Monseñor Guerra Campos a los altares

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“La editorial Sol acaba de publicar el libro “La esperanza del Evangelio”, con homilías de monseñor José Guerra Campos, obispo de Cuenca, España, entre los años 1973 y 1996, de cuyo fallecimiento se cumplen diez años.

El actual obispo de Cuenca José María Yanguas Sanz, señala en la revista diocesana al obispo Guerra Campos “como hombre humilde, y, a la vez, sabio y de profundo pensamiento”. El prelado recomienda “la lectura ponderada y atenta de este volumen que no dudamos contribuirá a la formación del clero y de los laicos de nuestra diócesis”.

José Guerra Campos. (Ames, La Coruña 1920-Sentmenat, Barcelona 1997) fue ordenado presbítero en 1944 en Santiago de Compostela. Licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Entre 1945 y 1964 fue profesor de Teología y consiliario de los Jóvenes Universitarios de Acción Católica. Entre 1962-1963, fue consultor del Episcopado Español en el Concilio Vaticano II participando en las sesiones de 1964 y 1965. En 1964, fue nombrado obispo auxiliar de Madrid-Alcalá. De 1964 a 1972, fue secretario general del Episcopado Español y ejerció numerosos cargos relacionados con el apostolado seglar, entre ellos consiliario de la Junta Nacional de la Acción Católica Española. En 1973, fue nombrado obispo de Cuenca.

En este contexto, ha surgido la iniciativa de impulsar el proceso de beatificación de monseñor Guerra Campos: “Son muchos los fieles de la Iglesia Católica española, especialmente en las zonas en las que Guerra Campos ejerció su ministerio (Santiago de Compostela, La Coruña, Cuenca, Madrid, etc.), que lo están deseando y lo primero que se está realizando es este reconocimiento, con la difusión de su vida y mensaje.”

Tuve la ocasión de conocer a monseñor Guerra Campos en reuniones sobre medios de comunicación social en Madrid. Más tarde, lo traté en Cuenca. Siempre me pareció un hombre fiel a sus ideas, principios y convicciones ideológicas. Un amplio sector de la Iglesia lo consideraba un “enemigo” junto al cardenal don Marcelo, arzobispo de Toledo.

Hoy, desde la perspectiva actual, calmados los ánimos, monseñor Guerra Campos debe ser mejor conocido y comprendido. Algo que no ocurrió en su tiempo vital.

Tomás de la Torre Lendínez

4 comentarios

  
alvarillo
¿Y qué tendrá que ver eso, reverendo, con los altares?
21/11/09 3:33 PM
  
félix floreal
Monseñor José Guerra Campos a los altares... Es decir, un obispo de ultraderecha, fascista (simpatizó con la Fuerza Nueva de Blas Piñar; la alentó) y franquista hasta la médula (loas a Franco; ninguna condena de la dictadura franquista, que pasó por el pelotón de fusilamiento a miles de represaliados), antimoderno, antidemocrático, contrario a las libertades civiles, a los derechos humanos, a la libertad de conciencia, a la libertad religiosa, a la existencia misma de partidos políticos... ¡A la gloria de los altares!
Eso sí: los teólogos de la liberación, las feministas, los proabortistas, elcardenal Carlo Maria Martini, los obispos católicos Jerónimo Podesta, Samuel Ruiz, Pedro Casaldálioga(entre otros muchos), los soñadores de una Iglesia más fraterna, horizontal, comunitaria y abierta al mundo, los movimientos sociales de izquierda... ¡Todos estos al Índice de Libros Prohibidos!, ¡denunciados como disidentes y herejes ante la Congregación para la Doctrina de la Fe (es Santo Oficio, ex Santa Inquisición)!, ¡o a la hoguera con ellos y ellas por herejes, masones, liprepensadores, díscolos, izquierdistas y utópicos!
Vivir para ver.
22/11/09 6:21 PM
  
Encarna
Para Félix- La misión de la iglesia es transmitir el contenido de la doctrina que dio Jesucristo, no hacer modificaciones , porque la verdad es eterna e inmutable,
Los teólogos de la liberación, retuercen la doctrina hasta hacerla herética, por tanto, falsean la verdad y quien los persigue, seguro que es grato a Dios, y es una manera valiente de proteger la obra de Dios.
Y te aconsejo que leas el libro Felix Schlayer, un diplomatico noruego que vivió el Madrid republicano,
para que tengas más visión de lo que fue la guerra civil en los que un gobierno perseguía a sus propios ciudadanos. ¿Debieron dejarse morir, en tu opinión?, la legítima defensa es una de las pocas circunstancias en que la iglesia católica permite la violencia
17/06/12 1:13 PM
  
hermano
No puede ser, no podemos mezclar la politica con la doctrina de la iglesia, pero aun asi lanzo una piedra a favor de felix, me pareceria injusto elevar a monseñor guerra campos, sin antes elevar a moseñor Vicente Enrrique y Tarancon, creo que fue una pieza fundamenta para la transicion , como elemento de union paz y concordia en una España tan dificil, un hombre de gran humanidad, talante, sencillez y pobreza evangelica, y que por desgracia su figura no ha sido reconocida en este pais, a pesar de su gran labor.
01/07/13 10:51 PM

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