La mayor y más perversa mentira jamás elaborada
Todo lo que ha hecho Dios siempre por el ser humano ha sido para encaminarlo hacia la restauración del Bien.
Así fue como lo rodeó en Edén de todo lo bueno.
El pecado original, la gran desconfianza en Dios, provocó en el hombre que, tanto la razón como los sentimientos y emociones, cayeran en gran turbación y desorden respecto a si mismo y a la Creación.
El Antiguo Testamento, respecto a la conducta del ser humano hacia lo creado, no es otra cosa que el forcejeo de Dios con su criatura con el fin de ayudarle a restaurar el Bien y con ello el orden y la claridad de pensamiento.
Durante ese período, Dios no solo pedía las primicias como ofrenda para el sacrificio con el que sellaba su alianza sino que las mismas fueran sin defecto alguno.
En su incansable afán por hacernos comprender que el Bien se restaura con el sacrificio de lo mejor que de Él hemos recibido, es que buscó preparar el terreno para que, más tarde, comprendiéramos el significado del sacrificio redentor del Hijo.
Dios nos da lo bueno pero, si lo dañamos, El tiene el poder de restaurarlo mientras accedamos a ser ofrenda en el Hijo.
Desde tiempo de Moisés hasta el momento presente, Dios ha forcejeado con el ser humano para que comprenda que, tras la Caída, es necesario aceptar entregarnos como ofrenda.
Y no una ofrenda cualquiera sino la mejor para lo que nos capacita con su gracia la que, para empezar, nos la ofrece con el Bautismo al cual tenemos acceso solo debido a que Dios se hizo hombre, murió y resucitó.
Por eso es que para los apóstoles se volvió imperioso salir de misión ya que, en ellos, el ser humano finalmente comprendía la importancia de creer en el Dios único y verdadero quien, habiéndose hecho uno de nosotros, se entregó a sí mismo como ofrenda irreprochable.
De dicha certeza es que la gracia los tornó imparables. De què otra cosa?
Salieron de inmediato a bautizar ya que, por la gracia conferida en el sacramento, somos constituidos en hijos de Dios y restaurados en el Bien; es decir, en el orden y claridad de pensamiento para el que fuimos originalmente creados y, a la vez, capacitados para comprender la importancia de –en el Hijo- inmolarnos como ofrenda.
No tiene ningún sentido que, Dios Padre y Creador nuestro, se hubiese tomado todo este trabajo para que, a partir del año 2017 con la publicación de Amoris laetitia, como de la nada, cediera en su inmemorial esfuerzo por salvar al hombre y que, como quien se entrega a la derrota, proponerle un giro de 180º en el plan de salvación para de facilitarle el que ya no fuera necesario entregarse como ofrenda para el sacrificio y, ni mucho menos serlo, pura e inmaculada.
Que, a partir de la nefasta interpretación que se está dando a dicho documento, se mienta a las almas, haciéndolas creer que podrán salvarse sin entregarse en el Hijo como ofrenda intachable, es la mayor perversión que hayamos sido capaces de elaborar por nosotros mismos desde la creación del mundo.
La mayor y más perversa mentira jamás elaborada por la mente humana es lo que, a partir del 2017, nos constituye a muchos de los católicos en la vívida imagen de quien vive sin Dios.
33 comentarios
Efectivamente, no se predica que la Muerte ha sido vencida en Cristo, y que por tanto, ya no somos esclavos del Demonio y por tanto, es posible, con la gracia de Dios, abandonar el pecado , si quieres.
Ese documento hace esta propuesta: que lo que estaba definido, para todos, a partir de una norma objetiva (no se dará la absolución ni la comunión a quienes viven en adulterio) ahora se decida, caso por caso, a partir del discernimiento subjetivo de pastores y fieles.
Así las cosas, los pastores que han decidido dar la Comunión a los adúlteros, no lo hacen porque interpreten mal Amoris Laetitia, sino porque han optado por acoger su propuesta.
La propuesta, es decir, la tentación, es la obra de Satanás.
Dicho lo anterior, me parece que la exhortación, en un redactado y estructura ciertamente mejorables, lleva a pensar algunas cosas que son contrarias a la Doctrina de la Iglesia. No se trata solamente la cuestión de los casados que han realizado una nueva unión. Algunos aspectos fundamentales de nuestra fe parece que se tambalean en esta exposición. Tampoco debemos olvidar las dubia presentadas al papa por cuatro eminentes cardenales, o la reacción general de muchos prelados y fieles creyentes, a los que se les supone conocer bien el Catecismo.
Laus Deo
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Padre Jorge,
Lo que yo me he venido preguntando hace tiempo ya que algunos de sus alumnos, en redes sociales, repiten como loras todo lo que usted dice y es asì como me he enterado de su forma de pensar, es en què queda todo aquello que nos enseñò de parte del padre Royo Marìn sobre la conciencia, la libertad, la voluntad, la gracia y la consecusiòn del bien? A todas luces, el capìtulo 8, contradice de p a pa no solo lo que indica Royo Marìn y lo enseñado por usted, sino que relativiza hasta extremos infernales, la voluntad de Dios sobre el ser humano, es decir, pone en entredicho aquello de que nos quiere santos.
Estarè en desacuerdo con usted de cabo a rabo debido ùnicamente a que existe suficiente evidencia aportada por teòlogos, filòsofos, moralistas, tanto seglares como consagrados, respecto a que Amoris laetitia està toda ella influenciada por malas teologìas y, tan malas son, que han llevado a no solo gran confusiòn sino a una gravìsima divisiòn entre nosotros. Para empezar, solo mìrenos a usted y a mi, discutiendo sobre estas cosas cuando todo el tiempo hemos pensado del mismo modo.
Solo eso, deberìa decirle algo.
Esto se trata de gustos, lo demuestro en el hecho de que se trata del gusto por relativizar lo que por dos mil años se habìa mantenido firme.
Y, tan grave es el asunto que, dìgame ahora còmo voy a confiar en lo que usted enseña si es capaz de poner en entredicho lo mismo que tiempo atràs nos enseñò?
Y, por cierto, esto no se trata de infidelidades al papa. Dios nos libre. Se trata de, con auxilio de la gracia, enfrentar hechos incontrovertibles como es la divisiòn y la confusiòn imperantes que surgen, precisamente, de Amoris laetitia.
Ahora ya sabe para qué sirve la oración. El mismo Papa la pide insistentemente. Existen medios, y no sólo tecnológicos o económicos, para hacerlo pero nada pueden contra los que se confían en manos del Señor.
A usted le haria bien pensar en todo esto.
Los cambios disciplinares en la Iglesia se han dado y darán. Recuerde en los siglos vii-viii cuando se introdujo la practica penitencial "actual", y la Iglesia en su sabiduria continuo.
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Padre, como usted ha de saber, mis estudios no llegan a tanto como para discutirle sobre Capello y la ley de la gradualidad pero una cosa si tengo clara, que lo que digan los jesuitas no deberìa constituir para nadie en enseñanza de la Iglesia sino lo que, por siglos, èsta ha enseñado y que consiste en llamar al pecado por su nombre para que, por gracia, quedemos capacitados al bien.
Me pregunto a la vez, padre Jorge, còmo es que no consigue ver que, una vez se acepta dar la comuniòn a los adúlteros segùn la situaciòn, estamos ofreciendo en bandeja de plata la santa comuniòn a cualquier pecador para que tambièn la reclame?
Serà posible que no consiga ver el vìnculo entre lo debilitada que queda la moral catòlica desde la teologìa que usted maneja y, por ende, totalmente a merced de los embates de la Ideologìa de Gènero?
El caso es que, si no lo ve, es porque el fundamento teològico que està usted manejando se lo impide porque el mìo me lo permite. Nota cuàn fàcilmente podemos poner lo màs valioso de nuestra fe en manos del enemigo solo por enfatizar lo pastoral en teologìas erradas?
Una cosa màs, si no puede escribir en su telèfono, por favor dìctele, porque algunas frases pràcticamente no se entienden.
No ofenda en el diálogo a las personas. Que usted podría repetir como lora lo que otros dicen. El dialogo se hace con respeto a las personas, y se fiscuten las ideas.
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Tiene razòn, padre Jorge, en que no debì llamarlos "loritas".
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Eso si, y es mejor que lo sepa, con sus alumnos no se puede discutir sobre ideas porque las que tienen son las suyas y ni siquiera las manejan bien. Asì que, por ese lado, mejor disculpe. :)
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Sancho:
Si, atar y desatar. A Pilatos le fue dada autoridad gracias a la que muriò el Hijo de Dios.
No crea, Sancho, tambièn reflexiono sobre para què Dios concede autoridad.
Definitivamente, espero que estemos de acuerdo, serìa para la consecusiòn del bien.
Serìa raro que lo hiciera para que los pecadores comieran su propia condenaciòn, no le parece?
Mejor nos vemos y hablamos,
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Si, padre, nos veremos y hablaremos.
Pase a casa cuando guste.
Eso si, al lado de una taza de cafè y un buen pedazo de tamal de elote, me va a tener que oìr. jeje
Fuerte abrazo,
Lo que usted dice es que ahora algunas personas divorciadas pueden comulgar, por mas que sigan viviendo juntas y manteniendo relaciones sexuales, y que eso es una cuestión disciplinar que un papa puede o no permitir? y que ahora el papa Francisco desata esta cuestión que antes la iglesia ato?
¿Es eso lo que usted sostiene?
Hay que tener el VALOR de decir que no se trata de una nefasta interpretación.
A quién seguiremos? A Cristo Jesús, o al Papa Francisco?
Yo, a Cristo.
"Hay que estudiar con detenimiento el dasarrollo del sacramento del matrimonio en los siglos y no absolutizar elementos que pueden cambiar"
Advierto claramente la ponzoña de la ambigüedad que mata almas.
¿Estudiar qué? Repase el Evangelio que es bien simple, lleno de frases claras, nada ambiguas, y parábolas ilustradoras para el manso y sencillo:
"Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre"
"Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio".
Usted tiene un problema gordo, amigo. Rece más por usted mismo, tal vez con un par de jaculatorias como un "Espíritu Santo, fuente de luz, ilumíname" o cuando sea tentado a cuestionar una sóla tilde del Evangelio por soberbio (todos lo somos) "Jesús, manso y humilde corazón, haced mi corazón semejante al vuestro"
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Asì es, chico, y espero decìrselo cuando lo vea. Fue mi pàrroco y profesor de moral.
Pecadores somos todos, quizá yo más que la mayoría, pero en el propio evangelio Pablo nos advierte que quien recibe la eucaristía indignamente come y bebe su propia condenación.
-El que comete un pecado mortal y no se arrepiente no puede recibir la absolución. Si no recibe la absolución permanece en pecado mortal. Si recibe la eucaristía en esta situación añade el sacrilegio, enorme pecado, a su pecado anterior.
-El adulterio es pecado mortal. Si quien lo comete no se arrepiente sigue en pecado. No debe comulgar por su bien. Si se enseña lo contrario se contradice el evangelio, no es una cuestión pastoral.
Padre, rece por nosotros como nosotros rezamos por nuestros pastores.
El Espíritu Santo le acompañe siempre, le ilumine y le guíe en su camino.
Un saludo en la Fe
1- En los dos pontificados anteriores, se dieron sobrados documentos enfatizando que "a quienes viven en adulterio, no se les puede conceder ni la absolución ni la comunión sacramentales", Con ello, no se proclamó nada nuevo, simplemente se reafirmó lo que la Iglesia ha enseñado siempre. He leído "con lupa" esas intervenciones magisteriales (además del Catecismo y el Derecho Canónico), y, por ningún lado se da a entender que dicha norma es de aplicación discrecional (según la situación de cada caso). Por eso, por más que me afirmen lo contrario, sigo convencido de que AMORIS LAETITIA (EN ESTE PUNTO) NO ES CONTINUACION Y DESARROLLO DEL MAGISTERIO ANTERIOR, SINO CLARA RUPTURA CON LA TRADICION DE LA IGLESIA.
2- Un argumento muy usado por quienes adversan a los impugnadores de Amoris Laetitia, es que "no debemos ser tan rigoristas porque todos somos pecadores". Que todos somos pecadores es una Verdad con mayúscula, que nadie puede negar; pero de ahí no se sigue que debemos esconder las exigencias del Evangelio y pensar que la misericordia es laxismo. La Misericordia DE DIOS, precisamente porque es Misericordia, nos quiere libres del pecado. No es Misericorida engañar al pecador, haciéndole creer que así como se encuentra está bien. Invitemos a todos los pecadores (nosotros de primero) a ser Santos, Dios no nos pide menos. LA SANTIDAD ES UNA INVITACION PARA TODOS, NO SE LA NEGUEMOS A NADIE.
Bendiciones.
Por lo general, vemos esto como una loable causa, y, sin hacernos ningún cuestionamiento, ayudamos con lo que buenamente podemos.
Creo que, dadas las circunstancias actuales, ya es bueno que antes de dar nuestras contribuciones, seamos un poco críticos. Están proliferando Centros de formación católica, que de tales sólo tienen el nombre.
No debemos seguir ayudando, con nuestro dinero, a financiar la formación de Clérigos y Catequistas, que luego van a infiltrar, en el Pueblo de Dios, teorías ajenas y contrarias a la recta doctrina de la Iglesia.
Por cierto como todo evoluciona, vamos a quitar la santidad a Tomás Moro (en adelante Tomás el Rígido). Eso lo primero y luego que se preparen los demás.
-Amor siempre unido a obediencia a la revelación dada: "El que me ama guardará mi palabra"
-Misericordia siempre unido a arrepentimiento y propósito de la enmienda: "Yo también te perdono, pero no peques mas"
-Comunión solo en estado de Gracia: "El que come y bebe el cuerpo de cristo en pecado, come y bebe su propia condenación"
-Dios nos da la gracia siempre suficiente para sobreponerse a la tentación.
Hay razones profundas para todo esto que están en 2000 años de filosofía y teología cristianas y en las palabras de Nuestro Señor que nos enseñó unas verdades con mayúsculas que, una de tres: o son verdad para siempre o solo cabe un subjetivismo absoluto protestante o una dictadura absoluta papolátrica donde el Papa no es el vicario de Cristo, sino su sucesor.
Su teología niega alguna o todas esas cosas. No es que no quiera, es que no puedo estar en comunión con usted. Es mejor admitirlo. Yo sigo a un tal Jesucristo. Usted sabrá lo que hace.
Ese es un principio de sentido común. Pero que tiene que ver eso con aconsejar comulgar en estado de pecado?
No puedo creer que alguien formado intente aplicar ese principio a la Eucaristia si no es con el objetivo de intentar destruir el sacramento. No lo puedo creer. Lo siento. Alguien que aconseja eso sabe que está como mínimo, poniendo en peligro la unidad de la Iglesia y rebajando la Eucaristía al nivel de psicoterapia de pareja. Y a la larga destruyendo el sacramento.
¿Por que no aplicarlo a todos los pecados? y al final ya que jesucristo partió el pan y partiendo de esa rica tradición, por que no consagrar en las panaderías y así la gente comulga comiendo un bocata de chorizo mientras ve Tele5. Es ese el objetivo? No puedo creer que haya tanto tonto.
Apelando a MATEO (Evangelista y Apóstol), la Iglesia, fundándose en la Sagrada Escritura, considera que a la Comunión Eucarística pueden acceder, de manera libre (aunque haciéndose responsables de su conducta), los divorciados que se vuelvan a casar o convivir con otra persona.
Elige.
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Comulgar puede comulgar el que quiera. basta que vaya a una parroquia donde no le conozcan. No se si te faltan entendederas. Lo que quieren algunos es que eso sea bueno para el alma del pecador. No se como explicártelo. No es que no pueda. Es que si lo hace, come su propia condenación. Comete un sacrilegio.
Que Judas comulgó? peor para él.
Por tanto, lo que dice MATEO (no creo que mienta) es para completar el anterior. Lo raro, es que la Iglesia Católica no contemple (siquiera) la fornicación como causa en las nulidades matrimoniales... cuando es una conducta, evidente y manifiesta, de que se ha dejado de ser 'una sola carne'.
Pero claro... ¡al comparar el matrimonio entre dos seres humanos con el matrimonio entre la Iglesia y JESUCRISTO, imposible el divorcio!
Unos listos... que son todos aquellos que creen que los demás somos tontos, o más tontos que ellos.
; )
¿Por qué listos unos y tontos otros?
Porque a los creyentes cristianos nos dejan con el culo al aire y nos obligan a ser tan ‘cabezas cuadradas’ como son ‘otros’, al no entender nada de lo que está pasando ni disponer de ningún argumento bien construido que nos permita superar nuestra ignorancia. No, la Iglesia no ayuda nada. Cuando toca hablar de matrimonio o de divorcio siempre evita referirse al texto de Mateo y, machaconamente, siempre apela a Marcos, sabiendo, como sabemos, que Mateo escribió su Evangelio después del de Marcos, no siendo para nada extraño que, en aquella época (donde no se editaban 222 libros al día –como sucede hoy-), Mateo hubiera leído (antes de escribir el suyo) el de Marcos. De hecho, ambos evangelios son considerados sinópticos (semejantes o parecidos).
¿En qué contexto situar el texto de Mateo (repito, no sólo evangelista sino también Apóstol) de no repudiar a la mujer (darle libelo de repudio –disolver el matrimonio-), ‘EXCEPTO EN CASO DE FORNICACIÓN’ (relaciones sexuales ilícitas fuera del matrimonio)?
Llama poderosamente la atención porque ese EXCEPTO no sólo suelen pasar de puntillas por encima de él, sino que ni siquiera es causa de nulidad matrimonial, cuando, repito, es una conducta, evidente y manifiesta, de que se ha dejado de ser 'una sola carne'.
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Tengo 7 biblias. Desde la Nacar-Colunga (1967 -traducida de los idiomas originales: hebreo y griego), pasando por la Biblia de Jerusalén (2013 -de Desclée de Brouwer, traducida de los idiomas originales: hebreo y griego-) y otras más modernas. Me he tomado la molestia de consultar las diferentes Biblias y Nuevos Testamentos. A medida que pasan los años se van derivando los adjetivos que lo califican (y en definitiva, las Sagradas Escrituras): de Fornicación (idiomas originales) se ha pasado a Unión Ilegítima y, actualmente, ya se habla de Concubinato.
De coña. ¿Porqué de coña? ¡Pues porque dicha evolución me recuerda al concepto que teníamos del matrimonio (antiguo) y al concepto que tenemos, actualmente, del matrimonio moderno.
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