La araña en la sotana blanca
Termina el viaje del Papa Benedicto XVI a la República Checa. Mientras hablaba, el pasado sábado, Benedicto XVI tuvo una compañera inesperada a una araña durante su discurso a los políticos y personalidades académicas en la Sala Española del Castillo de Praga.
Varias páginas de internet de la República Checa muestran este domingo un vídeo en el que se observa la escena acaecida el sábado, cuando el arácnido trepó por la espalda del Sumo Pontífice y se acercó.
Durante varios minutos, el Papa permaneció concentrado en su alocución y no se inmutó, pero finalmente, ante la excesiva cercanía del bicho, dio un ligero manotazo, sin éxito, pues el insecto volvió a aparecer minutos después por el dorso del Papa.
Esta araña es un símbolo de la complejidad de la sociedad checa, que ha estado más de cuarenta años bajo la bota soviética, anulando la presencia de Dios en ella; y antes habían sido invadidos por la locura de la bota nazi.
Desde la caida del muro berlinés, hace ahora veinte años, la sociedad checa va dando pasos y la Iglesia está ayudando a que la tela de araña tejida durante tanto tiempo de falta de libertad personal y social se pueda quitar y arrancar los últimos hilos de esa maraña.
El Papa ha dejado en Chequia unos discursos preciosos, donde ha expresado fundamentalmente que la Iglesia Católica es el origen de la cultura del pueblo checo, igual que lo es para toda Europa, ha aleccionado a todos a que con tesón pueden librarse del tedio que supone el ateismo, y con la ayuda de Dios, podrán, sobre todo los jóvenes a ser apóstoles de sus mismos compañeros y vecinos.
La araña sobre la blanca sotana es un símbolo: ha deseado enredar en su tela al propio Papa y no lo ha conseguido. El pueblo checo tiene ahora la palabra para salir de la maraña del relativismo desfondado del ateísmo y pasar a la plenitud de la alegria del cristianismo. Con el tiempo lo veremos.
Tomás de la Torre Lendínez
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