“Pues, para mi está claro: tu vida no corre peligro”
Mi padre es un hombre saludable de 84 años quien después de tres torpes caídas (en una de las cuales se quebró dos costillas) se ha venido deteriorando física y emocionalmente al punto que ha caído en depresión. No me detendré en los pormenores nada más diré que sus males son una combinación de incómodas tonterías fáciles de solucionar.
- “Qué piensa usted del resultado de la consulta con el médico?”, me preguntó mientras lo traía de regreso a casa.
- “Pues, para mi está claro: tu vida no corre peligro”
Papá es un hombre de letras por lo que me valdré de su situación para platicar con ustedes sobre lo que me ha llamado la atención de su caso.
Todos, sea lo que sea que hacemos, buscamos a través de ello nuestra realización. En lo profundo y como su fundamento se encuentra nuestro deseo de Dios.
Papá, con su trabajo profesional a la búsqueda de Dios ha dedicado la vida; ser consciente de ello y de los beneficios que ha recibido tendría que bastarle para reconocer en la Presencia de quien existe y conseguir vivir su ancianidad en paz pero… no está siendo así.
Y qué es lo que ha pasado? Ha pasado que ha tomado sus sentimientos como motor último de su actuar: su miedo a estar enfermo, el miedo a hacerse viejo, su miedo a perder la vida.
-“Así que, pon atención, abuelo. Pon atención a tu corazón, es decir, a tu razón revestida de tus más profundos anhelos. Trata de recordarlo, cuáles han sido tus anhelos desde niño? Belleza, Bondad y Verdad? Pues ellos, ellos -precisamente- constituyen “la fuerza del origen”; fuerza de la cual, por ejemplo, surgieron el amor, el entusiasmo y la vitalidad que invertiste en las largas horas de creatividad (de las cuales fui testigo) donadas a tus radio-escuchas. Es la misma fuerza que te llevó a ganar de la RTVE el premio sobre la Vida y Obra de Gustavo Adolfo Bécquer. Un latinoamericano, tú, un sencillo y simple productor de radio costarricense le ganó al mejor guionista de la radio española! Papá, reconócelo, esa fuerza ya no existe o te la guardaste, sin darte cuenta, en la bolsa del pantalón”.
- “Pero, y qué o quién da o es fundamento de esa fuerza?”
- “Cristo. ¿Quién más?. Lo decisivo aquí, papá, es que te re-encuentres con Él”.
(Si este diálogo fuera real, en este momento, sabría exactamente qué cara pondría)
“Bien, pero ya no te entretengo, solo permíteme añadir que el mal de todos tus males no son tus chuequeces y que, aunque fueras joven, ni siquiera serían todas tus debilidades juntas; el mal de todos tus males es haberles entregado tu libertad, porque habrás de saberlo: “la libertad quiere decir, además de conciencia de nuestro límite, ímpetu creador. Puesto que es relación con el Infinito, toma de Él esta inagotable voluntad de crear. Esto lo ha perdido solamente quien es ya tan viejo que está muerto” [1] y tu, papá, estarás viejo pero no estás muerto y ni siquiera tu vida corre peligro.
Y, pongámonos serios queridos lectores, preguntémonos: la vida de quién –verdaderamente- corre peligro cuando ella tiene como origen y meta a Cristo, eh? La de ninguno, no es cierto?
[1] Una responsabilidad que crece con la fuerza del origen. Apuntes de la intervención de Julián Carrón en la Asamblea General de la Compañía de las Obras (Milán, 21 de noviembre de 2010)
5 comentarios
Que Dios le guarde todavía muchos años. Un abrazo ;)
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Mise,
Ese es el punto, mi padre tiene actividad, lo que ha olvidado -como muchos hoy día y todavía más jóvenes que él- es reconocer su origen y su meta. Ancianos, totalmente inhabilitados, viven haciendo consciencia de ello y encuentran allí su paz.
Gracias por tus buenos deseos, también espero que papá me acompañe otro buen trecho.
A tu padre le aqueja lo que a muchas personas: la pérdida de sentido de si mismo y de su vida. Sentido que es evidencia de Dios mismo, presente en todas partes y todos los seres.
Un abrazote :)
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Mise,
Ves que no necesitas traducción? Ves que el lenguaje de CyL lo tienes impreso en el corazón?
Y es que fíjate, no es un lenguaje con el que encuentras correspondecia sino con una forma de vivir el cristianismo, es Cristo mismo: vivir haciendo conciencia de su presencia. Eso mismo.
Me parece o ya nos vamos entendiendo?
Lo que indico no se limita a ningún carisma particular, es simple cristianismo práctico :)
Al hablar de "sentido" aminoro las ambigüedades: Dios es Sentido de todo lo creado, el Sentido es universal y está presente donde miremos. Esto no es más que repetir el prólogo de San Juan con otras palabras.
Logos es palabra en cuanto meditada, reflexionada o razonada. Es decir: "Razonamiento", "Argumentación", "Discurso", "Inteligencia", "Pensamiento", "Ciencia", "Estudio" y "Sentido". Es sinónimo de "luz del entendimiento"
Compara esto con la presencia cercana y humana que se muestra desde CyL. No digo que Cristo no se muestre cercano... pero el Misterio es mucho más profundo.
Creo que entendernos nos entendemos ;) , pero la ambigüedad semántica de CyL distorsiona lo que nos queremos decir.
Un abrazote :)
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Mise, te pido que no insistas en decir que es un lenguaje ambiguo porque no lo es, para mi es el lenguaje que mejor expresa cómo he vivido y quiero seguir viviendo mi fe, para mi es razonable y corresponde a la manera en que comprendo mi relación con Jesús y mis semejantes.
Y no, me doy cuenta que puedo entenderte pero que tu a mi no porque -sencillamente- pones muchas objeciones. Quieres que la semántica de CyL suene al discurso que conoces y eso no puede ser porque es una de tantas modalidades en la que el Espíritu se ofrece a los hombres.
Por último, si, el Misterio es el Misterio y es insondable, pero se ha hecho uno de nosotros y está en mi, en ti y en todos los bautizados tratando de abrirse paso por entre la maraña de nuestro egoísmo con la finalidad de echar luz sobre la humanidad, anhelando que le permitamos dejar ver a través nuestro la fascinación que provocó en Juan y Andrés.
Mise, encontrarse con Cristo no es encontrarse con un razonamiento o con una idea, es el encuentro con una persona viva que habla, hace y dice de tal manera que ya nunca más podrás volver a ser la misma persona.
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No, habría hecho pucheros, últimamente hace pucheros como cualquier descreído. Cosas de la edad.
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Mise,
Déjame explicarme:
La utilización del término "ambiguo" dentro de este contexto tiene una carga de censura, por lo que, si queremos ser justos y lo que sucede es que la semántica de CyL -sencillamente- les resulta incomprensible, solo deben admitirlo.
También la semántica de Jesús resultó incomprensible a Pedro, Juan y Andrés, más como para ellos era razonable fueron incapaces de no seguirle porque si lo hubieran hecho habrían negado todo lo que habían visto y oído.
Así que nada, que les sea incomprensible está bien, más por ese motivo no se permitan censurar y me refiero a que no únicamente eviten censurar a CyL sino a cualquier otro movimiento eclesial autorizado por el Magisterio.
Claro, y que si se descubren censurando sería razonable que observen por qué lo hacen así como el efecto que produce en su relación con Dios, en sus vidas y en la de los demás.
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