Mi mundo está patas arriba
El otro día mencioné que me resulta incomprensible el que por un lado unos desprecien a quienes se inclinan por una liturgia elaborada pero también el que, quienes aprecian este tipo de liturgia, se ofendan porque existen quienes se inclinan por una liturgia simple.
Es que acaso, preguntaba, se nos hace imposible alegrarnos porque a todos nos guste la Santa Misa?
Deberá de llegar el momento en que nos alegremos ya que de seguir cada uno defendiendo lo suyo, aquello que es de todos: el Santo Sacrificio de Cristo, se mantendrá en segundo plano y ya conocemos las consecuencias del colocarnos en el lugar de Dios.
Por lo poco que he visto, leído y escuchado del Papa Francisco me parece que será quien nos ponga a cada uno en su lugar.
De hecho ya lo hace ya que para su misa de instauración unos tristemente auguraron el que no utilizaría el latín pero lo hizo y, otros, esperaron algo totalmente novedoso pero se quedaron esperando.
Benedicto venía insistiendo en cuán dramáticamente lejos está Nuestro Señor Jesucristo de ser el centro de nuestra vida por lo que la mayoría concluimos que se refería al mundo; lo que no sospechamos era que podría también estarse refiriendo a nosotros.
El Papa Francisco, ciertamente, ha puesto mi concepción de la Iglesia patas arriba pero si lo miro de cerca, de muy cerca, me doy cuenta que en muchos aspectos es al contrario ya que, simplemente, me descoloca obligándome a situarme en una perspectiva diferente.
Lo que condujo a preguntarme: es menos Papa un Papa que en lugar de un trono ocupa un sillón? O un Papa que en lugar de un anillo de oro lo lleva de plata? O menos Papa porque prefiera sus zapatos negros ortopédicos en lugar de las zapatillas rojas?
O, al contrario, será el Papa más Papa por prescindir de ciertos ornamentos, por salirse del protocolo o por tener un estilo aparentemente liberado de ciertas cuestiones?
Pues no, la razonabilidad de la fe me indica que no, el Papa Francisco no es más o menos Papa cuando me descoloca.
Es probable que -justo en ese momento- es cuando está siendo más perfectamente Vicario de Cristo.
Es innegable, el Papa F me ha puesto el mundo patas arriba pero solo para que caiga en la cuenta cuán lejos está Cristo de ser el único de cuyo criterio he de fiarme pero a la vez para que me de cuenta cuán cerca Suyo debo estar para que el resultado sea lo inevitable: el que me alegre de que a unos y otros nos guste la misa.
Es casi, casi, verdadero ecumenismo lo que el Papa F está logrando.
(Es broma. Comprendo que el ecumenismo es otra cosa.)
¡Feliz vida, queridos lectores!
Que el Señor tenga compasión de nosotros dándonos de lo que necesitamos en este momento de la historia.
Amén
60 comentarios
Reconozco que yo ando más descolocada no acabo de comprender. Pero en fin la Iglesia es del Señor, y como dijo Benedicto XVI en uno de sus libros que a veces la historia viene a rescatar a la Iglesia de sus acomodamientos,y no hay que tenerle miedo pues el Señor está en la barca con nosotros, aunque parezca que está dormido. Pues así me siento un poco. Muchas sorpresas,(no me gustan las sorpresas es un problema personal de carácter, las sorpresas me generan inseguridad) y desearía que las cosas sean explicadas o matizadas pues a veces entran en mí muchas dudas de cómo entender ciertas cosas, me confundo enormemente,me tambaleo, definitivamente es mi falta de Fe.Así que triste por no estar , tan contenta como otros, y sentirme un poco en orfandad. Me pregunto ¿será acedia? En fin que a veces me pienso que el Señor ocupa el centro de mi vida y va a ser que no.
Señor, ten piedad de mí que soy una pecadora.
Me sumo a tu oración.
Que Dios te bendiga.
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Ananda, te confieso que tampoco me gustan las sorpresas pero ya ves? :)
Plantear el problema como una contraposición entre "liturgia elaborada" y "liturgia simple" es un punto de partida equivocado.
No es ese el problema central para los católicos. Porque lo principal no es una diferencia de criterios entre maestros de ceremonias o de rubricistas, sino una cuestión dogmática y de espíritu de sacralidad antes que de ritos.
Saludos.
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Martín, aprovechemos porque este será tiempo de gracia.
Te puedes imaginar cuán seriamente descolocados puso el Señor a tantos durante sus treinta y tres años? Démosle, pues, oportunidad de mostrarnos lo que no hemos conseguido ver.
Quizá, solo quizá, el problema no es el que hasta hoy has asegurado.
Pero el cristianismo exige estar abiertos a las sorpresas, elcristianismo es caminar, no quedarse quieto al abrigo dr las seguridades, el cristianismo es duda, es saberbos guiados pero saber que no somos Dios. El cristianismo no es un invento para que nos sintamos confortables por nuestro miedo al cambio, a las sorpresas a las inseguridades. todos los grandes místicos parte de esta idea. Jesús apostó por Dios frente a la seguridad y el confort en el huerto de los olivos. El cristianismo, Cristo, exige una perspectiva nueva más allá de nuestras estrechas limitaciones psicológicas.
Para mí, este ha sido un papado sorprendente, ¡y apenas lleva una semana! Me esta cambiando, sin cambiarme, pero sobre todo me está enriqueciendo, haciéndome pobre. Espero poder aprovecharlo.
Dios te bendiga!
En cuanto a indumentaria y signos pontificios son igual de variables, uno renuncia a ellos, el otro los recupera, y luego se vuelven a apartar. En realidad como dicen los "simplistas" son cosas menos importantes, pero no deberían de apartarse aludiendo motivos de humildad, porque luego viene un nuevo pontífice por sus insignias propias y será tachado como el mayor de los soberbios.
Con todo respeto, ese argumento no tiene mucho sentido. Cuando Benedicto XVI recupera algunos símbolos papales. Nadie dijo que Juan Pablo II fuera un descuidado, o que reducía el carácter sacral de su misión. La tiara se dejó de utilizar y la Iglesia sigue siendo Iglesia. Ahora este papa, dada la situación actual de la Iglesia y su propia personalidad pastoral realiza una serie de signos y toma una serie de decisiones que para nada afectan el depósito de la fe y que contribuyen a darle el sello personal que todo sumo pontífice está facultado a dar.
Lo único que ocurr es que a ti no te gusta mucho este papa como a otros les gustaba menos Benedeicto XVI o Juan Pablo II. Nunca llueve a gusto de todos.
Pero para eso somos católico, para servir a la Iglesia.
Efectivamente lo que haga y deje de hacer el Papa con las vestimentas e insignias pontificias no afecta el depósito de la Fe, solo puse el ejemplo con la Doctrina, para expresar que a mi parecer la Liturgia es a diferencia de esta lo más inestable y flexible en la Iglesia.
Además me parece que cuando un Papa renuncia a alguna insignia de su dignidad debería hablarse mas bien de gustos y no de humildad. Es cierto que cada pontífice pone su esencia en su pontificado, pero no deberían primar los gustos personales sobre todo porque las acciones Papales tienden a marcar una tradición.
no existe una liturgia elaborada y una simple
existira en todo caso una liturgia con abusos o sin abusos.
una sin abusos ya con eso tenemos.
es una cuestion de sacralidad
Algunos están como los que buscaban a Cristo con la letra pequeña de la ley a ver si lo cogían en un fallito.
No va a serle facil a este Papa, contentar a todos .
Solo le pedia a Dios que viniera un Papa Evangelico y que se limitara a decir lo que Jesus nos dejó dicho, y asi ha sido.
Demosle un tiempo y veremos como el Espiritu Santo ha hecho nuevamente "maravillas"
Y no tengamos miedos , que aunque parece que Jesus duerma , El nunca dejará de de guiarnos.
Un abrazo .
Difícilmente un cristianismo maduro, no infantil, puede estar exento de momentos puntuales de duda, de momentos en los que se hace preciso discernir cuestiones, o de esas "noches oscuras del alma" que también supieron describir los místicos de fe más madura y arraigada. Esos momentos que con oración y apertura a la gracia se superan abriéndonos a una fe más profunda y fecunda. Quisiera aportar los comentarios de un habitual de esta página nada sospechoso;
"
Comentario de luis
Ronald Knox decía que, así como en un organismo sano hay multitud de virus y bacterias bajo control del sistema inmunologico, en el hombre de fe hay multitud de dudas, dominadas por el "sistema inmunologico" de la fe y de la gracia. No hay que inquietarse, son connaturales a la fe, porque la fe es creer en lo que no vemos, y eso repugna a la razón. Y además, como en inmunología, esos bacilos fortalecen el sistema.
Lo importante es estar siempre dando el Salto, como decía Kierkegaard, y aferrarse a esa fe aunque no se la "sienta". La fe, como virtud teologal es una actividad que Dios realiza en nosotros, no es un acto meramente nuestro. Por eso, podemos creer que no tenemos fe (como en las crisis que sufrió toda su vida Teresa de Calcuta) y en realidad, tener una fe tan pura que ni nosotros la percibimos. Pero la percibe Dios.
Y me acuerdo de Newman: "que mis tinieblas sean la luz de los demás". Dios a veces permite que no "veamos" nuestra propia fe, para que la vean los demás. La fe es creer en Dios, no en la fe. Es una paradoja que podamos creer en Dios y a veces no creemos en nuestra propia fe, pero como dice santo Tomas, el objeto de la fe es Dios.
Santa Teresita, en su agonía, no "veía" su fe, atenazada por las dudas. Y sin embargo, su fe se estaba purificando en grado sumo.
“La experiencia espiritual del encuentro con Dios no es controlable. Uno siente que Él está, tiene la certeza, pero no puede controlarlo. El hombre está hecho para dominar la naturaleza, ése es su mandato divino. Pero con su Creador no puede hacerlo. Por eso en la experiencia de Dios siempre hay un interrogante, un espacio para arrojarse a la fe. Rabino, usted dijo una cosa que, en parte, es cierta: podemos decir lo que no es Dios, podemos hablar de sus atributos, pero no podemos decir qué es. Esa dimensión apofántica, que revela cómo hablo de Dios, es clave en nuestra teología. Los místicos ingleses hablan mucho de este tema. Hay un libro de uno de ellos, del siglo XIII, The Cloud of Unknowing, que intenta una y otra vez describir a Dios y siempre termina señalando lo que no es. La misión de la teología es reflexionar y explicar los hechos religiosos y, entre ellos, a Dios. A las teologías que intentaron definir con certeza y exactitud no sólo los atributos de Dios, sino que tuvieron la pretensión de decir totalmente cómo era, también yo las podría clasificar como arrogantes. El libro de Job es una continua discusión sobre la definición de Dios. Hay cuatro sabios que van elaborando esa búsqueda teológica, y todo termina con una expresión de Job: “Antes te conocía de oídas, ahora te han visto mis ojos”. La imagen de Dios que tiene Job al final es distinta de la del principio. La intención de este relato es que la noción que tienen estos cuatro teólogosno es verdadera, porque a Dios siempre se lo está buscando y encontrando. Y se da esa paradoja: se lo busca para encontrarlo y porque se lo encuentra, se lo busca. Es un juego muy agustiniano.”
Pasaje de: Bergoglio, Jorge & Skorka, Abraham. “Sobre el cielo y la tierra.”
La frase la fe repugna a la razón no es mía, es de Luis, lo quise citar entero por resptar la cita completa, pero no estoy de acuerdo con ella en el sentido filosófico. En el sentido vulgar tenemos que entender que creer en lo que no vemos es un acto de confianza =fe. No se puede demostrar matemáticamente la fe, aunque las vias tomistas y otras nos ayuden a entender con la razón. También supuse que te escandalizaría la cita de Kierkegard por no ser católico. Tenla por no puesta. La mantengo por respetar, como en el caso anterior la integridad del comentario de Luis. Pero Ronald Knox era católico converso e ilustre e interesantísimo, San Juan de la Cruz era católico, Santa Teresa de Calcuta era católica, Santa Teresita esta católica, Bergoglio es católico. Benedicto XVI, del que luego te pondré una cita era católico, Jesús, que grita en la cruz "Dios mío por qué me has abndonado" es la segunda persona de la santísima trinidad.
Si desde ru racionalismo neotomista eres incapaz de aprehender lo que quiero decir me parece muy bien. Hay razones del corazón que la razón no conoce. En todo caso estoy de acuerdo con esta frase:Es contradictorio decir que la duda es parte de la fe, otra cosa es que sea parte de la experiencia del creyente precisamente por la debilidad propia de la naturaleza humana y la herencia del pecado original. En nigún lugar he dicho que la duda sea parte de la fe, sino que el cristianismo (vease la experiencia cristiana) implica duda. Si no eres capaz de entender que una persona tenga fases de dudas de fe, pero siga viviendo su fe, rezando, amando y entregandose por los demás en Cristo, si eso no lo comprendes desde tu racionalismo neotomista, te recomiendo que dejes los libros un rato y vivas tu fe en comunidad y escuches y percibas la experiencia de los demás. A mejor podrás llegar a un nivel similar al de tu maestro Santo Tomás, que al final de su vida, pleno de madurez y fe, se dio cuenta de que todo lo que había escrito era paja.
Aquí se muestra de forma totalmente peculiar que la fe es un
peregrinaje, también un peregrinar del pensamiento que todavía está en camino. [...] De
aquí [santo Tomás] concluye también que, en la fe, pese a la firmeza del asentimiento,
puede surgir un movimiento contrario (motus e contrario): permanece pensamiento que
lucha y cuestiona, que ha de buscar una y otra vez su luz a partir de la luz esencial que
resplandece en el corazón por la palabra de Dios. Asentimiento y movimiento reflexivo
están "de algún modo" (quasi) equilibrados, ex aequo» . Asentimiento y reflexión,
confianza y conocimiento permanecen en condiciones de igualdad en el acto de fe, que es
firme e incierto a la vez. Luz y sombra, duda y certeza vuelven a aparecer de nuevo, al
mismo tiempo que se afirma que pueden resolverse de un modo feliz y armónico. La
voluntad no anula en ningún momento al entendimiento, sino que le plantea nuevos
retos. De ahí este continuo carácter de peregrinación en la fe.
He tenido la fortuna de encontrar artículos and datos -aquí y allá- que me han ayudado mucho a situar algo de lo que puede estar tratando de transmitir nuestro Papa más allá de lo obvio e inmediato.
Por ejemplo, he leído que el Cardenal Bergoglio era el prelado para todos los argentinos de Rito Oriental. Esto quiere decir que tiene una enorme sensibilidad ecuménica también hacia los cristianos orientales que no están en comunión con Roma -como es el Patriarca Bartolomé de Constantinopla.
Si recordamos, el ecumenismo y la unión con nuestros hermanos separados ha sido objetivo central del Papa Benedicto, quién llegó a escribirles solicitando le expresaran qué características serían necesarias en el Papado para que ellos estuvieran dispuestos a reconocer el primado del Papa (así de fuerte es la humildad del Papa Benedicto).
Creo que la simplificación y casi eliminación del aspecto "regio" del Papado, que está llevando a cabo el Papa Francisco es también respuesta intencional del deso de unidad con los Ortodoxos: Francisco se presentó como "Obispo de Roma", no como Papa; se expresa como "obispo", no como "rey/monarca". Y la respuesta ha sido inmediata: el Patriarca Bartolomé ha venido a su misa inaugural del ministerio Petrino por primera vez en más de mil años (desde el cisma en 1054).
Es un poco entrar en la mentalidad de "primero entre iguales" que es necesaria para que el diálogo ecuménico tenga fruto, y que demanda dejar un poco de lado los tronos, pedestales, y símbolos regios. Las diferencias teológicas son muy pequeñas, y por lo que he leído incluso el problema del "homousios/ homoousios" no lo sería tanto teológicamente. Por tanto estos aspectos humanos son en este momento fundamentales en el camino de la unidad, sin por eso perder nada esencial.
Si nos fijamos en el video de la audiencia con los líderes religiosos, el Papa se sentó en una silla idéntica a la del Patriarca Bartolomé, y sin plataforma; al mismo nivel del suelo, pero presidiendo, obviamente. Estos detalles protocolarios son más claros que muchos discursos.
Algunos videos sobre esto:
http://www.romereports.com/palio/el-papa-confirma-su-firme-voluntad-de-promover-el-dialogo-entre-religiones-spanish-9515.html#.UUzaTRzZI98 (ver las sillas de ambos, y las palabras del Patriarca).
http://www.romereports.com/palio/patriarca-bartolome-propone-al-papa-celebrar-juntos-en-jerusalen-los-50-anos-de-buenas-relaciones-spanish-9518.html#.UUzZ7BzZI98 (la relación mutua es escepcionalmente afable)
http://www.romereports.com/palio/cardenal-bergoglio-tenia-previsto-jubilarse-y-dedicarse-a-direccion-espiritual-y-parroquias-spanish-9538.html#.UUzh-BzZI98
(cómo es Jorge Mario Bergoglio, según su obispo auxiliar)
Quiero llamar la atención sobre la misa de inauguración del Papa el día 19: como ya lo ha mencionado alguien más arriba, TODO en latín -excepto las lecturas- Y sobre todo NINGUNA DISTRACCIÓN ESPECTACULAR: el Papa creo que hace una distinción clarísima de lo que es ORACIÓN y de lo que es estar con la gente.
Dio la vuelta en el papamóvil sin revestirse de ornamentos litúrgicos.
Durante la misa no hubo ni siquiere una disgresión espontánea durante la homilía, no buscó en ningún momento algo que invitara aplausos o distrajera de la oración. Toda la misa fue un tiempo de profunda devoción y oración, sin espectáculo ni distracciones. Incluso un hecho extraordinario, el Patriarca Bartolomé acercándose al altar a dar el beso fraterno de la Paz al Papa, pasó casi desapercibido.
El Papa dio la comunión a los diáconos y acólitos arrodillados, en la lengua.
Su devoción a la Virgen es inequívoca y profunda.
Para mí está claro que el Papa Francisco no viene a tirar por tierra la riqueza de la liturgia que tanto ha tratado de destacar el Papa Benedicto. El tiempo nos lo dirá pero creo que incluso en su opción por simplificar no lo está haciendo indiscrimidamente.
Por ejemplo yo creí que no usaría el anillo del pescador, pero sí lo ha hecho, aunque de plata bañado en oro y más sencillo. Esto me indica que respeta los símbolos pero no se supedita a ellos.
Creo que pronto veremos nuevos ejemplos de la originalidad y la fidelidad de nuestro Papa Francisco, gran regalo del Espíritu, siempre creador y siempre nuevo, a la Iglesia de Cristo.
Recemos para que se lleve a cabo toda la renovación espiritual profunda que Dios quiere y nosotros necesitamos. Y oremos unos por otros, para que seamos capaces de abrirnos a la novedad del Espíritu en cada uno de nosotros, en fidelidad a Cristo y a su Iglesia.
No dijiste que el cristianismo implica la duda, sino que el cristianismo es duda. De todos modos, tampoco puede ser esto último, porque la duda voluntaria en materia de fe es pecado, y el cristianismo no implica el pecado, aunque es obvio que el pecado se da en los cristianos. Ninguna de las autoridades que citas dice que el cristianismo sea duda ni que implique la duda. No solamente los libros de los tomistas son libros, también lo son los de los seguidores de Kierkegaard o de cualquier otro autor.
Respecto de lo que dice Santo Tomás, es claro que para él la fe excluye la duda:
II-IIae, q. 2, a. 1, c:
"En efecto, de los actos de la inteligencia, algunos incluyen asentimiento firme sin tal cogitación, pues esa consideración está ya hecha. Otros actos del entendimiento, en cambio, tienen cogitación, aunque informe, sin asentimiento firme, sea que no se inclinen a ninguna de las partes, como es el caso de quien duda; sea que se inclinen a una parte más que a otra (inducidos) por ligeros indicios, y es el caso de quien sospecha; sea, finalmente, porque se inclinan hacia una parte, pero con temor de que la contraria sea verdadera, y estamos con ello en la opinión. El acto de fe entraña adhesión firme a una sola parte, y en esto conviene el que cree, el que conoce y el que entiende. Pero su conocimiento no ha llegado al estado perfecto, efecto de la visión clara del objeto, y en esto coincide con el que duda, sospecha y opina. Por eso, lo propio del que cree es pensar con asentimiento, y de esta manera se distingue el acto de creer de los demás actos del entendimiento, que versan sobre lo verdadero o lo falso."
Para Santo Tomás la fe, que implica asentimiento firme, no es por eso, como se ve en el texto, ni duda, ni sospecha, ni opinión. La duda es no inclinarse por ninguna de las alternativas, la sospecha es una inclinación poco motivada por una de las partes, la opinión, inclinarse por una de las partes pero guardando la posibilidad de que la otra sea verdadera. Todo eso excluye el asentimiento firme que es propio de la fe, como dice ahí mismo Santo Tomás.
Que haya algo en lo que la fe coincide con la duda, la sospecha y la opinión no quiere decir que sea duda, ni sospecha, ni opinión, como el perro coincide con el caballo en tener cuatro patas pero no es caballo.
El tomismo no es racionalista, más bien eso es un recurso que se usa muchas veces contra él cuando se carece de argumentos.
Cardenal Newman
"El acto de fe es firme e incierto a la vez".
Cardenal Ratzinger.
Cuando se dice que el cristianismo es duda como cuando se dice que el mundo es un valle de lágrimas, no se usa el verbo ser en el sentido de la lógica tomista (no se si Santo Tomás es racionalista, usted si lo es de ahí su incapacidad de dntender otras funciones del lenguaje más alla de la denotativa), no se establece una relación de igualdad, sino qud se recurre al recurso metonímico. El cristianismo, si es maduro, implica duda, al igusl que nuestro paso por el mundo implica lágrimas. Pero vamos, que no estoy descubriendo ls pólvora. Dese una vuelta por lo mejor de ls literatura católica clásica.
Un abrazo fuerte.
“la duda es el motor de la fe”…
Visitando el blog de una amiga me encontré con una frase que me resultó interesante: “la duda es el motor de la fe”… La frase no se refería directamente al tema del artículo, sino que surgió en uno de los comentarios… y enseguida, un hermano “fundamentalista” le salió al paso citando Hebreos 11,1: «Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve»… tanto mi amiga como los demás hermanos que habían comentado trataron de explicarle (sin éxito) que ese texto no expresaba una definición sino una descripción de la fe…
Volviendo a nuestra frase (que en realidad no es nuestra sino de Santo Tomás de Aquino)… la fe, por necesidad, necesita ser cuestionada para crecer y madurar… de otra manera, nos quedaríamos con una fe infantil, una fe inmadura, una fe cimentada sobre emociones y sentimientos, en lugar de sobre la razón… Como dice Javier Salvago, “la fe ciega del que se niega a comprender, del que no sabe y se conforma con no saber: eso no es fe, eso es ceguera”…
Fe no es solamente “creer” en Dios… en Jesucristo… o en la Biblia… el apóstol Santiago dice que «también los demonios creen y tiemblan» (2,19)… fe es buscar más allá del corazón… buscar entender, dentro de nuestras capacidades, eso en lo que creemos… y en esa búsqueda, llegar a convertirnos en amigos íntimos de Dios…
No hay nada incorrecto en dudar o cuestionarse eso en lo que creemos… al contrario, es parte de nuestra naturaleza… y una de las herramientas que Dios utiliza para llevarnos a una relación más profunda y perfecta con Él…
Por ejemplo, veamos por un momento a Madre Teresa de Calcuta… en una de sus cartas, dice: “Hay tanta contradicción en mi alma: un profundo anhelo de Dios, tan hondo que hace daño; un sufrimiento continuo, y con ello el sentimiento de no ser querida por Dios, rechazada, vacía, sin fe, sin amor, sin celo… El cielo no significa nada para mí, me parece un lugar vacío…”
Al igual que ella, son muchos los santos que pasaron por su “noche obscura”… por un periodo de duda… de incertidumbre… de cuestionarse si verdaderamente creo en lo que creo creer… y ahí, en medio del no-saber… entre la lucha del sinsentido, con las ansias de creer… a pesar del gran silencio de Dios, se agarran fuertemente de su mano… paso a paso, día a día… hasta que el vacío inmenso de su alma es llenado hasta desbordar por el amor infinito de Dios…
Estoy completamente de acuerdo contigo, son las tuyas palabras muy sabias.
Un fraternal abrazo en Cristo.
“Me gustó lo que usted dijo sobre la duda, porque eso va directo a la experiencia que uno a la larga tiene si quiere ser justo en la presencia de Dios. Los grandes dirigentes del pueblo de Dios fueron hombres que dejaron lugar a la duda. Volviendo a Moisés, es el personaje más humilde que hubo sobre la tierra. Delante de Dios no queda otra que la humildad, y el que quiere ser dirigente del pueblo de Dios tiene que dar espacio a Dios; por lo tanto achicarse, ahuecarse a sí mismo con la duda, con las experiencias interiores de oscuridad”“oscuridad, de no saber qué hacer. Todo eso finalmente lo va purificando. El mal dirigente es el autoseguro, el pertinaz. Una de las características del mal dirigente es ser excesivamente prescriptivo por la autoseguridad que tiene(...)
Cuando alguien es autosuficiente, cuando tiene todas las respuestas para todas las preguntas, es una prueba de que Dios no está con él. La suficiencia se advierte en todos los falsos profetas, en los líderes religiosos errados".
Pasaje de: Bergoglio, Jorge & Skorka, Abraham. “Sobre el cielo y la tierra.”
La humildad es la verdad, decía Santa Teresa. No tiene que ver, por tanto, con la verdad, ni con nuestra convicción sobre la verdad, sino con nosotros mismos. De nosotros tenemos que dudar siempre, de Dios y de la verdad, nunca, si lo hacemos con consentimiento voluntario es pecado, como lo enseña toda la tradición católica.
Después que Dios ha dicho algo, no tiene sentido dudar de ello, porque Dios es la Verdad misma, y si dudo de si Dios lo dijo o no, entonces estoy un paso antes de la fe, como están los que se convierten antes de dar el paso de la conversión, justamente.
La duda no es cuestión del sentimiento, sino del intelecto y la voluntad, es suspender el juicio entre dos proposiciones contrarias, por ejemplo: "Dios existe", "Dios no existe".
Es claro que no se puede al mismo tiempo hacer eso y creer que Dios existe, porque esto último implica no suspender el asentimiento, sino darlo a una parte de la alternativa con exclusión de la otra. Mientras no se excluya totalmente la otra alternativa, dice Santo Tomás en el texto citado, hay opinión, pero no hay fe. Y nosotros no opinamos que Dios se hizo hombre, sino que lo creemos.
"Cuestionarse" no tiene porqué necesariamente ser "dudar". Santo Tomás empieza cada artículo de la suma con una pregunta, por ejemplo, "Si Dios existe", cosa de la cual no dudó en toda su vida, y en todo caso es ridículo pretender que cada una de las cuestiones de la Suma implica una crisis de fe en el Aquinate.
Porque la duda real respecto de lo creído implica intervención de la voluntad, mientras que el plantear preguntas como técnica de investigación teológica es cuestión del intelecto solamente.
Chesterton dijo, y con mucha razón, que el error principal del mundo moderno es haber desplazado la humildad del órgano de ambición o el orgullo, que es donde debe estar, al órgano de la convicción, donde nunca debe estar. La ambición tiene que ver con nosotros, la convicción tiene que ver con Dios y su verdad, a los que debemos fe, no duda. No podemos ser "humildes" a costa de Dios y su verdad.
Nunca vamos a rezar en una Misa: "Dudo acerca de un solo Dios, Padre....", etc. A no ser que para no ser "racionalista" haya que admitir esa posibilidad...
Sí es soberbia la actitud subjetivista que le da más importancia a sus sentimientos que a la verdad objetiva. No hicieron eso los santos mencionados, porque sabían que por arriba de sus sentimientos estaba la verdad revelada por Dios, de la cual no dudaron.
Por supuesto que se puede perder la fe que se tuvo antes, pero eso no puede ocurrir sin culpa de nuestra parte, y concretamente, es apostasía. No sentir la fe, la noche oscura, etc., es otra cosa que no tiene nada que ver con el tema de la duda.
Saludos cordiales.
En todo caso, un abrazo fraterno.
P.D. Ya que cita usted "Ortodoxia" de Chesterton, de la misma obra es la siguiente frase: "Los materialistas y los locos no dudan".
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
P.D: Claro que la frase es exacta, procuro ser riguroso, aun de memoria.
P.D. Con este debate quiero poner de manifiesto lo que son las experiencias de fr habituales en los creyentes, muchos de ellos sanyos. En ningun caso quiero disminuir el caracter luminoso de la fe Cristiana, Dios es nuestra roca, el aue nos ayuda sa vacilar. Tampoco recuerfo haber tenido nunca una crisis de fe grave, más bien las dificultades de piner en preáctica lo que se cree. Pero la fe del fundamentalista, del que mo piensa, del que mo disloga con ls razón y con su experiencia vital sobre los contenidos de la fe no me parece uns fd madura.
Abrazos (y gracias a la dureña de este blog por la paciencis con que soporta este debate)
El ejemplo de Nuestro Señor no es bueno, porque ante todo hay que recordar que Él no tuvo fe, así que menos pudo dudar contra la fe. Jesús es Aquel en quien se cree, no aquel que cree.
Dicho de otra manera: todos debemos creer en Dios, excepto Dios mismo, que no lo necesita. Si buscamos con atención en los Evangelios, veremos que en ningún momento Jesús dice "creo" ni "creemos", ni "tengo fe", ni "tenemos fe", etc.
Saludos cordiales.
La duda involuntaria designa la vacilación en creer, la dificultad de superar las objeciones con respecto a la fe o también la ansiedad suscitada por la oscuridad de esta. Esto dice el Catecismo de la Iglesia Católica. Yo no hubiera definido mejor.
P.D. Con este debate quiero poner de manifiesto lo que son las experiencias de fe habituales en los creyentes, muchos de ellos santos. En ningun caso quiero disminuir el carácter luminoso de la fe Cristiana, Dios es nuestra roca, el aue nos ayuda a no vacilar. Tampoco recuerdo haber tenido nunca una crisis de fe grave, más bien las dificultades de poner en práctica lo que se cree. Pero la fe del fundamentalista, del que no piensa, del que no dialoga con la razón y con su experiencia vital sobre los contenidos de la fe no me parece uns fe madura.
Abrazos (y gracias a la dureña de este blog por la paciencia con que soporta este debate)
25/03/13 12:45 AM
Lo que encontré fue esto:
157 La fe es cierta, más cierta que todo conocimiento humano, porque se funda en la Palabra misma de Dios, que no puede mentir. Ciertamente las verdades reveladas pueden parecer oscuras a la razón y a la experiencia humanas, pero «la certeza que da la luz divina es mayor que la que da la luz de la razón natural» (Santo Tomás de Aquino, S.Th., 2-2, q.171, a. 5, 3). «Diez mil dificultades no hacen una sola duda» (J. H. Newman, Apologia pro vita sua, c. 5).
Saludos cordiales.
Pero otras veces 2 , se trata de momentos rn que nos sentimos solos, desolados, abandonados, como Cristo. No hace falta sef creyentf en sentido estricto para vivir ests experiencia, Cristobla vivió, con independencia de que no tuviera fe en sentido estricto.
Escribo desde iphone, con dificultad , por eso no cité ( gracias por explicarmd como citar, mr recuerda usted a mí hablándole a mis alumnos en la Universidad, pero hay determinadas obviedades que nunca está de más repetir).
La cita del catecismo está en el 2088.
2088 El primer mandamiento nos pide que alimentemos y guardemos con prudencia y vigilancia nuestra fe y que rechacemos todo lo que se opone a ella. Hay diversas maneras de pecar contra la fe:
La duda voluntaria respecto a la fe descuida o rechaza tener por verdadero lo que Dios ha revelado y la Iglesia propone creer. La duda involuntaria designa la vacilación en creer, la dificultad de superar las objeciones con respecto a la fe o también la ansiedad suscitada por la oscuridad de esta. Si la duda se fomenta deliberadamente, puede conducir a la ceguera del espíritu.
Saludos cordiales.
“Si la duda no es voluntaria, sino una mera ocurrencia de las dificultades que a nuestro entendimiento se le presentan, no hay pecado; o a lo más pecado venial, si ha habido alguna negligencia en resistir a la tentación. Si la vacilación llega a tomar por incierto lo que es dogma de fe, el pecado sería grave contra la fe.”
También señala el P. Loring en su libro que si a pesar de las dudas que uno experimenta “se fía uno de Dios que lo ha revelado, y cree, no sólo no hay pecado, sino que hay mérito, como en el caso de las santas mencionadas.
Perdonen, pero ser CREYENTE no es SABER que DIOS EXISTE. Si encuentran a alguien que diga estar en posesión de ese SABER, no es un creyente, es un imbécil: Es CREER que DIOS EXISTE.
¿Y qué es CREER?... pues pensar que algo es VERDADERO sin poder llegar a probarlo ABSOLUTAMENTE.
Teniendo en cuenta que una CREENCIA no deja de ser una verdad subjetiva (que el propio sujeto considera suficiente y se contenta con ella)... ¿cómo es eso de que no se podrían generar dudas? (sobre todo en momentos de crisis personal o existencial?
Hablo de sujetos (como Jesús, que en el Huerto de los Olivos suplicó: Padre, tú que todo lo puedes, aparta de mi este Cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya)... no de objetos.
En cualquier caso, ¿no les parece que si conociéramos a DIOS... no habría ya necesidad de creer él?
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Perdonen, pero ser ATEO no es SABER que DIOS NO EXISTE. Si encuentran a alguien que diga estar en posesión de ese SABER, no es un Ateo, es un imbécil: Es CREER que DIOS NO EXISTE.
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No, no soy agnóstico. No me niego a elegir. Jesús ha sido y es un hecho y una razón suficientemente poderosa.
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A tal efecto, aconsejaría se apostase por la existencia de Dios (¡Jesús nos la anticipó con su resurrección!): si se gana se gana todo, si se pierde no se pierde nada.
Apostad, pues, sin vacilar.
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Hoy me pregunto…
¿Me equivoco si digo que las BIENAVENTURANZAS (esas promesas tan famosas que Jesús hizo en el sermón de la montaña), no es verdad que vayan dirigidas a todo el mundo de forma indiscriminada, como vulgarmente se cree, sino aquellos que escuchan, acogen y tratan de vivir de acuerdo a sus enseñanzas; es decir, a sus discípulos?
Gracias.
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Pero... ¿qué es Evangelizar?
¿Insultar? ¿Desmerecer? ¿Dejar en evidencia pública a aquellos que no piensan como nosotros? ¿Tal vez reírnos de sus debilidades, caídas o vicios?
Nada de eso. Evangelizar es anunciar y transmitir (y no sólo de forma sobria, seria y formal, sino sensible, humana, bondadosa y caritativa -como norma suprema y universal de comportamiento-) los contenidos centrales del Evangelio de Jesucristo
No por estar alguien alejado de la fe deja de ser nuestro hermano. Ni deja de estar llamado a ser hijo de Dios. Ni está fuera de la responsabilidad de la Iglesia.
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De acuerdo , pero ¿ como tendremos criterio de lo que dijo Jesus , para poder seguirlo si todo vale?
El problema está en discernir lo verdaderamente bueno y no seguir a los falsos profetas , que ya el Señor nos previno de ello.
No es el caso , con los Papa pues se entiende que el Espiritu los ilumina y Jesus está con su Iglesia hasta el fin de los tiempos.
Pero tengamos criterio , que si no nos confundiran con muchas ideas falsas.
Hablo de la forma de acercamiento y transmisión, no de conversión. Esto último será (una vez hayan recibido dichas enseñanzas... -supongo que para muchos, una vez más-) responsabilidad del propio receptor.
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Comunicado de la Fundación Raul Wallenberg
La elección del Papa Francisco I, primer Sumo Pontífice del continente americano, mereció una efusiva salutación de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, una ONG creada en Argentina con la misión de difundir las gestas de las personas que auxiliaron a perseguidos por el nazismo durante el Holocausto.
Desde París su fundador, el argentino Baruj Tenembaum, expresó su beneplácito por la elección del colegio cardenalicio, al tiempo que recordó que el Cardenal Jorge Bergoglio es miembro honorario de la Fundación Wallenberg desde los primeros días de su creación.
“El cardenal Bergoglio es un hombre de gran personalidad y honestidad que seguramente transitará el camino trazado por Angelo Giuseppe Roncalli, el Papa Juan XXIII, inspirador del Concilio Vaticano II, salvador de miles de vidas durante la segunda guerra mundial y promotor del diálogo y entendimiento interreligioso.
Un maestro iba caminando al atardecer por una playa desierta. Mientras caminaba, divisó otro hombre a lo lejos. Al acercarse notó que el lugareño se agachaba constantemente, recogía algo... y lo arrojaba al agua.
Una y otra vez lanzaba cosas al océano.
Cuando nuestro amigo se acercó, vio que el hombre recogía 'estrellas de mar’ que se habían quedado en la playa… y las iba devolviendo al agua. El maestro se sintió confundido. Se acercó y dijo:
- Buenas noches, amigo. Me pregunto qué está haciendo.
- Pues devuelvo las ‘estrellas de mar’ al océano, respondió el lugareño.
- Ve, en este momento, la marea está baja y todas estas estrellas quedaron varadas, en la costa, si no las echo nuevamente al mar, acabarán muriendo aquí por falta de oxígeno.
- Ya entiendo -respondió el maestro-, pero ha de haber ¡miles de estrellas de mar en esta playa!
¡Es imposible devolverlas a todas; son demasiadas!... además, ¡seguramente esto pasa en cientos de playas a lo largo de toda la costa! ¡No se da cuenta que no cambia nada!
El lugareño sonrió, se agachó, levantó otra ‘estrella de mar’ (para arrojarla de nuevo al agua) y respondió:
- ¡para ésta, sí cambió algo!
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Queridos amigos, pidamos a Jesús ser capaces de velar con Él en la oración, de seguir la voluntad de Dios, de vivir en intimidad cada vez mayor con Él, para traer a esta «tierra», un poco del «cielo» de Dios.
(Benedicto XVI)
Al no ser evidente, ese acto implica un obsequio o sacrifico de la razón. También esta falta de evidencia puede dar lugar a serias dificultades, oscuridades, "dudas" no consentidas, y sobre todo, la desoladora sensación de no tener fe. Por otra parte, la depuracion de las facultades efectuada por la fe pura produce una peculiar desnudez de imagnes y apoyos sensibles e imaginativos conocida como noche del alma. No se percibe la fe, y el sujeto cree que no cree, lo que produce un gran sufrimiento. A esos ejemplos me referí cuando cité a Teresita, Teresa de Calcuta, etc.
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