Muchos somos soldados
“Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos” (Mt., 18,20).
Uno, para todo, pide y espera la gracia para ser lo más honrado consigo mismo que sea posible para, de esa manera, poder dar cara a la realidad habiendo realizado juicios veraces ya que, sin razonar desde la fe ante las circunstancias, sería imposible dar una respuesta cristiana.
Ahora bien, la gracia actuando a sus anchas da salud a nuestras emociones y sentimientos aunque, podría suceder, que –sin culpa de nuestra parte- dichas emociones y sentimientos no obtengan nunca la salud.
Es el caso de muchos de quienes padecen el trastorno de estrés post-traumático en el que se presentan algunos síntomas como temor, confusión y enojo los que, si no son tratados, se desarrollan en otros síntomas de todavía mayor cuidado.
Los expertos señalan que dicho trastorno se debe a haber estado expuesto a muy fuertes experiencias en las que la propia vida estuvo en peligro o se perdió la de nuestros amigos, seres queridos o compatriotas; aunque, cuando leo este tipo de estas cosas, me pregunto si no son este tipo de experiencias las que muchos tenemos en nuestra vida diaria?
Es lo que me digo, algunos de nosotros, diariamente damos la cara a situaciones que exigen un enorme esfuerzo físico, emocional y espiritual hasta dentro de nuestras propias familias y, otros, por tan solo salir a trabajar.
Acaso, no es una fuerte experiencia movilizarse en determinados medios de transporte o carreteras durante varias horas al día, utilizar ciertas herramientas o equipo por largo tiempo, realizar determinadas tareas en la oficina, lidiar con ciertos jefes, compañeros de trabajo que son un verdadero peligro o, también, con personas desequilibradas o enfermas a las que atendemos ya que son nuestros parientes o mejores clientes? Qué me dicen del estrés por cuidar de la seguridad de los hijos, por conservar el empleo o por ganar el sustento de alguna forma cuando se está desempleado?
Desde mi perspectiva, la vida moderna es un verdadero campo de batalla; por eso es comprensible que, entre otros, exista tensión y violencia entre ciudadanos supuestamente normales y corrientes.
Ahora bien, todo esto me lleva a la liturgia.
Si se preguntan cómo puede ser posible se los diré después que miren la fotografía.
Acaso no es en un muy semejante contexto espiritual y emocional dentro del que llegamos a misa para ofrendarnos al final de la semana?.
Acaso no llegamos con la misma disposición ante Cristo para, en su gracia, hallar refugio, consuelo, fortaleza, salud física y emocional, tal como quien ve delante de si el final de sus días?
El caso es que muchos llegamos como soldados que se postran ante Cristo (aunque no existan reclinatorios) a causa de la certeza adquirida en combate de que aquella podría ser nuestra última misa, nuestra última comunión, nuestra última oportunidad de pedir la gracia de ser transformado en ofrenda.
Por eso, muy queridos sacerdotes, esta es nuestra súplica: al celebrar la santa misa consideren que, efectivamente, muchos somos soldados.
“por ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo (la liturgia) es acción sagrada por excelencia, cuya eficacia no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia” (SC n. 7)
4 comentarios
Es ver las fotos, sus rotros, que unción, que FE!!!!!, la Patena, si bien en el campo de combate están disculpados.
Cuantas personas se pueden acercar a la Iglesia, es la primera vez, es una inquietud frente al sufrimiento personal, el unico que puede dar sentido a sus vidas es DIOS, y está en la Eucaristia, la Santisima Virgén Maria, la utilidad de la Cruces con la Santa Humanidad, que para nosotros, nos hace reflexionar sobre los sufrimientos, del Señor,
el sabia a lo que iba, a cumplir con todas las profecias que trataban sobre el redentor, muchas personas tienen ese combate, hoy en la Vida, hay mucho sufrimiento por todos lados, en los medios se rien para no llorar, juntarse para murmurar entre otras cosa de la Iglesia, uniones en la mentira, y no ven a un hombre que pierde su trabajo.
CRISTO, DIOS NUESTRO SEÑOR, y su IGLESIA, los Esperán en la Santa Misa, cierren los ojos, existen los del alma, y contemplen la soledad ,el desampararo, la Virgén ahi!!!!, que no salgan volando, por favor, ese sufriento es de una persona, en el que misticamente, pero también realmente está la Cruz de Cristo"Cuando le hicieron mal a uno de estos pequeños a mi me lo hiciereis"Mirar el rostro, el dolor está en la cara y ayudar!!!!!!
Que Dios te bendiga y lo haga por la Iglesia.
Vuelvo a unos de tus artículos, la Fascinación de ser católicos!!!!
Muchas Gracias.
Muchas Gracias.
Los no de la Iglesia, llevan a un si rotundo el Conocimiento de los Conocimientos, el de Cristo Dios Nuestro Señor!!!!!
Su amor es tremendo, nos quiere guiar, para nuestra Salvación y para el Bien de la Humanidad.Deján de ser exigencias!!!!!todo es puro Amor.
Que Dios te Bendiga y lo haga con la Iglesia.
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