Riquezas que aparecen y desaparecen.
El otro día, el apreciado Alonso Gracián me mandó el libro de visiones de la beata Ana Catalina Emmerich sobre La Pasión del Señor.
La cuarta meditación trata sobre el cáliz que utilizó nuestro Señor en la última cena.
Observé que el cáliz existe desde tiempo inmemorial y, aunque pasó por muchas manos, el Señor siempre contó con custodios de la tradición para hacerlo llegar a manos de Jesús esa noche memorable.
“Porque Dios así lo quiso", dice la beata, “se encontró este cáliz Santo".
Aquella visión me pareció muy aleccionadora en relación a cómo aparece y desaparece la forma extraordinaria de la santa misa en nuestro país.
“Porque Dios así lo quiso", desapareció sin dejar rastro después del concilio Vaticano II, apareció de nuevo para estar presente entre nosotros durante ocho años y, desaparece de nuevo, sin aparente buena razón.
El caso es que el Señor es el único que sabe cuándo aparecer el cáliz y esconderlo para cuando ha cumplido con su deber; lo mismo sucede entre nosotros con la santa misa de antes.
Y, como falta mucho para la Parusía, es probable que volveremos a ver la forma extraordinaria entre nosotros.
Estaremos a la espera!
Sea a Dios toda la gloria!
Deo omnis gloria!
5 comentarios
El 'Vetus Ordo' hoy es perseguido y menospreciado, pero volverá a ser reconocido, amado y vivido en su debido tiempo. Vivimos tiempos de decadencia y no me sorprende tanto que muchos desprecien este rito precioso, al igual que el cultivo del latín y el canto gregoriano. El problema no es del Rito Sagrado sino la secularización y empobrecimiento de la cultura cristiana, la caridad y devoción en el Pueblo de Dios y sus pastores. Cristo remediará esto a su tiempo.
2. Derecho Canónico - Artículo 3 DE LOS RITOS Y CEREMONIAS DE LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA
924
§ 1. El sacrosanto Sacrificio eucarístico se debe ofrecer con pan y vino, al cual se ha de mezclar un poco de agua.
§ 2. El pan ha de ser exclusivamente de trigo y hecho recientemente, de manera que no haya ningún peligro de corrupción.
§ 3. El vino debe ser natural, del fruto de la vid, y no corrompido.
925 Adminístrese la sagrada comunión bajo la sola especie del pan o, de acuerdo con las leyes litúrgicas, bajo las dos especies; en caso de necesidad, también bajo la sola especie del vino.
926 Según la antigua tradición de la Iglesia latina, el sacerdote, dondequiera que celebre la Misa, debe hacerlo empleando pan ázimo.
927 Está terminantemente prohibido, aun en caso de extrema necesidad, consagrar una materia sin la otra, o ambas fuera de la celebración eucarística.
928 La celebración eucarística hágase en lengua latina, o en otra lengua con tal que los textos litúrgicos hayan sido legítimamente aprobados.
929 Al celebrar y administrar la Eucaristía, los sacerdotes y los diáconos deben vestir los ornamentos sagrados prescritos por las rúbricas.
930
§ 1. El sacerdote enfermo o anciano, si no es capaz de estar de pie, puede celebrar sentado el Sacrificio eucarístico, observando siempre las leyes litúrgicas, pero no con asistencia de pueblo, a no ser con licencia del Ordinario del lugar.
§ 2. El sacerdote ciego o que sufre otra enfermedad puede celebrar el Sacrificio eucarístico con cualquier texto de la Misa de entre los aprobados, y con asistencia, si el caso lo requiere, de otro sacerdote o diácono, o también de un laico convenientemente instruido, que le preste ayuda.
3. El Rito Antiguo romano volverá a ser ordinario porque el Rito Moderno romano tiene un cáncer en si mismo que lo hará desaparecer.
Dejar un comentario