Tenemos pastor y es Cristo
La gracia obra en las almas que se unen a Cristo en la Liturgia lo que incluye la celebración de la Santa Misa así como la Liturgia de las Horas de cuyo Oficio de Lectura del jueves de la Semana XXXII (Fundación Gratis Date) he tomado el texto que les comparto.
Oración al buen pastor
San Gregorio de Nisa, Comentario al Cantar de los cantares II
¿Dónde pastoreas, pastor bueno, tú que cargas sobre hombros a toda la grey?; (toda la humanidad, que cargaste sobre tus hombros, es, en efecto, como una sola oveja).
Muéstrame el lugar de reposo, guíame hasta el pasto nutritivo, llámame por mi nombre para que yo, oveja tuya, escuche tu voz, y tu voz me dé la vida eterna: Avísame, amor de mi alma, dónde pastoreas.
Te nombro de este modo, porque tu nombre supera cualquier otro nombre y cualquier inteligencia, de tal manera que ningún ser racional es capaz de pronunciarlo o de comprenderlo. Este nombre, expresión de tu bondad, expresa el amor de mi alma hacia ti.
¿Cómo puedo dejar de amarte, a ti que de tal manera me has amado, a pesar de mi negrura, que has entregado tu vida por las ovejas de tu rebaño? No puede imaginarse un amor superior a éste, el de dar tu vida a trueque de mi salvación.
Enséñame, pues –dice el texto sagrado–, dónde pastoreas, para que pueda hallar los pastos saludables y saciarme del alimento celestial, que es necesario comer para entrar en la vida eterna; para que pueda asimismo acudir a la fuente y aplicar mis labios a la bebida divina que tú, como de una fuente, proporcionas a los sedientos con el agua que brota de tu costado, venero de agua abierto por la lanza, que se convierte para todos los que de ella beben en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.
Si de tal modo me pastoreas, me harás recostar al mediodía, sestearé en paz y descansaré bajo la luz sin mezcla de sombra; durante el mediodía, en efecto, no hay sombra alguna, ya que el sol está en su vértice; bajo esta luz meridiana haces recostar a los que has pastoreado, cuando haces entrar contigo en tu refugio a tus ayudantes. Nadie es considerado digno de este reposo meridiano si no es hijo de la luz y del día. Pero el que se aparta de las tinieblas, tanto de las vespertinas como de las matutinas, que significan el comienzo y el fin del mal, es colocado por el sol de justicia en la luz del mediodía, para que se recueste bajo ella.
Enséñame, pues, cómo tengo que recostarme y pacer, y cuál sea el camino del reposo meridiano, no sea que por ignorancia me sustraiga de tu dirección y me junte a un rebaño que no sea el tuyo.
Esto dice la esposa del Cantar, solícita por la belleza que le viene de Dios y con el deseo de saber cómo alcanzar la felicidad eterna.
Leer el Antiguo Testamento y a los sucesores de los apóstoles hace muy bien porque nos coloca en perspectiva. Las trifulcas actuales parecen cosa de todos los días cuando por gracia somos introducidos a través de la Liturgia en el no-tiempo de Dios.
Bendecido viernes!
8 comentarios
Por ejemplo, cuando alguien se me acercaba confuso y escandalizado, por algo que había escuchado de algún clérigo o algo que había leído en algún sitio o escrito, más o menos católico, yo le decía, sin lugar a dudas, estas palabras: "usted aférrese a lo que enseña el Papa y así irá seguro por la senda de la Verdad".
Hoy, lamentablemente, ya no puedo afirmar lo mismo y creo que después de esta experiencia, aunque vieniera otro Benedicto XVI, ya aprendimos la lección: definitivamente, cualquiera, incluido el Papa, puede ser víctima del error.
A qué instancia, entonces, puede uno apelar, como fuente indiscutible de la Verdad: a la Tradición, al Catecismo?
Mi mente trabaja en ello y creo que, de momento, sólo acierto a responderme que, en la Iglesia, la Verdad no descansa en una persona sóla, sino "en la Iglesia como un todo".
Bendiciones
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Exacto, Vladimir.
Parte de lo que estamos aprendiendo del papa Francisco y que resulta "santificador" es que ha crecido exponencialmente nuestro amor por la Verdad.
Cristo es la verdad así que no hay forma de extraviarse.
El primer lugar donde tendrías que encontrarte con Cristo es en la oración, luego en los sacramentos, en la liturgia, en la Eucaristia y actos de piedad (lo cual es parte fundamental de la "Iglesia como un todo" que has mencionado); luego, así podrás salir al encuentro del prójimo ya sea este el papa, tu obispo o el hijo de tu vecino.
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Francisco Javier:
Date cuenta de la enorme gracia que estás recibiendo: estás siendo cimentado en la fe.
¡Saludos!
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