, además, de haber quemado la diócesis vasca desde todos los frentes pastorales, ahora está ejerciendo una política de salida del cargo de “tierra quemada". Y esto no es ético, ni moral, ni eclesial.

Alguien, desde Roma, debe llamar al silencio a monseñor Uriarte, máxime cuando quedan dos semanas para que llegue el nuevo pastor, monseñor Munilla, porque si el paisaje ya está quemado, y el ambiente caldeado, se va buscando que nadie, es decir nadie, acuda a ese día de la entrada del obispo Munilla.

La táctica la conocemos: a más tensión social y eclesial, más miedo en las personas, en los cristianos a asistir a la toma de posesión, y luego se sacan conclusiones en los medios informativos como ésta posible: “Poquisimos fieles y curas reciben a monseñor Munilla". Esto como titular vende y crea una mentira: que nadie desea al nuevo obispo.

Desde aquí invitamos a los cristianos de Palencia que acompañen a monseñor Munilla el día 9 de enero en su toma de posesión y a los cristianos vascos, que están en las catacumbas que salgan a la luz y reciban a monseñor Munilla, que es un hombre de Dios, enviado por el Papa, sucesor legítimo de San Pedro, sobre cuya roca fundó Cristo su Iglesia.

Tomás de la Torre Lendínez