Una dulce imagen del Concilio
Me los he traído engañados por lo que espero me disculpen.
Aunque no tan engañados ya que la imagen de esta dulce criaturita que soy yo a mis tres o cuatro años fue tomada entre 1963 y 1964, es decir, en pleno Concilio Vaticano II.
Quise que vinieran para decirles algo.
Primero que todo, agradecer a los blogeros y consejo editorial de InfoCatólica, el que me hayan hecho llegar sus condolencias. Me parece que nunca se los agradecí por lo que espero sirva este momento para ello.
Otra cosa que es muy importante para mí mencionar es que necesito que me perdonen tanto los lectores y comentaristas como mis compañeros blogeros ya que no he venido siendo yo misma tras el duelo y todo lo que ha sobrevenido con la muerte de papá.
Es cierto que uno no debería pedir perdón por cometer errores que no ha elegido libremente, sin embargo, quizá con ellos he provocado enfado, desánimo, aburrimiento o lo que sea, cosas que nunca han estado en mi deseo provocar como blogera católica.
Mi situación ha mejorado en cuanto que tengo al Señor que me sostiene, sin embargo, voy transcurriendo por la vida como sobre un pantano en el que el único terreno firme son las huellas del Señor que voy pisando.
No sé cuánto más durara ésto; no obstante, me tomo cada día según viene y, dichosamente, lo sobrellevo con la Gracia del Señor con ánimo alegre y con esperanza.
De ahí que dijo que las cosas para mi han mejorado.
Quizá no vuelva a ser la misma y tampoco tengo claro si mi blog continuará siendo lo que siempre fue.
En todo caso ya el Señor dirá.
Agradezco a cada uno su compañía durante estos años, su paciencia, su cariño, su fidelidad, su generosidad.
Agradezco a Dios incluso por aquellos que sin ser afines a mi forma de ser y de pensar me han sido puestos en el camino.
A mis tres años y pico, en pleno concilio, ni siquiera sospechaba que llegaría el día en que me sentiría tan frágil y vulnerable como ahora, pero tampoco que toda la fortaleza me vendría del Señor.
La dulce niña del Concilio tampoco habría podido sospechar que el doloroso camino sería de una dulce espera gracias a compañeros de ruta a quienes el Señor tan generosamente ha regalado.
Sean compensados su cariño, sus oraciones y buenos deseos.
4 comentarios
Yo soy un poquito más joven y todavía no he pasado por este momento pero sé que está cerca. Nunca sabemos el día ni la hora pero por ley de vida, edad y estado de salud de mi padre, sé que no está lejos, así que, al menos a mí, tus entradas más recientes también me sirven para aprender y prepararme.
Un abrazo.
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Gracias, Iker. No sabés cuánto necesitaba escucharlo.
Bendiciones y cuenta conmigo para lo que necesites llegado el momento. Ahí tienes mi correo electrónico por si se te ofrece.
Mi madre tiene 29 años difunta, y yo supe que moriría, con 5 meses de anticipación. De hecho, yo les avisé a mis hermanos, del pronóstico.
Mi padre en Sept serán 20 años que partió, pero el si fue repentino, un accidente mortal. ¡Cómo los extraño!
Tus artículos, Maricruz, nunca me han parecido 'flojos'. Si acaso, has abierto tu adolorido corazón, a tus seguidores, en algunos más recientes. Y gracias por la confianza.
Como me mencionó Germán hace varias semanas: "sigamos rezando unos por otros", en este 'valle de lágrimas'.
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Hagámoslo, Alf_3, no dejemos de hacerlo.
Un abrazo,
Nunca se aburre a nadie cuando se escribe con el corazón Maricruz, sea del tema que sea. Además el tuyo siempre es muy fino y cálido. No como el mío ....:-)
Lo dicho, lo siento mucho y que el Señor te haga llevadero el dolor.
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