Radio Tierra Santa

Las fechas navideñas son propias para milagros importantes, y más si se sitúan en la Tierra de Jesús, donde nació el Salvador del mundo. Además, es tiempo de regalos. Creo que el mejor regalo que pueden recibir los cristianos de Tierra Santa es el siguiente:

AICA
Sun, 13 Dec 2009 05:00:00

“Desde la próxima Nochebuena la voz de la Iglesia católica podrá escucharse desde Tel Aviv a Amman, desde Hebrón a Belén. Así lo anunció el padre Raed Abusahlia, párroco de Taibeh, mostrando entusiasmado la antena de Radio Tierra Santa.

Taibeh es la única población de Palestina que es “católica cien por cien. Aquí no hay mezquitas", dijo el sacerdote, “párroco de la iglesia católica, apostólica y romana. Taibeh tiene 1.300 habitantes, de los que 780 son católicos, 450 ortodoxos y 169 greco-melkitas".

La pequeña localidad recibe al año unos 150 grupos de peregrinos, que compran las “palomas de la paz", lámparas de aceite hechas en cerámica “que iluminan hoy 50.000 iglesias del mundo entero", según este sacerdote lleno de entusiasmo y espíritu batallador, que viste sotana negra.

Sus relaciones con los musulmanes, mayoritarios en las localidades vecinas, es buena. El padre Raed Abusahlia no oculta en cambio el dolor cuando se refiere a las relaciones con las autoridades israelíes: Somos palestinos y como el resto de la población de estos territorios, los católicos sufrimos la ocupación". El sacerdote tiene un pase del Vaticano pero pocas veces puede pasar los controles establecidos por el ejército de Israel. “Para ir a Jerusalén necesito un permiso de que soy obrero de la iglesia. Felizmente lo tengo y en los controles, entre sonrisas y anécdotas logro pasar. Nosotros, los cristianos estamos aquí desde hace dos mil años y seguiremos aquí hasta la Segunda Venida de Nuestro Señor".”

Desde aquí deseamos una feliz Navidad a nuestros hermanos de Palestina y rogamos al Señor que Radio Tierra Santa dure en el tiempo y haga el bien que aquellos cristianos necesitan: paz, libertad, justicia y amor, algunos de los dones que el Niño Jesús dejó al nacer en la cueva de Belén.

Tomás de la Torre Lendínez