¡Si se mirara como yo la miro!

"Oye, hija, mira, presta oído. Prendido está el Rey de tu belleza. Ríndele homenaje que El es tu Señor". Así empieza, en efecto, el Salmo 44. Un comentario extenso y maravilloso de este Salmo que te recomiendo vivamente leer, amiga mía, es el Tratado espiritual 'Audi Filia' de San Juan de Ávila, recién declarado Doctor de la Iglesia, como bien sabes. Si no has leído este Tratado, Maricruz, te aconsejo de verdad que lo leas, te va a encantar, estoy seguro de ello. Gracias, mil gracias, por tu post, que es magnífico, con ese remate maravilloso de la frase del Papa que lo dice todo. Es que me encanta la frase: “Cada uno es fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno es querido. Cada uno es amado. Cada uno es necesario” - Gracias, Maricruz, por traernos tu mirada, por regalarnos tanta belleza. Un saludo en Cristo Jesús

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Buscaré el tratado.
Gracias a ti.
Un abrazo,

El templo donde está la Virgen del Rocío (donde la romería más grande del mundo), al menos la de mi tierra (Almonte, Huelva, España), NO es una catedral, es una basílica.

Saludos y La Paz.

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Oh, cielos, me disculpo. Ya saben ustedes de mi ignorancia. De inmediato lo corrijo.
Gracias,

Ahora que lo pienso. Saben? Por eso la falta de caridad con el prójimo es aborrecible porque es manifestarle que es inútil, no querido, ni amado. Es, al mismo tiempo, despreciar la obra de Dios.

Primero: Amo ese magnífico final..., es profundamente kerigmático.

Segundo: Bendito Dios que te regala dones que tocan el alma.

Tercero: Se necesita gente con ojos que puedan ver, gracias por ejercitar con tanta maestría los tuyos. Dios quiera y muchas personas más decidan VER la belleza del ser humano frente a frente.

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Yo, la verdad, Leo, lo hago sin querer. El mérito no es mío.
Un abrazote y gracias por tu comentario. Siempre es lindo que mis ticos del alma se dejen venir a comentar.

Hoy, ha sido uno de esos dias que tu reflexion me ha hecho pensar .

Si de verdad entiendo lo que dices y lo comparto, no tengo mas remedio que dejar de cuestionarme el comportamiento y las ideas de nadie , ya que todos somos queridos de igual manera por el Creador,,

Me gusta la idea, pero me intranquiliza dejar de tener un criterio claro del bien y del mal , ya que todo es igual de amado y necesario.

Por suerte , yo tuve un padre que desde chica me llamó princesa y aumentó mi autoestima , cosa que no dejo de agradecerle .



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María Isabel,
Evitar juzgar no implica que tu capacidad de discernimiento disminuya.
Evitar juzgar es un ejercicio en el que le cedes a Dios su derecho de propiedad sobre la historia de salvación de cada uno.
Me gusta verlo así porque de esa forma se reduce mi impulso para juzgar.
No me sale bien del todo la mayor parte del tiempo pero cuando sale bien me siento mucho mejor que cuando juzgo.

Precioso texto Maricruz!!! me ha hecho reflexionar y recordar unas palabras que siempre decía el cantante Facundo Cabral. Que su vida dio un cambio de 180º a partir de que un mendigo le dijo: porque haces esas cosas, porque estas enfadado con el mundo si tu eres un príncipe para Dios. Un abrazo!!!

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Cierto. También tengo en mi vida sucesos de ese tipo que provocaron que me re-encauzara hacia el buen rumbo.

Qué bonito!! Hoy justamente pensaba en la mirada de Jesucristo sobre las mujeres de su tiempo, particularmente en María Magdalena.

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Ciara,
Meditar en ello es muy valioso.

¿Y a mí, como me miras a mí? Je je je.

Está muy bien, Maricruz, qué bonito post te ha salido.

Sí, estamos tan dañados y lastimados por el pecado que resulta casi imposible ver al otro como Dios quiere que los veamos-como el nos ve a cada uno de nosotros-.

Me he acordado, mientras leía tus palabras, de cómo François-Xavier Nguyen van Thuan, tras meses de aislamiento en una celda inmunda, renació en la mirada del crucificado,pues en ese brutal encierro ¡se le había olvidado el Padre Nuestro y el Ave María! Y cómo, al hablarle El Crucificado,el dolor del Crucificado, le devolvió, no sólo la memoria piados, sino las ganas de vivir, la fe en las peores circunstancias.

Gracias Maricruz.

P.s: espero que Yolanda y tú algún día os lleveis bien; todos hemos pensado mal de otros en momentos de nuestra vida,incluso de los amigos-esa gran tentación cuando creemos que se nos ignora,o no se piensa en nosotros,cuando buscamos una especie de satisfacción por presuntos favores hechos y que gracias a Dios se queda en eso, en tentación, pero que no va más allá-.

Un abrazo.

P.P.S: ¿después de que LF ha querido fusilarte dices de el lo que dices? :)

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César,
No me has propuesto en serio pero igual te lo digo: Te miro como a un juglar vestido de blanco que va cantando por los caminos de Dios seguro de su meta sin embargo viéndose continuamente necesitado de no distraerse por el camino. Eres un juglar con una misión específica que nos alegra con su presencia.

Respecto a Yolanda: No es recíproca la desaprobación por lo que no es algo que deba o pueda yo resolver.

Respecto a LF: No te diste cuenta que lo dijo en broma? jeje

Gracias por tan hermosa reflexión, Mari Cruz. pero me dejas atónito con la revelación de tus asuntos de adolescencia...

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Biodramina,
No es para tanto. El Señor me sacó bien librada.

Por supuesto, mi aclaración de lo de la Virgen del Rocío era con todo el cariño.

Un besote, Maricruz.

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Claro. Así lo creo. Gracias, Miguel Angel.

La unica cosa maravillosa que has de ver en mi es que defiendo la verdadera Misa.

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No es así, Tulkas, veo mucho más que eso. De todas formas tu defensa de la misa poco tiene de maravillosa. Eso solo tu te lo crees.

Si hacer una defensa "maravillosa" de la verdadera Misa implica decir que es igual (en que?? En que es igual???) que la misa de Bugnini... Apanados vamos.

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Tulkas,
Lo único que se es que así como no te define tu defensa de la misa, al novus no lo define el que digas que pertenece a Mons. Bugnini....
Deja ya y no cambies el tema.
Te digo o no lo que quieres esuchar?

Vaya, muchas gracias, Maricruz. Y bien cierto que tu blog ilumina a mucha gente. Que Dios nos guíe y guarde a todos.

Hola de nuevo, Maricruz. Quiero que sepas que he estado meditando bastante a lo largo de estos días en el post que has escrito, y finalmente me he visto inspirado para comunicarte algo que deseo compartir contigo y con los demás hermanos/as foristas. Quisiera destacar este fragmento tuyo: "Así fue como al cabo del algunos años llegué a princesa y tuve un Rey! Ahora no solo me puedo mirar como El lo hace sino que, hasta a los que se consideran mis enemigos, los miro en la Belleza que los constituye". Esto último me recuerda una anécdota que le acaeció al jesuita Pedro Arrupe (que está actualmente en proceso de beatificación). Decía este gran místico que él estaba convencido que hasta los más crueles criminales tenían dentro la luz de Cristo y que, cuando estando en Hiroshima experimentó una de las más negativas expresiones de la raza humana, la bomba atómica, lejos de desengañarse del ser humano sintió dentro la gran descarga de energía que el hombre posee para el bien. Esta fuerza, sin duda, emanaba de su alma animada por el Espíritu Santo, cuando, víctima de una embolia cerebral pasó nueve años sonriendo en un lecho de enfermo, al que acudían incluso protestantes a encender velas y a cantar…Podría citarte el nombre de mucha gente libre, santos anónimos y no sólo sacerdotes y monjas, claro está. Se marcharon de esta dimensión de la vida dulce y sencillamente o poniendo ladrillos para la casa universal del amor sin que nadie los notara. Y sin embargo estaban comunicando la luz del Espíritu de la forma más excelente que se puede hacer, a través de la propia vida, convertidos en signo, señal y comunicación de amor y libertad. No se sabe por qué misteriosos caminos, incatalogables por las modernas técnicas de comunicación, estos seres llegaron a convertirse en focos de irradiación… Lo cierto es que el ejemplo que te he puesto, Maricruz, demuestra que la mejor comunicación del Espíritu Santo procede del silencio, de la presencia… Paradójicamente, como bien sabes, en un mundo repleto de ruidos apetece cada vez más callarse. Quizás en estos momentos la sociedad necesite más que nunca el testimonio de la palabra no dicha. En la era de las plataformas digitales, la multiplicación de canales de televisión, tertulias radiofónicas y bombardeo polisemántico en todos los sentidos, las palabras suenan huecas. A veces las propias religiones contribuyen al ruido-ambiente. Los líderes confesionales parecen también púgiles o competidores de la guerra mediática. La cura de silencio que necesitamos no es pasiva. En primer lugar nos permitirá conectar con lo profundo, con el secreto rincón donde habita el Espíritu. Por esto, Jesucristo Nuestro Señor nos dice: “El reino de los cielos dentro de vosotros está”. Un proverbio ortodoxo dice así también: “Siéntate en tu cielo interior, y deja a la hierba crecer”, que es como decir: “Sé tú mismo y deja que las cosas sucedan”. La limpieza de nuestras almas a través de la oración continuada y de la presencia viva en medio de un mundo increyente y que agoniza, es la primera manera de comunicar el Espíritu Santo en nuestro aturdido mundo; pero es que además este silencio es por sí mismo elocuente… El entendimiento definitivo al que quiero llegar, Maricruz, la conclusión última a la que he llegado en este momento de mi vida, es que, en clave cristiana, nuestra vida ha de hablar por nosotros. Lo que convence en un santo/a (y nosotros estamos llamados a la santidad) es previo a la transmisión de su palabra, es su vida en sí misma. Y es que, Maricruz, desde un punto de vista auténticamente espiritual, las buenas noticias son en definitiva personas, gente realizada, hombres y mujeres que han llegado a una unificación o luminosidad interior capaz de transparentar algo, de convertirse en fanales de un Mensaje que se confunde con ellos/as mismos/as. Los santos son evangelios vivientes. Por eso, la fuerza testimonial de la presencia es más poderosa que cualquier doctrina. Pedro Arrupe decía a los seminaristas de Mangalore en la India: “Si me preguntáis cuál es la actitud fundamental para un seminarista, os diría: conocer a Cristo y convertirse en estos años en un buen amigo de Cristo. ¡Así lo tenéis todo en vuestras manos! Entonces iréis por ahí y hablaréis... La gente dirá: ¡Ah, este cura es diferente! Este cura habla de algo en lo que cree realmente. ¡Habla a través de su vida! ¡Su testimonio es su vida! Entonces tendréis credibilidad. Porque uno de los puntos débiles del mundo de hoy es la falta de credibilidad. ¡Muchas palabras! ¡Muchas organizaciones! Pero pocas realidades. ¡Entonces seréis hombres de la verdad!” - ¡¡Así es, Maricruz, esto lo sabemos bien como cristianos y miembros de la Iglesia!! Lo que se trasluce en las palabras de Arrupe, es ni más ni menos que la diferencia entre el ser humano-noticia y el ser humano que se limita a transmitir la noticia; el ser humano que en sí mismo es voz y el vocero; el que “dice” la palabra y el que “es” Palabra hecha carne. Porque, ante todo, comunicar es ser. Sí, Maricruz, cuando ha precedido el silencio, que ya es elocuentemente comunicador y el corazón habla de alguna manera desde su abundancia, la comunicación se convierte en un gran acto de amor. La palabra se hace creadora. Por eso todo auténtico comunicador es poeta y profeta, testigo y testimonio, escucha y palabra decidora al mismo tiempo. Comunicar es sobre todo ser; comunicar es expresar; comunicar es difundir. Por esto, comunicar en último extremo es amar. En consonancia con lo que estoy transmitiéndote con toda mi alma, comprenderás que de nada servirá pues que los católicos tengamos locales donde reunirnos, o estructuras que nos respalden, por bien que estén tales cosas (y rezo por supuesto para que nunca falten), si no damos el salto definitivo, si no trabajamos en nosotros mismos y de verdad el silencio, la paz, la kénosis, la confrontación con nuestra propia realidad, y el desprendimiento de lo mental, centrándonos plenamente en el Corazón de Cristo. Porque el amor es la cumbre de toda auténtica comunicación. Y, verbigracia, toda comunicación sincera y honesta es un acto de amor, de transmisión de la verdad. Esta integridad, esta honestidad, esta autenticidad, ha de ser nuestro distintivo, nuestro blasón y nuestra bandera… Somos actos de amor, Palabras del Poema Cósmico que se han hecho carne. Somos el gran icono de Dios. Cuando manifestamos nuestra verdadera naturaleza, de uno con el Uno (como decía San Pablo: somos un espíritu con Él), no hacemos sino transparentar su última verdad, su misterio secreto; que transluce el Ser y hace refulgir en nosotros la chispa de un incendio total. Ese es el fundamento último del ser humano como comunicación del Espíritu Santo. Como nos recuerda constantemente Benedicto XVI, los cristianos no traemos dogmas ni doctrinas, ni cargas pesadas, sino un Mensaje de Amor Puro y Verdadero y de Libertad, encarnado en una Persona: CRISTO. Si lo sabemos comunicar de corazón a corazón los receptores de la Noticia despertarán, se iluminarán, se liberarán. Casi sin darse cuenta se convertirán ellos mismos en una antorcha, un faro, una emisora radiante de luz, que a su vez salva todo su ser. Y a esto -¡oh qué maravilla!- que al escucharlo, verlo o sentirlo produce una gran descarga de energía, es a lo que llamamos Gracia. Si de verdad, Maricruz, podemos ser nosotros mismos el Mensaje (como ha pasado con todos los grandes santos/as) el acto de amor se expandirá respondiendo a su vocación y a su naturaleza desde el origen: ser lo que es y siempre fue, una manifestación del Infinito Amor de Dios. El agua vuelve así a su fuente en el gran biofeedback del universo, que constituye la vida, una comunicación que sólo puede ser cabalmente definida como un continuo y misterioso intercambio de amor… Un saludo en Cristo Jesús