Ministros extraordinarios: ante todo fidelidad al Magisterio.
Cuando leamos textos magisteriales hemos de tener en cuenta su estructura que está constituida por un título o subtítulo tras el que, el primer numeral, reúne la esencia del tema a tratar.
En este sentido, cuando la Instrucción Redemptionis Sacramentum en el Cap. VII, Ministerios extraordinarios de los fieles laicos, Sección 1 trata sobre EL MINISTRO EXTRAORDINARIO DE LA SAGRADA COMUNIÓN expone de seguido en el n. 154 la esencia del tema, esto es que «sólo el sacerdote válidamente ordenado es ministro capaz de confeccionar el sacramento de la Eucaristía, actuando in persona Christi».
Con esta afirmación se pretende dejar claro que será un error cualquier cosa que tanto el sacerdote como el laico hagan durante la celebración litúrgica dentro o fuera de la misa que reduzca o contradiga el papel del ministro consagrado actuando “in persona Christi”.
Por esa razón el documento a continuación amplia definiendo el término «ministro de la Eucaristía» [el cual] sólo se refiere, propiamente, al sacerdote. Por lo que “los ministros ordinarios de la sagrada Comunión son el Obispo el presbítero y el diácono a los que corresponde, por lo tanto, administrar la sagrada Comunión a los fieles laicos, en la celebración de la santa Misa”
En resumen, el n. 154 deja claro que:
1. Nadie más que un ministro consagrado podrá actuar “in persona Christi”
2. Corresponde al ministro consagrado la distribución de la Sagrada Comunión.
Con qué finalidad se estipulan estas cosas? Para que de esta forma se manifieste adecuada y plenamente su tarea ministerial en la Iglesia, y se realice el signo del sacramento. (Cf. RS n. 154)
Obsérvese que el n. 154 a pesar de que explica el término “ministros ordinarios” menciona a los “ministros extraordinarios” de forma tácita ya que los excluye no solo de actuar “in persona Christi” sino también de distribuir la comunión.
Ahora bien, si el n. 154 excluye a los laicos como ministros extraordinarios para la distribución de la Comunión, por qué en casi todas las misas aparecen los laicos distribuyéndola?
Aparecen distribuyéndola por varios motivos, principalmente, porque el Magisterio ha contemplado el delegarles ese servicio sin embargo lo ha hecho únicamente bajo la condición de que “Solamente por verdadera necesidad se recurra al auxilio de ministros extraordinarios, en la celebración de la Liturgia” esto es, dentro y fuera de la misa.
Delega ese servicio pero a la vez aclara que:
1. Dicho servicio no está previsto o pensado para asegurar la plena participación de los laicos, sino que por su naturaleza, es suplementario y provisional (RS n. 151)
2. Si habitualmente hay número suficiente de ministros sagrados [ ] no se pueden designar ministros extraordinarios de la sagrada Comunión.
El Magisterio incluso ordena el que si hay número suficiente de ministros consagrados “los que han sido designados para este ministerio, no lo ejerzan” (RS n. 157) Esto quiere decir que los laicos deberemos rehusarnos al servicio.
Reprueba además “la costumbre de aquellos sacerdotes que, a pesar de estar presentes en la celebración, se abstienen de distribuir la comunión, encomendando esta tarea a laicos” (RS n. 157)
Ahora bien, quién determina lo qué es “verdadera necesidad”?
El Magisterio lo hace describiendo las tres condiciones en las que se delegará a ministros extraordinarios para la distribución de la comunión:
• “solamente en ausencia del sacerdote o diácono,
• cuando el sacerdote está impedido por enfermedad, edad avanzada, o por otra verdadera causa,
• o cuando es tan grande el número de los fieles que se acercan a la Comunión, que la celebración de la Misa se prolongaría demasiado.
Pero esto debe entenderse de forma que una breve prolongación sería una causa absolutamente insuficiente [para delegar ministros extraordinarios], según la cultura y las costumbres propias del lugar”. (RS n. 158)
Estamos claros que el Magisterio coloca en primer orden a los ministros consagrados pero vemos cómo en la práctica prevalece -sobre las demás condiciones- la del gran número de fieles que se acerca a la comunión.
Lo cual, hemos de admitir, es un error generalizado que tarde o temprano los Obispos diocesanos deberán corregir, mientras tanto, existen laicos delegados como ministros extraordinarios de quienes no es pecado recibir la Sagrada Comunión.
Esto para quienes me han manifestado escrúpulos al respecto.
En estas cuestiones los laicos hemos de tenerlo claro: que no prevalezcan nuestros escrupulos, gustos o preferencias ya que, de ser así, no estaríamos siendo mejores que quienes abusan de la Liturgia por franca desidia.
Debe, ante todo, prevalecer la fidelidad y obediencia puntual al Magisterio.
24 comentarios
En mi experiencia es demasiado ordinario encontrarnos con ministros extraordinarios de la eucaristia. Es mas, en la mayoria de las parroquias hay un laico o dos que realizan este servicio de forma continua, aunque haya cuatro fieles en la misa y bastara con el sacerdote (ademas que consideramos que alargarse demasiado la Misa es echar mas de 3 minutos en comulgar).
Fundamental lo de "no está previsto o pensado para asegurar la plena participación de los laicos". Que precisamente se vive al contrario.
pero algunos religiosos, religiosas y seglares
pueden ayudar en la distribución de la
sagrada Comunión,
según indique el párroco y el Obispo.
Yo en la parroquia en general uso
1 ministro extraordinario los domingos
2 ministros ext. si hay mucha gente (lamentablemente no suele pasar)
Para ocasiones excepcionales pueden llegar a ser hasta 3-4 (Domingo de Pascua, Primeras Comuniones, en donde viene gente de otras parroquias, etc.)
Pero en todo caso de repente no ha estado ninguno de los que suelen ayudarme y doy la comunion solo, no es gran drama.
De mas esta decir que solamente pido a hombres, es mucho mas adecuado.
P Carlos
Los Padres de la Pontificia Comisión para la Interpretación Auténtica del Código de Derecho Canónico, en la reunión plenaria del día 29 de abril de 1987, han considerado que deben responder a las dudas que siguen como se indica abajo:
D. «Si el ministro extraordinario de la sagrada comunión, designado según las normas de los cáns. 910, § 2 y 230, § 3, puede ejercer su función supletoria también cuando estén presentes en la iglesia ministros ordinarios que no están de algún modo impedidos, aunque no participen en la celebración eucarística».
R. Negativo.
El Sumo Pontífice Juan Pablo II informado de la decisión arriba indicada el día 1 de junio de 1988, la ordenó publicar.
Rosalio José Card. Castillo Lara, Presidente
Julián Herranz Casado, Secretario
http://www.iuscanonicum.org/index.php/documentos/documentos-de-la-curia-romana/129-respuestas-autenticas-al-codigo-de-derecho-canonico.html#1.6.88
Artículo relacionado:
http://www.iuscanonicum.org/index.php/derecho-sacramental/el-sacramento-de-la-eucaristia/17-el-ministro-extraordinario-de-la-comunion.html
A veces me pregunto si serè yo muy sensible o escrupuloso, pero es que hay un limite. Dios quiera que los obispos se pronuncien claramnete y pronto. Saludos
Has leído el artículo y los comentarios? ¿y aquello de que los ministros extraordinarios SÓLO pueden ejerecer el ministerio en AUSENCIA de ministros ordenados?
Es que no me ha quedado claro si lo has hecho: o es algo que sólo no me ha quedado claro a mí?
He leído el artículo, los comentarios y los documentos relacionados.
Te devuelvo la pregunta: ¿has ido a Misa? ¿Con frecuencia?
------
Cuando yo era joven, hace ya muchos años, mi párroco se tomaba dos meses de muy merecidas vacaciones. En los últimos años, ni mi párroco ni ninguno de esa enorme abundancia de sacerdotes que pululan en sus parroquias (porque en la mía no) se han tomado más de una o dos semanas de "descanso", que usualmente lo toman sirviendo en otra parroquia.
Ante tal situación, cualquier ayuda es poca. A pesar del ateísmo rampante que se vive en sus comunidades (en la mía no), acá las misas del domingo se llenan hasta los topes y quedan muchos fieles de pie en el atrio. En las misas entre semana, la fila de comulgantes (que vamos camino al trabajo en hora pico, cuando cada segundo es valioso) llena todo el pasillo. Usualmente los sacerdotes llegan apenas a tiempo y salen de prisa, porque vienen de otra parroquia y van hacia una tercera. El Miércoles de Ceniza pasado la imposición duró algo más de dos horas, para que se den una idea. Aquello recordaba a Nínive en tiempos de Jonás. En las Misas de Confirmación hay que hacer cuentas de 4 horas para no andar apurados. Añadiéndole a eso cursos, retiros, seminarios, horarios de confesión, la ocasional ida al baño y de vez en cuando comer, hace que los sacerdotes "abusen" (según ustedes) de los ministros extraordinarios.
Sin ir más lejos, la semana pasada uno de esos ministros extraordinarios "cometió el indecible abuso" de celebrar la palabra porque simplemente el sacerdote ya no pudo llegar.
Si, estoy de acuerdo con ustedes, la situación es terrible. Pero por razones opuestas a las que ustedes esgrimen. Al menos en mi parroquia, a Dios gracias. Yo les recomendaría a ustedes que tienen seis o siete sacerdotes por Misa, jóvenes, bien dormidos y descansados, haraganeando en las bancas sin nada que hacer, que manden alguno a estas tierras de misión. O que vayan a Misa con frecuencia y me digan si la situación suya se parece a la mía. Se podrían dar una sorpresa.
Celebrar la Palabra no es ningún abuso. Yo puedo celebrarla todas las noches antes de acostarme, leyendo un pasaje de la Biblia, o en una reunión con otros asistentes para provecho de todos. Incluso puedo leer las lecturas del día, y en el mismo templo, con el permiso del sacerdote, siempre que no se confunda como una parte de la misa, que no se celebra.
Efectivamente, celebrar la Palabra nunca será un abuso, pero la mejor manera (la única) de celebrarla es con las obras.
Bendigamos al Señor
No existe el "todos y todas somos iguales" o peor aún "hagamos como que todos y todas somos iguales"
Comentario: San Tarsicio, eliminado de un plumazo.
Saludos
Digamos que lotuyo está fuera del tiesto.
Mientras, los sacerdotes que más que activistas son pastores, continuarán siéndole fieles al Magisterio y a sus ovejas. Bendito sea Dios!
No es cosa de discusión. Le voy a citar el mismo documento que usted señala que YO SI LEÍ y no por primera vez:
....
153 el Obispo diocesano puede delegar también otro fiel laico como ministro extraordinario, ya sea para ese momento, ya sea para un tiempo determinado, recibida en la manera debida la bendición.
.....
O sea, sí se puede.
....
157. Si habitualmente hay número suficiente de ministros sagrados, también para la distribución de la sagrada Comunión, no se pueden designar ministros extraordinarios de la sagrada Comunión.
....
En mi parroquia NUNCA hay número suficiente. En mi país tampoco. Bienaventurados ustedes que tienen sacerdotes de sobra. Nosotros nos conformamos con un sacerdote por cada 6000 habitantes, donde lo hay. Y sólo hay 38 seminaristas para tres millones de habitantes. Gracias a Dios yo ya voy de salida. Mis hijos y nietos, que el Señor los ampare.
......
158. cuando es tan grande el número de los fieles que se acercan a la Comunión, que la celebración de la Misa se prolongaría demasiado
.....
¿Le parece demasiado dos horas sólo para la comunión? A mí sí, sobre todo porque muchos vamos con niños. También es un poco excesivo para el párroco que esta enfermo de una pierna y no puede tenerse en pie mucho tiempo, o para el auxiliar que se levantó a las 4 de la mañana, llega a dar la Misa a las 7 de la noche y sale a las 8 y cuarto a atender a su propia comunidad. (Saldría a las 10 y media)
Si eso para usted es un "mal pastor", que envidia tengo de su rebaño.
----------------
DavidQ,
Tres cosas justifican delegar a un ministro extraordinario:
1. “solamente en ausencia del sacerdote o diácono,
2. cuando el sacerdote está impedido por enfermedad, edad avanzada, o por otra verdadera causa,
3. o cuando es tan grande el número de los fieles que se acercan a la Comunión, que la celebración de la Misa se prolongaría demasiado.
En su parroquia, según usted mismo lo describe, se cumple la 2 y ocasionamente la 3.
Qué es lo que dice usted que he dicho respecto a delegar a los ministros?
Casos puntuales como el suyo, me parece que quedan de llano fuera de discusión, ya que, siendo como ud. describe la situación, los ministros extraordinarios estarían justificados.
El tema del post sería: los ministros extraordinarios en manos de progresistas, donde hacen un daño tremendo por las razones arriba explicadas....si, lo mejor es un sacerdote, diácono o seminarista, monja de última, no en todos lados se puede, donde se pueda, a no abusar. Y con respecto a la duración de la misa, antes no pasaba nada si se estaba mucho tiempo comulgando, welcome to the modern world, donde la forma extraordinaria, ni la solemnidad tienen cabida para el trajín que vivimos todos los dias...
Un abrazo
Los tres supuestos mencionados sobre todo el tercero da lugar a abusos. Hay muchas parroquias en las que dan la comunion laicos pudiendo hacerlo perfectamente el sacerdote. Es como en España que habia tres supuestos para abortar en la desgraciada Le del aborto. Mas del 99% se acogian a riesgos para la salud psiquica de la madre, extremo que nadie puede comprobar.
La verdadera cuestión es que Nuestro SAeñor Jescristo esta verdaderamente presente en la Hostia consagrada y solo ñlas manos consagradas tienen la potestad de tocarla. Es como Jesucristo ofrecendos a si mismo.
Por la misma rzaon se debe comulgar de rodillas y en la boca siguiendo el ejemplo del Papa. Es la forma ordinaria que se ha convertido en extraordinaria y viceversa, la forma extraordinaria de comulgar se ha convertido en ordinaria para , al menos, mi pesar.
• “Repruébese la costumbre de aquellos sacerdotes que, a pesar de estar presentes en la celebración, se abstienen de distribuir la comunión, encomendando esta tarea a laicos”. Es decir que el cura no se puede quedar sentado, mirando, mientras el laico reparte la comunión.
• “Pero esto debe entenderse de forma que una breve prolongación sería una causa absolutamente insuficiente”. Solo cuando hay un gran número de fieles, como por ejemplo peregrinaciones, romerías, etc., es cuando está justificado, pero no porque la misa se prolongue solo diez minutos.
Ahora una anécdota totalmente verídica: un domingo el Párroco se acercó a un feligrés y le pidió que hiciera la lectura de la misa. El fiel que era buena persona pero un poco bruto le contestó “Padre, la lectura la hace usted que para eso cobra”
La verdad, es que los equivocados no somos nosotros. Una persona que afirma (erróneamente, como ha sido demostrado) que un laico no puede tocar el Cuerpo de Cristo y desprecia la Hostia distribuida por el laico a favor de la distribuida por el sacerdote, no está despreciando al laico (que ya sería grave) sino a Cristo (que es gravísimo). Si esta persona no cree que Cristo está en la Hostia que lleva el laico, mejor haría en no comulgar, porque no cree en la Transubstanciación. En su mente, Cristo "sale corriendo" de la Hostia cuando es tocada por (supuestamente) "manos indignas". Si son indignas las manos bendecidas por el Obispo (como ya se demostró) ¿es digna acaso su lengua? Esa persona no está comulgando con Cristo, sino sólo con sus costumbres y errores.
Otro tanto se podría decir de quienes le aplauden, pero no voy a llegar a ese extremo: cada quien con su conciencia.
El cristiano está llamado a la obediencia al obispo y al sacerdote. Si el obispo manda que laicos distribuyan la comunión y yo me niego a aceptarla así, estoy desobedeciendo al Obispo, al Papa y remotamente al mismo Dios. Más aún no existiendo evidencia alguna que el Obispo esté haciendo algo objetivamente malo o prohibido.
Como mínimo, si ustedes no creen en lo que manda el obispo, cállense. Porque el que escandalice a los hermanos más pequeños, más le valdría atarse al cuello una piedra de molino y lanzarse al mar. Vayan en silencio con su confesor, exprésenle sus dudas, no hagan escándalo al cambiarse de fila, enséñenle al ignorante obispo lo que ustedes saben mucho mejor que el Papa, PERO NO LO HAGAN EN PÚBLICO.
Porque habemos quiénes sí creemos, sí leemos y sí obedecemos. Y no andamos escandalizando.
-----------------
David, en primer lugar necesito que me diga a quien se dirige porque si es a mi debo decirle que ha llegado a conclusiones erradas sobre lo que he dicho.
En segundo lugar, nada gana usted con negar que existen obispos y sacerdotes quienes en éste y otros temas flagrantemente desobedecen al Magisterio y de quienes, además, usted es cómplice si no aplica con ellos corrección fraterna.
Escándalo es la desobediencia y ella está a la vista de todos los que quieren ver.
Dale que va sigan asi que van "bien" para el lado de los tomates.
Dios quiera que llegue a oídos del Papa todo lo que hacen con el pobre Santísimo y que prohíba a los ministros "extraordianrios" de una vez por todas, solo los sacerdotes deben ocuparse de dar y llevar el Santísimo para eso tienen las manos consagradas.
-----------------
Basta de profanaciones:
No es necesario desdecir al Magisterio sobre los ministros extraordinarios, bastaría con la fidelidad a la normativa.
Me dirijo a todos ustedes que interpretan parcialmente las normas del Magisterio a su antojo, tiran la piedra y esconden la mano, niegan las previsiones claramente establecidas y ponen "sus" creencias por delante de las normas establecidas y el sentido común.
Me dirijo a todos los que creen sabérselas todas sólo porque tienen una conexión a Internet. ¿Acaso usted conoce TODAS las circunstancias que llevan -como este caso- al aprovechamiento de los Ministros Extraordinarios? ¿Conoce usted a cabalidad TODAS las circunstancias de TODAS las parroquias del mundo hispano? ¿Conoce siquiera TODAS las circunstancias de su parroquia o del lugar donde asiste a Misa? ¿Sabe usted por qué el Obispo autorizó a tal o cual Ministro Extraordinario? ¿Ha escuchado la confesión del sacerdote al que critica por permitir que alguien lo ayude?
En lugar de eso, usted y todos sus seguidores se lanzan contra una norma plenamente aprobada y necesaria, sin ni siquiera pensarlo, sólo porque en su mente "les parece mal". Si hablara de casos particulares, estaría bien. Si pudiera ejemplificar con pelos y señales UN CASO en el que EN SU OPINIÓN se está abusando, todavía tendría algún mérito.
Pero decir sin más y en negritas que "solo el sacerdote puede distribuir la comunión" no solo es mentira, sino grave escándalo.
----------------
Apreciado DavidQ,
Sigo pensando que usted no ha querido o no ha podido asimilar el sentido que he pretendido dar al post. Lo lamento. En realidad no se de qué otra manera explicárselo.
Por estar cercanos a la Navidad consideré que lo más prudente para la paz mundial era cerrar los comentarios.
Pasen bonitos días y reciban del Señor gracia y bendición.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.
