Hacia la legalización de la cristofobia

Con la sentencia que muestra InfoCatólica de los tribunales europeos resulta que se hace un corpus jurídico sobre la retirada de los crucificos de lugares públicos. La cristofobia aumenta y tiene patas legales a las que montarse.

La ley de libertad religiosa que está preparando el gobierno ha recibido hoy un balón de oxigeno para creerse que van por el buen camino y que si lo dicta un máximo tribunal de Europa, en España debe ir más lejos, más deprisa y más alto que en cualquier otro país de la Unión.

Quien conozca la ciudad de Jaén sabrá que está recostada sobre un monte llamado de Santa Catalina, que está coronado por un Castillo medieval, junto al cual existe un parador de turismo, y todo el conjunto está presidido por un cruz, que lleva ahí colocada desde los tiempos de la Reconquista por el rey Fernando III, el Santo, en 1246.

Al comienzo, era una cruz de madera, que con los temporales de viento y lluvia se iba con el remolino. A mediados del siglo pasado se hizo de manpostería, y ahí se yergue enhiesta bendiciendo la ciudad de Jaén.

La pregunta que nos hacemos es: ¿Cuando la futura ley de libertad religiosa imponga la desaparición de la cruz de todas las partes visibles para no “herir” a otros, qué ocurrirá en Jaén?. Durante los tres años de la guerra civil estuvo desmochada por la milicia revolucionaria del frente popular. En su lugar colocaron los tubos que habían sacado del órgano de la Catedral para simular cañones ante cualquier avión que deseara bombardear al caserió apiñado debajo.

Ahora con la sentencia del tribunal europeo que está en la portada de InfoCatólica, algunos tendrán ya la argumentación para que la ley de libertad religiosa incluya la desaparición de esta cruz, porque la cristofobia ya es “quasi” legal.

Espero no tener que asistir a tan semejante desmán. Confío en que antes la razón se imponga y no legislen tan en contra del sentimiento religioso de la mayoría de un pueblo que es el cristiano de esta capital de la provincia. Dios lo quiera.

Tomás de la Torre Lendínez

5 comentarios

  
luis-bcn
También habría que cambiar los topónimos.

Por ejemplo, llarmar a un monte "Santa Catalina" puede ser ofensivo para los no creyentes.

Y una ciudad que se llame "San Sebastian", pues también.

Y las calles y plazas, etc.


En cambio, no es ofensivo la "Plaza Karl Marx", de Barcelona, o la calle "Pablo Iglesias" de mi pueblo, etc.


Ah! y que nadie se queje de los signos gays y lésbicos que hay en muchas fachadas de edificios, porque entonces uno se convierte en homófobo delincuente y malvado.


Hipócritas!!!
03/11/09 6:38 PM
  
Mar
En Córdoba tenemos un Sagrado Corazón en la sierra, por la noche lo iluminan y se puede ver desde abajo en la ciudad, no creo que se les ocurra al menos apagarlo, tenemos un ayuntamiento comunista que parece no meterse en esos temas.
En los colegios de Andalucía hace mucho que no hay crucifijo; este año he visto crucifijos en un colegio y me sorprendió ya que estaba también en la sala de profesores donde asisten padres a las reuniones.
03/11/09 6:59 PM
  
Xristoforos
Y le fue permitido hacer guerra contra los santos y vencerlos. (Ap 13, 7)
03/11/09 11:17 PM
  
antiguo alumno salesiano
Afortunadamente, la ministra de Educación italiana ha asegurado que no retirarán los crucifijos de las aulas. La medida del tribunal de Estrasburgo ha suscitado la lógica reacción de repulsa en otras personalidades políticas italianas.
04/11/09 5:42 PM
  
Lucas
Naturalmente. En coherencia con el planteamiento liberal, habría que quitar todas las cruces de lugares públicos, cambiar todos los topónimos, los nombres propios y eliminar las fiestas.

Eso es el liberalismo, a ver si nos vamos enterando.

antiguo alumno salesiano: a ver cuándo te caes del guindo, porque vamos, fiarte de la ministra de Educación se diferencia muy poco de hacerte amigo de Freddy Krueger.
05/11/09 3:29 PM

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