El Señor no abandona la obra de sus manos
“Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza, cumple tus votos al Altísimo e invócame el día del peligro: yo te libraré y tú me darás gloria”.
Salmo 49
Tengo a tan solo 12 minutos de mi casa a los Heraldos del Evangelio por lo que es una alegría trasladarme cada domingo a su sede para la misa.