9.11.15

Con el mundo cómplices en el pecado

Quién presiona a los gobernantes y a la Iglesia para que descarten la Ley Natural y el Evangelio?

Existe una presión fortísima sobre los gobernantes para que introduzcan leyes contrarias a la Ley Natural y, por ende, que atentan contra la vida y la familia. Es la misma presión que ha sometido el entendimiento de una parte del clero y de los fieles católicos, quienes a la vez presionan a la Iglesia cuando pretenden que acepte el pecado sin pasar por el arrepentimiento y la enmienda.

“Pero, de qué presión se trata?”, más de uno se preguntará. Me explico.

La presión la ejerce una ideología, es decir, una estructura cerrada de pensamiento que ha llegado hasta el tuétano de la Iglesia sin que apenas nos hallamos dado cuenta.

Cómo reconocerla? Se reconoce en las consecuencias que arrojaría un cambio y/o actitud personal de los obispos y sacerdotes ante la doctrina.

Cuáles consecuencias? Las que algunos anticipamos leyendo los signos de los tiempos y la que todos veremos al dejar desprotegidos los sacramentos.

Es imperativo que se entienda que por no reconocer el pecado y dar cabida a la comunión a quienes no viven en castidad, sean divorciados o personas homosexuales, dejamos completamente vulnerables los sacramentos, sobre todo, el sacramento del matrimonio y con ello a la familia.

De qué manera? Si, por ejemplo, un sacerdote permite que comulgue una pareja de divorciados que no viven en castidad es porque, antes –al menos- debió confesarlos. Al actuar de ese modo ambos sacramentos quedan profanados. Un acto al margen de la doctrina los convierte en mero procedimiento debido a que les vacía de contenido. Se vuelven, nada más ni nada menos, que en el acto de un hombre colocado al margen de la doctrina.

La Redención, el sacramento del matrimonio y el mismo orden sacerdotal resultarán innecesarios, ya que, si no existe pecado, vano fue que muriera Cristo.

Se volverán innecesarios el sacramento de la Reconciliación, del Matrimonio, de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal.

Qué deviene de lo anterior? Deviene el que, cualesquiera dos o más personas podrían pedir dichos sacramentos sin que existan razones para oponernos debido a que -por ejemplo- las tres mujeres cuya unión civil se realizó en Brasil recientemente, podrían pedir el sacramento del matrimonio ya que, así como para el Estado no existe pecado tampoco existiría para la Iglesia, por lo que tampoco que existen razones para negar el resto de los sacramentos o para oponerse a la adopción o a que recurran a la FIV.

La dignidad de la vida humana desde la concepción quedará completamente vulnerable.

Es que ni siquiera muchos de los sacerdotes y obispos miden las consecuencias, es decir, que se exponen a ser considerados por el Estado como meros funcionarios públicos.

Por influencia de dicha ideología muchos dentro de la Iglesia se han inventado su propia noción de misericordia basada en los sentimientos tal como las personas homosexuales, las abortistas, etc. se han inventado que el Derecho regula sus deseos.

Los primeros reclaman Misericordia a la Iglesia y, los segundos reclaman al Estado unos supuestos “derechos” que imponen y que, a la vez, despojan de sus derechos a quienes piensan de manera diferente. 

Llegados a este punto, nótese de qué manera, los católicos somos calificados de inmisericordes cuando denunciamos la presión ideológica y, nótese también que, cuando algunos católicos denuncian la presión que dicha ideología ejerce desde dentro de la Iglesia, para ellos el resultado es el mismo.

De esta circunstancia no me habría percatado de no tener años de ser activista provida en redes sociales ya que, cuando se trata de proteger la vida y la familia, se recibe la misma presión de parte de los promotores de la Cultura de la Muerte que de ciertos sacerdotes y fieles católicos.

Acaso, el que extremos (supuestamente) opuestos ejerzan el mismo tipo de presión no los convierte en cómplices?

Con esto solo pretendo dejar claro, una vez más, que el enemigo es uno y no está fuera de la Iglesia sino que está presente, en mayor o menor grado, en cada laico o ministro ordenado, sea cual sea la posición de autoridad que ocupe, mientras confunda Misericordia con la satisfacción de deseos o sentimientos

A los católicos que no temen ver la realidad de frente los exhorto a mantenerse firmes en la fe sostenidos por la gracia que les dará paz, confianza, sostendrá en la Esperanza, mantendrá cerca de los sacramentos y de la oración.  

Hagan su mejor esfuerzo para no perderla. Será lo único en lo que hallarán asidero.

A los católicos que, por enterarse de estas cosas tiemblan por temor a perder su fe les digo que, si encuentran que su fe es tan débil que no sirve para admitir que el pecado de la Iglesia es el pecado del mundo, para empezar pidan la gracia para reconocer su propio pecado ya que, una vez reconocido, no solo se comprende su gravedad, la de aquello a lo que nos enfrentamos sino también el sentido de la Misericordia.

Empiecen por ahí y verán que podrán, con la ayuda de Dios, hacerse cargo de su fe con toda responsabilidad.

Háganlo, porque, si bien en Occidente la presión sobre los cristianos ha tomado la forma de una ideología, en Oriente, la tiene en la figura del Estado Islámico.

Ellos están muriendo por mantenerse firmes en la fe.

Acaso no es lo mismo que se nos está pidiendo?

3.11.15

¡Qué pedazo de cielo fue esa misa!

Anoche asistí a misa de Requiem la que fue celebrada bajo el novus ordo en latín y ad orientem.

El Coro Lírico Herediano, de gran prestigio, engalanó la celebración.

Ha sido el padre Sixto Varela, de la Diócesis de Alajuela cuyo obispo es Monseñor Angel SanCasimiro, quien celebró bajo esa forma del rito latino.

Fue, Sebastián Camacho, un joven acólito y amigo, quien -para colaborar con el padre Sixto- buscó apoyo en el grupo de fieles que promovemos la celebración de ambas formas del rito latino; aunque, a decir verdad, creo que fue por la colaboración entre padre Sixto y Sebastián con la gracia, que la misa de Requien de 2 de noviembre del 2015, es hoy un hecho consumado.  

Como pocas veces en mi vida estuve absorta durante toda la celebración pero, cómo no estarlo si, desde la procesión de entrada, estuvo colmada de belleza?

En cierto momento, durante la plegaria eucarística, me di cuenta que había permanecido inmóvil durante mucho tiempo. Fue cuando también noté el apaciguado ritmo de mí respiración y el hecho de que estaba, muy pero muy en paz. 

Y cómo no estarlo si, ante mi estaba el padre Sixto - in persona Christi-  de cara al Padre?

Mientras tanto, arriba -en el coro- los ángeles cantaban.

Una y otra vez, el padre Sixto entregaba sus oraciones junto a las nuestras. Nuestras alegrías, nuestros fracasos. Nuestros temores y tristezas. Nuestra súplica vehemente pero, también, nuestra alabanza y nuestra gratitud…

Muy pero muy cerquita del Padre, literalmente, ofrendándose por Cristo, con El y en El.

Presentándonos como un ramillete puesto a los pies de la Cruz.

El querido padre Sixto también al lado de María. Mi entrañable “María de la Cruz”. Yo misma, ahí estaba y estaban mi padre y mi madre. Mis abuelitos. Teresita y Teresa, también Benedicta de la Cruz. Ahí estuvimos todos. En medio del coro celestial cantando Sanctus, Sanctus, Sanctus, ¡Deus sabaoth!

Cómo podría alguno no quedar absorto pero, principalmente, transformado?

Por mi mente pasaron las palabras de Pedro durante la Transfiguración: - “Qué bien se está aquí!”

Aunque, supe de inmediato que aquello no sería para siempre, que era lo justo que fuera de ese modo ya que, tan solo de estar en contacto con la gracia abundantemente prodigada en la misa, quedaríamos capacitados para regresar a cumplir lo encomendado.

Sea lo que fuere y adonde fuere. Del modo que fuere.

No creo que nunca antes me hubiese quedado tan claro.

¡Qué pedazo de cielo fue esa misa!

La recordaré por siempre.

Gracias, padre Sixto y agradezca por mí a su obispo.

Gracias Sebastián, Dios te guarde; también a usted, querido José Pablo y, por supuesto, a don Didier querido.

Gracias, Señor, por haberme dado a entender tantas cosas a través de la Liturgia.

Tu amada Liturgia.

Que tu generosidad de Padre tiene a bien compartir con nosotros.

Gracias, Padre.   

28.10.15

Curso Experto Comunicador Católico (ECC)

Queridos lectores:

A continuación copio el correo que me ha enviado la Universidad Libre Internacional de las Américas de quienes me consta, ya que llevé el curso el año pasado, posee un amplio y de primera categoría cuerpo académico del que, al igual que yo, muchos de ustedes podrían estar sacando ventaja para su vida profesional y de fe para estos tiempos duros que corren. 

Me he tomado la libertad de publicarlo aquí a manera de retribuir a la universidad su esfuerzo que no es poco dada la altisima calidad del profesorado, el cuerpo técnico y los contenidos. 

Espero que, de anotarse en algún curso, me lo hagan saber. Me dará mucha alegría.

De mi parte, nada más recomendar que, por ser intensivos, necesitarán disponer de al menos dos horas diarias para el estudio, de lunes a domingo, y que -además- les guste estudiar asi como la temática propuesta. Sería ideal que tuvieran, al menos, estudios de escuela y colegio completos.  

Los invito a leer y a recurrir a los enlaces por mayor información. 


 

Tercera edición del Curso de Experto en Comunicación Católica, ECC, auspiciado por CATHOLIC VOICES ESPAÑA y la Universidad Libre Internacional de las Américas, ULIA, que lo oferta como título propio. El curso está coordinado por los profesores Ignacio Gil Pechuán y José Pérez Adán.

Va dirigido a periodistas y divulgadores católicos; jóvenes comprometidos mediáticos y activos en redes sociales, potenciales comunicadores, difusores, y portavoces no oficiales de la fe católica en medios de comunicación que reclamen el testimonio de vida de personas comprometidas. Se oferta para alumnos de todos los países de habla española.

FORMATO:

El curso consta de 23 sesiones semanales en total. Cada sesión comprende 3 partes:

1.- El video del experto (sobre 15 minutos)

2.- Un/os textos de estudio a propuesta de la dirección del curso y/o del experto

3.- Un control de 3 preguntas de desarrollo sobre la comprensión del video y los textos que elabora la dirección del curso y que el alumno deberá responder semanalmente.

Para la obtención del título de experto además del control semanal se exige al alumno la elaboración de un video final de diez minutos con una comunicación propia acerca de un tema relativo al curso.

CONTENIDOS:

18 temas de actualidad y de interés mediático entre los que figuran:

Aborto 

Abusos sexuales por sacerdotes y pederastia 

Anticoncepción de emergencia 

Clericalismo  

Divorcio 

Educación de la sexualidad

Eugenesia

Eutanasia y “muerte digna”

FIVET 

Homosexualidad  

Laicismo

Libertad 

Libertad religiosa  

Matrimonio 

Matrimonio homosexual  y multifamiliasmo

Moral social 

Reconocimiento de la fertilidad 

Transhumanismo

Y 5 temas propios sobre la actitud y enfoque de la comunicación católica en base a la experiencia de Catholic Voices.

Cada tema cuenta con un experto profesor universitario que interviene en el video. Los profesores expertos, todos de renombre y experiencia, colaboran específicamente en el curso con intervenciones inéditas grabadas para este propósito. Más información en www.ulia.org/ecc

Le rogamos pase la información a sus recomendados. El tope de alumnos por curso es de 20 personas. El plazo de aceptación de solicitudes de matrícula se cierra cuando se llena el cupo.

Considere por favor la idoneidad de las personas a las que hace la recomendación.

Quedamos a su servicio. Muchas gracias

23.10.15

La mejor persona de la historia

Dedicado a Ana Lau

El otro día una conocida, hablando con ella de la castidad, me decía que nunca querría pertenecer a una religión como la nuestra, tan inhumana y opresora.

No deja de tener razón en el sentido de que Cristo exige mucho de nosotros tanto en el aspecto físico como emocional e intelectual.

Aunque, valdría la pena mencionar que -si uno se toma en serio- resulta ser lo más estimulante que criatura humana podría conocer el tener delante a Cristo desafiándole, ya no digamos a ser “santo” sino a ser “la mejor persona de la historia”, es decir, aquella persona que ni siquiera imaginas podrías llegar a ser.

Un héroe. El héroe que, muy en el fondo de ti, siempre has intuido podrías ser.

O, es que, acaso, de una persona de la magnitud de Cristo, rechazarias un reto semejante?

Pues, qué diré, lo rechazaría solo alguien que no quisiera salir de su “zona de confort"; es decir, alguien que está satifecho con el ser humano que es, con lo que hace, dice y piensa. No crees?

Bromas aparte, y para aliviar un poco la tensión acerca del Sínodo, no les parece que gran parte del desacuerdo que existe es debido a que muchos (católicos, entre ellos) no quieren, no pueden o no detectan el desafío que plantea Cristo?

Quizá por esa razón es que hemos escuchado a varios padres sinodales decir, tal como mí conocida, que la Iglesia espera demasiado de las personas ya que, por ejemplo, alguno por ahí ha dicho que solo “héroes” vivirían en castidad.  

Por supuesto, podría ser que Cristo no es para ellos quien es para nosotros. Eso podría ser.

Podría ser que, unos estaríamos ante Cristo, el Logos, origen y fin de todo lo creado y, otros, ante alguien que es como uno de nosotros o, quizá, tan solo una idea salida de su propia cabecita.  

Y es que nuestra cabecita puede llegar a tener ¡cada idea!; muchas de las que, ya lo sabemos, son considerablemente inhumanas y opresoras.  

Así es, lo reconozco, y parecerá el colmo, pero existen padres sinodales y muchos (no cristianos, entre ellos) que no se enteran (o no quieren enterarse) del desafío que tienen por delante: ser “la mejor persona de la historia”

Es lo que, de manera simple, planteó Cristo a los discípulos.

Lo que nos plantea a cada instante.

Por eso seguir a Cristo es exigente pero a la vez fascinante.

Lo único humano y liberador.

20.10.15

¿Emocionales antes que racionales?

El domingo pasado fui a la misa de 5:30pm en la que me encontré que era una misa con jóvenes (Ta-nán!)

Sufrí de antemano un poco, ya que con el párroco anterior, experimenté en carne propia lo que la “iniciativa” de los catequistas puede hacer a una celebración litúrgica con jóvenes cuando el párroco tampoco tiene claras algunas cuestiones básicas de nuestra fe.

Mirándolos aplaudir jubilosos o quebrados en llanto lo único que lamenté fue que los estén conduciendo a un supuesto encuentro con Cristo a través del camino de los sentimientos y de las emociones. 

Esta experiencia dejó para mi muy clara la magnitud del problema que tenemos entre manos.

No solo ha sido que algunos obispos se consideran con autoridad para regular en sus diócesis, algunas veces, prescindiendo de las directrices del Magisterio sino que la epidemia se extiende a sacerdotes, catequistas y hasta los mismos laicos que, supuestamente, reciben formación católica; la que, al día de hoy, posee mayor contenido basado en los sentimientos y emociones antes que en lo razonable que resulta creer.  

Por que es razonable creer, o no? Acaso no responde Cristo en persona, mejor que cualquier amigo, a nuestras más profundas aspiraciones tanto afectivas como racionales?

Pues, eso! Las responde! Por eso creemos, o no?

El caso es que, les pregunto: los apóstoles, tras la muerte y Resurrección, se juntaron para llorar juntos o, al contrario, se plantearon con seriedad su vidas ante el hecho de haberse encontrado a través de su muerte con la Persona que encarna el Amor?

Hasta este punto nos hemos permitido dejar de razonar la fe y, hasta ese punto hemos llegado a pensar que Cristo es algo, cuando es Alguien, es decir, persona con derecho a una Liturgia digna y a que su mensaje sea transmitido de modo fiel. 

Esto ha quedado para mi muy claro tras ver el video del padre Santiago Martin que circula por Facebook en el cual explica su preocupación acerca de que algunos obispos y cardenales en el Sínodo se hayan emocionado por el caso del niño quien, en su Primera Comunión, partió la hostia consagrada para entregar la mitad a su papá quien es divorciado en segundas nupcias.

Es cierto, resulta preocupante que hayamos tantos en la Iglesia que estemos dispuestos a emocionarnos por un sacrilegio.

Lo que me lleva a pensar que el papa emérito Benedicto tuvo razón al decir que si la Iglesia llegara a destruirse sería por el trato que damos a la Liturgia. 

O, acaso no es debido a la pérdida del sentido de lo sagrado, que muchos laicos, obispos y sacerdotes ya no crean que Cristo es persona con derechos y que, por lo mismo, lo traten como a un objeto que les procura agradables y merecidas emociones y sentimientos?

En efecto, Cristo, antes que ser Alguien que nos seduce con su forma de ser y de quien procuramos su amistad para amarlo de vuelta tal como nos ha amado, ha sido arrancado de cuajo de muchas de las celebraciones litúrgicas a las que tiene derecho como Hijo de Dios y Redentor del mundo, para habernos colocado, curas y laicos, en el centro de la celebración.

Lo digo de nuevo y no me cansaré de decirlo: la misa según el vetus ordo así como el Catecismo de preguntas y respuestas, dejan muchísimo más rápidamente claro en los neófitos el amor de Dios y lo que exige. 

La Liturgia apegada al misal obtiene del cielo la gracia para comprender en corto tiempo quién es y qué pretende la Persona en la que se encarnó el Amor así como la forma en que podemos amarla. Les evita a niños, jóvenes y adultos, un largo proceso de conversión ya que prescinde de las emociones y sentimientos debido a que exige comprender y pensar para conseguir amar. Para eso sirven las rúbricas, o no?

O es que, vamos a seguir -de necios- haciendo las cosas como mejor nos parece? Habrán de insistir algunos padres sinodales en ser emotivos antes que racionales o, en el peor de los casos, insistirán en actuar localmente según propio criterio tal como el papa Francisco ha sugerido? Ya veremos.

El caso es que, si alteramos la Liturgia, alteramos fácilmente la catequesis y si ésta es alterada, qué tipo de evangelizadores estaremos enviando? Caray! Ni pensarlo quiero.

Así están las cosas.

Podría tener razón un amigo cuando dice que el Sínodo no arrojará otra cosa que no sea lo que ya tenemos: una Iglesia que contiene dos o tres iglesias incorporadas bajo el Primado de Pedro. Podría tener razón, aunque, pregunto: ¿eso fue lo que tuvo el Señor en mente al encomendar a Pedro la Iglesia?

El Señor sabrá para qué nos ha puesto en esta situación.

De mi parte solo me queda clamar el cielo su gracia para conservar la confianza y la Esperanza. No seré defraudada.

Me pongo a rezar. Hágalo también.