Perdonen que me meta, pero…
Ante lo que he observado que sienten y piensan sobre las agresiones que sufrimos los cristianos en las universidades españolas tengo una pregunta:
¿Ha servido vuestro cristianismo para que estas personas sientan fascinación por quiénes son y cómo viven?
Pues, pienso yo que, si esta pregunta encuentra eco en su interior y les hace descubrirse en la necesidad de buscar otro tipo de respuesta a esas agresiones, por ahí tendrían que empezar: por hacer un juicio sobre la forma en que viven su cristianismo; juicio que, tomado en serio, haría brotar de seguido algunas otras preguntas:
Cómo es nuestro cristianismo?
En torno a qué o a quién gira?
Qué es lo que arroja como producto al exterior?
Yo, que les veo de fuera de España tengo claro que no es el moralismo ni el voluntarismo lo que puede llegar a salvar al cristianismo en España, tiene que ser algo más; hallarlo es el trabajo que esta serie de acontecimientos les está exigiendo, que la realidad les presenta, que nuestro Señor ha puesto en sus vidas como provocación.
Échenle el cuerpo ahora y no se aflijan, conseguirán hacerlo, tienen la Gracia, la inteligencia, la capacidad de amar, la voluntad, gozan de libertad y de Su compañía.
Eso si, pónganse a la tarea, pero ya.
Nota: No es una idea remota pensar que alguno se sentirá ofendido por esta entrada o que pueda considerar que estoy saliéndome de la ortodoxia o invitando a salir de ella; por lo mismo, le ruego a quien así piense que -antes de hablar- considere con prudencia lo que va a decir, porque esta entrada no va en busca de una cosa ni de la otra, ni siquiera se trata de lo que yo pienso sino de lo que piensan los lectores católicos españoles sobre si mismos.
10 comentarios
----------
De lo que has dicho destaco el que siempre se quejan, eso es cierto, se quejan y mucho. Esas quejas son objeciones que ponen a la realidad contra la que siempre están luchando lo que les impide abrazarla y verla tal cual es.
Qué es necesario para dejar de quejarse? Esa es otra pregunta valiosa que exige respuesta.
-------------
Exacto. No somos musulmanes que se apañan con el primero que blasfema ni somos protestantes que apelan a un solo argumento, somos católicos, testigos de un encuentro con la persona de Cristo. Eso se ve reflejado en nuestra conducta?
Otra pregunta para reflexionar.
Esperemos los demás aportes, ojalá sirvan para que busquen y encuentren juntos la respuesta.
Informo que no estaré durante algunas horas así que por favor, les ruego que participen pero que también sepan comportarse.
Gracias de nuevo a todos,
Yo creo que una cosa no lleva a la otra. Tampoco fascina mucho el juego de la petanca a la sociedad y sin embargo no hay hordas de salvajes atacando a los jugadores de petanca.
-----------
Rajmún,
Tienes dos opciones:
- Continuar señalando culpables
- Buscar cuál es la respuesta que has de dar a todo esto
Recuerda, ellos no son los cristianos, eres tu.
"¿quién iba a imaginar que el Señor me iba a pedir afrontar este enorme drama tan en primera persona? ¿Qué hago yo aquí? ¿Por qué justo ahora? Señor, ¿qué puedo hacer yo? ¿Qué me estás pidiendo?"
Nada más que para concluir con su deseo de que "todos los hombres experimenten cuál es la verdad de la vida,una verdad que en estos momentos tan dramáticos se abre paso y debe dejarse ver"
Cuál sería, para los españoles, esa verdad que se abre paso y debe dejarse ver?
Estamos entendidos que el drama español no es de inferior calidad, tal parece que en mucho son semejantes, por lo mismo, quien tenga interés en seguir leyendo recurra a su testimonio que está -como el de ustedes- fresquito como el pan recién salido del horno..
Lo que nos verás a los españoles de vez en cuando decir, eso sí, es que no volvamos a caer en esa otra pregunta parecida, pero que a muchos ha llevado a la inacción y la cobardía, a pecar de omisión ante la presión anticristiana existente en España durante los dos últimos siglos ya: "¿Qué puedo dejar de hacer para que no vuelvan a hacerme esto?". Los que hicieron el acto blasfemo en Somosaguas llevan pidiendo exactamente eso desde hace años: que se cierren esas capillas en la Universidad.
Los cristianos que hemos pasado por las universidades de Madrid, hemos vivido alrededor de esas capillas una experiencia de misión abierta al mundo, de compartir la oración y el apostolado, de trabajar en carteles, belenes, rosarios universitarios, peregrinaciones a Guadalupe o a Javier, campañas contra el hambre y recogidas de juguetes, misiones en verano y debates en invierno, incluso de unión de diferentes carismas y sensibilidades en cuanto a las formas externas de vivir la fe, en aras de la misión, que te aseguro que no se dan en muchos otros ámbitos.
Por supuesto que no basta con la denuncia legal del delito de blasfemia. Pero también: hay que mantener abiertas las capillas universitarias, para que se pueda vivir la vida de Cristo en ellas.
-----------
Me has dejado claro que jóvenes universitarios católicos a lo largo de la historia de esas universidades han dejado su huella de fascinación que pocos han atendido... y claro me has dejado también que esas capillas tendrían que permanecer abiertas con lo que estoy de acuerdo.
El asunto que todavía no queda claro es cómo habría de tomar y reaccionar un cristiano ante esas agresiones?
Yo no tengo la respuesta, obviamente porque no soy española, lo que digo es que las reacciones de siempre no rinden los frutos que se esperan, lo que me hace considerar que hace falta algo. A ese algo es al que he pretendido llamar su atención. Qué será? No lo se, como dije antes, de ustedes ha de salir la respuesta que el juicio exige y de únicamente el gesto de colocarse ante la Presencia del Señor contando con la realidad tal cual es.
En la España que yo he vivido (de los años 80 a esta parte) la reacción de "siempre" ha sido literalmente: "No protestemos ni digamos nada, que lo que busca esa gente es que les demos publicidad". A mí me resulta novedoso y refrescante la reacción de los que han denunciado a los blasfemos.
Hubo sacrilegios peores que este último (directamente contra Nuestro Señor en la Eucaristía) que no fueron conocidos más allá del mundo católico universitario (allí claro que sí, aún me estremezco recordándolos), y tuvimos la suerte de poder hacer turnos ante el Santísimo, para que no estuviera solo. Pero que yo recuerde (y puedo recordar mal o no saberlo, entonces no había Infocatólica) no se denunció.
----------------
Santiago, entonces reaccionar ofreciendo resistencia mediante la denuncia es la novedad?
Bueno, en ese caso, si fuera yo la que está en esa situación y con la finalidad de hacer un juicio que me ofrezca un resultado certero me preguntaría si mi estilo de denuncia corresponde a la que habrían hecho Pedro o Pablo? Porque a lo que querría llegar es a saber si mis acciones corresponden al gesto de uno que se ha encontrado con el Señor.
Eso es la pregunta que en seguida me haría.
Me alegro de leerla y encima aprendo palabras nuevas:charita, menso, culantro etc, así que encantada de que no nos haya abandonado.
-------------
Hola, Ana, pues no me he ido, gracias por alegrarse de leerme.
La cuestión del testimonio cristiano la gente sencilla lo comprende perfectamente no se por qué a algunos se les complica tanto.
Gracias por el aporte, querida Ana.
1. Primero, que irrumpir de un modo ofensivo en un templo sagrado es “un hecho triste y doloroso que nada tiene que ver con la vida universitaria, con el diálogo y la capacidad crítica que desde siempre la han caracte ...rizado”.
2. Segundo, que “no todo el mundo se alegra de que en nuestra universidad haya disparidad de opiniones”, y que algunos quieren construir “una sociedad en la que solo se escuche una voz, la suya; en la que desaparezca la presencia pública de los cristianos y de todos aquellos que se muestran libres frente al poder establecido”.
3. Y tercero, que “toda opinión y objeción -sea del signo que sea- es siempre una oportunidad de crecer y dar razones de la propia experiencia, una fuente de nuevas preguntas y estímulos en el camino hacia la verdad. Es en el diálogo donde las personas se muestran realmente a pecho descubierto, donde se resquebraja la ideología, donde uno valora y somete a sana crítica sus propias propuestas”.
La claridad y valentía de los jóvenes que han presentado este Manifiesto me indica que España posee, como lo había señalado, ese algo extra que se necesita para salir de esta situación.
Muchas gracias a todos y Dios les bendiga.
Dejar un comentario