¡Psst, psst!

Ssssh… ando por aquí disimuladamente porque aún no estoy lista para hablar.

Les dejo de pasadita una reflexión y una canción:

“Tengo en mi corazón una herida de amor que no sana y que fue inflingida en mi alma por mi Creador con el propósito de que nunca sane para que ande siempre en búsqueda mi salud.

Ahora comprendo por qué razón tantos viven y mueren enfadados con El, ahora comprendo por qué razón yo misma a veces también me enfado.

Este, mi pequeño corazón herido y enfadado -sin que lo pueda evitar- vuela, vuela asido por tu mano y hacia Ti, Señor del Corazón Grande”

Y así volando, volando un pequeño corazón va,
atravesando el cielo directo hacia el Gran Corazón,
un pequeño y mesquino corazón como una tierra inhóspita,
volaba arriba, derecho hacia su destino…

E così volando volando anche un piccolo cuore se ne andava…
attraversando il cielo verso il Grande Cuore,
un cuore piccolo e meschino come un paese inospitale
volava dritto in alto verso il suo destino…

“Mis pasos se convierten en pensamientos
y los pensamientos se convierten en Alguien,
se convierten en Ti, Padre, grande y bueno
que por amor has empezado el juego”.
De Canzone per Te, de Claudio Chieffo