¿Podría haber mayor alegría?
¿Qué podría complacer más a Dios Padre que regresáramos a casa?
¿Qué clase de padre sería si no hubiera previsto nuestro regreso?
Y, si no fuera el propósito, ¿tendría sentido que nos hubiera heredado su capacidad para amar, su libertad, inteligencia y voluntad?
Y, si a pesar de habernos hecho a su semejanza, ¿de qué nos valdría sufrir si no fuera porque es el camino de regreso?
Si así no fuera, ¿habría sido necesaria la encarnación y muerte del Hijo?
Ya que, ¿quién mejor que Jesús (y María, por llena de gracia) habría conocido el sentido de su existencia y previsto el desenlace?
Y, ¿qué sentido tendría sufrir si no fuera hacerlo con alegría, día tras día, hasta llegar al último?
¿Podría haber mayor alegría que poseer la certeza de estar camino a casa?
¿Podría haberla?
Vas de regreso por lo que, con el auxilio de la Gracia, rechaza con firmeza aquello que pretenda robarte la alegría.
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Mucho que antes no me había pasado ha sucedido para que pudiera expresar con un poco de sentido las anteriores líneas.
Mucho, pero finalmente aquí voy alegre, camino de regreso.
«Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti»
San Agustín
7 comentarios
Yo lo siento como una paz que relaja el alma, cansada de batallar, tal vez una vida entera, con el pecado, con el caos con la deriva moral... que no se rinde, sino que ha obtenido la victoria... una victoria que perdura, a pesar de algunas que otras recaídas (que nos acompañarán de por vida, seguro), gracias al don de la perseverancia (como alude José Luis).
Es como si nuestro ser estuviera programado para reaccionar ante la cercanía de Dios, ante su presencia, a orientarse hacia Él.
Me viene a la mente San Juan Bautista en el vientre de su madre que al percibir esa cercanía salta de alegría y se llena del Espíritu Santo... eran María Santísima y su Divino Hijo los que se hacían sentir.
Y esa completa seguridad de su recibimiento, no puede proporcionar más que una inmensa alegría, inexplicable, insuperable....
ni va hoy,
ni irá mañana
hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.
Para cada hombre guarda
un rayo nuevo de luz el sol...
y un camino virgen
Dios.
León Felipe
:)
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