El sentido del tamal de Navidad

Hemos tenido una conversación la mar de bonita en facebook algunos ticos y españoles sobre el tamal.

- “Qué es esto?, preguntaron los españoles al ver esta imagen.
- “Es un tamal!”, respondieron ticos, mexicanos y guatemaltecos.

Para cada uno el tamal es muy diferente ya que cada país o región lo prepara con los ingredientes propios, por ejemplo, la mamá de Rolando –como vive a la orilla del mar- los prepara con pescado en cambio yo los preparo con pollo y cerdo ya que vivo en un valle donde abundan.

El origen del tamal no ha podido ser circunscrito a una región ya que se conoce desde tierras mexicanas hasta el sur del Perú. Tenemos reporte de su existencia por medio de las crónicas coloniales de un religioso franciscano así como de algunos antropólogos y otros investigadores quienes han descubierto que no solo ha sido durante siglos un platillo popular sino manjar de emperadores.

El caso es que, actualmente, el tamal –si bien se consume a lo largo del año- tiene un significado especial para las fiestas navideñas y muy particularmente para el Adviento ya que es durante este período que cada familia elabora los suyos.

Juan, el joven que me ayuda a cuidar a papá, me contó hace poco que la tamaleada en su familia era el acontecimiento del año. Cada miembro participaba en la medida de su capacidad desde la siembra y cosecha del maíz, su meticulosa preparación hasta la molienda. Desde haber alimentado y engordado chanchos y pollos para luego matarlos, descuartizarlos y cocerlos hasta cortar, soasar y limpiar las hojas de plátano con las que se envuelven.

Una vez molido el maíz, preparadas las carnes y limpias las hojas, se daban a la preparación de los trescientas o quinientas “piñas”* tamales que se comería la familia en Navidad.

Es cierto, pocas son las familias que pueden o querrían hacerse cargo de tanto trabajo, pero el caso es que con poco o mucho trabajo, la tamaleada une a las familias en torno a una actividad que implica creatividad y que por tanto contiene gran significado.

Y es que el tamal contiene la esencia de la familia ya que tanto en la elaboración como en los ingredientes son expresión de lo que la constituye que no solo manifiesta lo pudiente o golosa que es esa familia sino también lo generosa que en su pobreza o en su riqueza puede ser ya que, por lo regular, los tamales se comparten.

Por eso es tan rico cuando quien llega de visita te trae tamales o cuando te invitan a su casa exclusivamente para comértelos ya que conocerás mejor a tus amigos y al resto de tus familiares no solo por la envoltura, la textura y el sabor de los tamales sino por el gesto de compartirlos.

En este sentido, la tamaleada de Navidad no es tan solo la culminación del esfuerzo familiar sino una manera de dar satisfacción, mediante el arte culinario, a los más profundos anhelos de comunión que habitan el corazón humano.

Ese, me parece, es el sentido del tamal de Navidad.


* Una piña de tamales se llama a dos tamales envueltos por separado y atados.

NOTA: Por cierto, si están interesados en el tema del tamal navideño, y -si me lo piden- podría darles mi receta.