El cristianismo: un camino humano
Me ha llegado esta entrevista que deseo compartirles y que he titulado El cristianismo: un camino humano.
Las respuestas que ofrece a Cope el sacerdote español y presidente del Movimiento Comunión y Liberación el padre Julián Carrón dentro del marco del Congreso Católicos y Vida Pública realizado en España este año y recogidas por el portal El sentido busca al hombre.com no solo ofrecen información valiosa para comprender el carisma del Movimiento sino que presentan un desafío al cristiano de nuestro tiempo y ya que, como cristiana, soy ávida de desafíos asumo que ustedes también.
Entrevista a Julián Carrón
COPE.es
Usted ha querido empezar su participación aquí, en el Congreso Católicos y Vida Pública, con una frase de Dostoyevski,que es una pregunta: “¿puede el hombre europeo culto creer, seguir creyendo?” ¿Por qué ha querido empezar con esa pregunta?
Porque me parece que pone delante de nuestros ojos cuál es el desafío que tiene la fe cristiana para cada uno de nosotros que somos, como dice Dostoyevski, un europeo que ha estudiado, que es culto, que tiene la razón, que tiene la libertad y que, por tanto, se pregunta si es razonable hoy creer en Jesucristo. Hoy, cuando uno no quiere continuar simplemente creyendo por tradición, devoción o costumbre. Es decir, si verdaderamente es razonable creer en Jesucristo. Y sin dar una respuesta adecuada a esta pregunta, a nuestra adhesión a la fe le faltan los ingredientes fundamentales para que sea verdaderamente nuestra, humana y, por tanto, para que esté a la altura del desafío del tiempo en el que vivimos. No estaremos en condiciones de dar razón de esa fe cuando alguien nos las pide sin esta pregunta.
El cristianismo se encuentra en una sociedad plural, en España es evidente. Algunos reaccionan pensando que es el momento de retirarse a los cuarteles de invierno; otros piensas que es el momento de reaccionar con fuerza para recuperar el terreno perdido. ¿Estas dos interpretaciones son restrictivas? ¿No son adecuadas?
Son insuficientes, porque no son capaces en el fondo de interesar a la persona por lo que es el cristianismo. Ninguna de estas dos interpretaciones tiene su fundamento en aquello que será siempre el canon de lo que ha sido el anuncio cristiano: el Evangelio. Jesús se pone en la sociedad con un atractivo tan absolutamente irresistible que fue lo que fascinó a los hombres de su tiempo. Como dice Péguy, Él no perdió el tiempo en lamentarse de la maldad de su tiempo, no les reprochó sus males, simplemente cortó por lo sano -diríamos en español-. ¿Cómo? Haciendo el cristianismo, es decir, poniendo en la realidad de la historia una presencia humana tan absolutamente fascinante, la suya, que todo el que la encontró, cualquiera que fuera la decisión que tomara al final respecto a ella, tuvo que hacer las cuentas con ella, para rechazarla o para afirmarla, para adherirse. Pero a ninguno le dejó indiferente. Sin embargo, una posición ideológica normalmente deja indiferentes a todos menos a los de la parroquia, a los del propio grupo. No desafía, no plantea un interrogante al otro, no desafía su razón y su libertad. Por eso, no tiene nada que ver con lo que sucedió en la historia, y con lo que sucede hoy en la historia cuando uno encuentra un cristiano.
Estamos en un tiempo de crisis. Si usted tuviera que definir esta crisis. ¿Cómo la pintaría? Hablamos de crisis económica, es cierto, tenemos 4 millones de parados, hablamos de crisis ética; pero, ¿cuál es el fondo de esta crisis?
El fondo de esta crisis es mucho más profundo que todas estas cosas, que son en el fondo consecuencias. La gravedad de la situación, lo vemos sobre todo en la escuela, no es que falten recursos para la enseñanza -en un momento de crisis todos desearíamos tener más instrumentos- el problema es que los alumnos no tienen ningún interés por estudiar, por aprender. A esto no se puede responder únicamente con más medios, técnicos o económicos, sino que hace falta otra cosa. Por eso, hablamos hoy de emergencia educativa, que antes era una cosa que resultaba extraña y, sin embargo, cada vez más lo vemos como el pan de cada día. Lo mismo sucede respecto al trabajo: los problemas que se alegan son, ahora que es difícil encontrar un trabajo, qué recursos tiene la persona para poder movilizarse, para poder reciclarse, para adaptarse a la nueva situación; pero, ¿está dispuesta a esto? Y así podemos ir abordando todas las cuestiones. Cuando durante años el hombre ha sufrido esta pasividad, esta falta de energía para ponerse en juego con todo lo humano, con todos los recursos humanos de su persona, está en peores condiciones para afrontar la situación. Y, por eso, estamos delante de un verdadero desafío. Todos nosotros. Porque algunos piensan que es un desafío de la Iglesia, o que afecta solo al mundo religioso. Esto afecto a todos: a los partidos políticos, a las instituciones, a la escuela, a los sindicatos; es decir, afecta a todo aquello que tiene que ver con lo humano. Por tanto, que no se encuentren personas que puedan ponerse en juego con toda su razón y su libertad es una desgracia para todos. Algunos se frotan las manos pensando que es una desgracia para la Iglesia solo. ¡No! En este momento, es cuando podremos saber quién tiene la capacidad de despertar lo humano; la Iglesia tiene delante de sí la aventura más fascinante, como cuando empezó: poder mostrar que a esta crisis, a su naturaleza -que no es solamente ideológica, que no se debe reducir a reclamar un hueco dentro de la sociedad, sino que tiene toda la hondura del decaimiento humano, de la falta de interés de lo humano- pueda mostrar que en ella hay algo en condiciones de poder despertar, de poder interesar al hombre de nuevo. Aquí es donde tendrán que retratarse todas las realidades, incluidos los que se alegran de este deterioro. Y veremos quién se lleva el gato al agua.
Usted ha dicho que, a pesar de esa crisis, sigue estando presente esa gran talla del hombre que expresaba, por ejemplo, Machado: “mi corazón espera / también, hacia la luz y hacia la vida, / otro milagro de la primavera". ¿A pesar de la crisis hay algo que no se llega a destruir del todo?
Absolutamente. Todos nosotros, como Machado, esperamos un milagro de primavera. Y esto, cualquiera que sea la situación en que nos encontremos, la posición ideológica, el momento de la vida, las circunstancias favorables o adversas en que nos encontremos. ¿Quién de nosotros no espera un milagro de primavera mediante el cual podamos verdaderamente ver cumplida nuestra vida? Como dice Antonio Machado en otro verso: “alguno podrá pensar que esto es un sueño", pero ¿por qué lo esperamos?, ¿por qué no podemos dejar de evitar desear este milagro de primavera? Esto es lo que constituye el ser humano, y esto muestra que, aunque el hombre puede decaer y lo humano puede ser reducido -tantas veces tantas realidades de este mundo intentan socavar este deseo minimizándolo, intentando distraerlo o llenarlo con cosas que en el fondo le dejan más insatisfecho o más escéptico-, nadie podrá nunca arrancarlo del corazón. Y, por eso, se convertirá siempre este deseo en el criterio de juicio para juzgar las cosas que encuentra en la vida. Al hombre le pueden tomar el pelo durante un cierto tiempo, pero aquí el problema es durar: el signo de la verdad es que aquello que te fascina, que te ilusiona, aquello que en un momento concreto te despierta un interés, dure.
¿Qué tiene que ver el cristianismo con ese deseo?
El cristianismo tiene mucho que ver porque es la única respuesta que dura. Todo lo humano, incluidas las cosas más bellas que puedan suceder -cuando uno ama a una persona, cuando uno empieza a trabajar-, con el tiempo decae. La única cuestión es si existe algo que no decaiga. El cristianismo tiene la pretensión, justamente por el origen -que no es humano, aunque se pueda encontrar en el rostro de los hombres de hoy que lo han encontrado-, tiene la pretensión de que dura en el tiempo y para la eternidad.
Usted sostiene que no cualquier tipo de cristianismo está en condición de responder al deseo del hombre. Por ejemplo hay un cristianismo identificado con la doctrina, o un cristianismo identificado con la moral, que no pueden hacer las cuentas con ese gran deseo del hombre.
Efectivamente. Un cristianismo reducido a esto no es capaz. Nosotros lo sabemos bien: durante años se ha trasmitido en la escuela la religión cristiana, pero ¿cuántos salían de la escuela ya con el juicio claro de que aquello no les interesaba? O lo vemos también en la vida de la Iglesia: ¿cuántas veces de un grupo de confirmandos, después de hacer tres años de catequesis, no queda ni uno? Es decir, nosotros sabemos por experiencia que hay un modo de hablar del cristianismo que no despierta el interés por el cristianismo. Parto de la experiencia española reciente, son datos de mi experiencia pastoral y de la experiencia que veo en torno a mí: si no se respeta la naturaleza del cristianismo tal y como se ha puesto en la historia, entonces este cristianismo no es capaz de prender el corazón. Sin embargo, yo veo en tantas otras personas -iguales que las demás, con el deseo reducido, sin interés por el cristianismo- que encuentran otro tipo de cristianismo, que se interesan por él justamente porque sucede esto: encuentran personas donde este cristianismo es vivido según su propia naturaleza.
Por la tradición española es muy fácil dar por supuesto qué es el cristianismo, o incluso identificarlo con la cultura, con la tradición, con un patrimonio histórico, con unos principios doctrinales…
Es facilísimo que se produzca esto. Yo lo he dado por descontado en mi propia experiencia, por eso entiendo perfectamente qué es lo que les puede pasar a muchos de los católicos españoles. Hace falta una lealtad muy grande con su propia humanidad para confesarse a sí mismo que, tras un cierto tiempo viviendo el cristianismo de un modo determinado, éste no es capaz de responder a las exigencias humanas. Uno tiene que confesárselo a sí mismo, y a veces no es fácil.
Dígame si le estoy entendiendo bien: ¿usted lo que dice es que hay que poner el cristianismo a prueba?
Evidentemente. El cristianismo está siempre a prueba, no es que haya que ponerlo. Está siempre a prueba delante de la exigencia del corazón, como toda la realidad está siempre a prueba, como la propuesta política o como la propuesta que hace un profesor. A sus alumnos les podrá interesar o no. El cristianismo no se libra de esta prueba. Y no simplemente no se libra, sino que Cristo se ha despojado de todo precisamente para someterse a esa prueba. Lo fascinante del cristianismo es darse cuenta de hasta qué punto Dios, despojándose de su capacidad y de su poder, se ha hecho hombre para respetar la dignidad del hombre, su razón y su libertad. Para decir: “mira, comprueba, si viviendo conmigo, si estando en relación conmigo, tú ves algo que te interese para vivir, para hacer tu vida más grande, más plena, más dichosa: aquello que tú no eres capaz de conseguir con todos tus esfuerzos, lo puedes conseguir si me sigues". Por eso está siempre a prueba. Es verdad que existe una condición: que yo me implique en una relación, en un seguimiento, en un lugar donde yo pueda hacer esta verificación. Pero el cristianismo está siempre a prueba, como todo, porque el hombre no puede evitar hacer constantemente el parangón entre lo que encuentra en la vida y las exigencias de su corazón. Es inevitable: no pasamos un minuto con una persona sin hacernos una idea, nos provoca rechazo o simpatía. Nada que entra en el horizonte de lo humano está sin poner a prueba lo que tiene delante. Por lo tanto, esta prueba se transforma en un juicio que hacemos inmediatamente, el juicio es contemporáneo. También Cristo se sometió a esto, haciéndose hombre. Tanto es así que desde el primer momento se expuso Él mismo a esta comparación. Cuando los discípulos, los dos primeros que le encontraron, Juan y Andrés, le preguntaron: “¿dónde vives?", Jesús les responde: “venid y lo veréis". Es desarmante en su sencillez. ¿Por qué? Porque dice algo absolutamente único: el Dios Todopoderoso se deja en manos del juicio, del criterio, de los dos primeros que lo encuentran: “venid y lo veréis"; si hay algo que ver interesante para vuestra vida lo veréis, y si no, pues lo veréis también.
Alguno podría decir: usted se está refiriendo a cuando Jesús de Nazaret invitaba a ver determinadas cosas y se veían milagros, pero estos no son los tiempos de los milagros.
Esta experiencia sigue sucediendo hoy como el primer día: cuando uno encuentra personas que despiertan un interés, un atractivo tal delante, no pueden no hacer las cuentas. Le pongo dos ejemplos. Hace dos semanas se ha celebrado en El Cairo un encuentro que es el culmen de una cosa que comenzó hace unos años con un amigo mío que fue a estudiar árabe a El Cario y se encontró allí con un profesor. Podemos imaginarnos cómo eran: un cristiano que tiene todos los estereotipos del árabe musulmán y un musulmán que tiene todos los estereotipos del cristiano occidental. Pero sucede un imprevisto: se hacen amigos. Comenzaron un camino en el que se descubrieron mutuamente. El profesor musulmán le preguntó a mi amigo cristiano por qué vivía su humanidad del modo en el que la vivía. El cristiano invitó al profesor musulmán a Italia, allí conoció el Meeting de Rímini y, fascinado por el tipo de humanidad que vio, quiso hacer algo semejante en El Cairo. El profesor musulmán ha invitado a muchos jóvenes egipcios a participar en ese encuentro. Esos jóvenes se han sentido también fascinados por la belleza de la relación que veían. El martes volví de Moscú, donde he conocido personas que no tenían nada que ver con la fe. La han descubierto encontrándose con personas que les habían fascinado. Algunos estaban bautizados en la Iglesia ortodoxa y se han interesado por el cristianismo como nunca lo habían hecho por unos amigos que lo vivían con intensidad y plenitud. Esto no es una cosa del pasado, esto sigue sucediendo. Podría estar horas contando historias de personas de todas las tendencias ideológicas, de todas las edades y de todas las latitudes que participan en este fenómeno.
El Papa en su reciente visita a España ha invitado a un diálogo entre la laicidad y la fe. Muchos cristianos están muy enfadados porque los laicos no quieren dialogar. ¿Qué haría posible este diálogo?
El diálogo es, evidentemente, una cosa de dos. El problema no es que el otro no quiera dialogar sino qué pongo delante de él para que le interese y para poder abrir así una brecha en su decisión de no dialogar. Este es el desafío. Imagino que muchos de los que se encontraron a Jesús no estaban inicialmente dispuestos al diálogo.
¿Entonces el problema de los cristianos es este?
No sólo de los cristianos porque siempre entra en juego la libertad del otro, pero no puedo decir que sea sólo culpa de los otros. Me pregunto si cuando estoy delante del otro le estoy haciendo presente, contemporánea, la mirada de Cristo, la experiencia que Él introduce en la vida para que pueda interesarse por ella o rechazarla. Recuerdo siempre la frase del poeta Eliot con la que todos los cristianos de todos los tiempos nos tenemos que medir: “¿Es la Iglesia la que ha abandonado a la humanidad o es la humanidad la que ha abandonado a la Iglesia?". Cuando el Papa nos está llamando a la conversión nos está diciendo que para testimoniar a Cristo, para ser transparencia de Él -como ha dicho en su visita a España- tenemos que hacer un camino humano, interior y de fe. No sé si algún católico español puede sentirse excluido de la llamada del Papa. Al menos yo no.
Usted ha definido el cristianismo como una belleza que hiere. ¿Por qué?
Porque la belleza hiere. Puedes estar sufriendo una circunstancia adversa pero no dejas por ello de disfrutar con la belleza de unas montañas o con el gesto lleno de conmoción y de caridad de una persona que te hace un gran favor desinteresadamente. En esos casos te sientes tocado, herido. Es lo que le ha pasado a muchas personas delante de la Sagrada Familia de Gaudí.
27 comentarios
Saludos.
Ya le digo que es errónea y a pesar de ello, en CyL siguen repitiéndola.
Y, por favor, continuen comportándose como trolles para poder seguir ignorándolos.
Gracias,
No entiendo bien a qué se refiere. Lo único que digo es que en la edición digital que tengo no aparece la cita. Al tratarse de una edición digital es fácil y rápido hacer la búsqueda.
Supongo que caben otras explicaciones: diferentes traducciones; cita parafraseada; cita de segunda mano, etc.
Saludos.
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Martin,
Me doy cuenta que no estabas enterado. Disculpa.
Recuerdo que habíamos hablado de este asunto en otra entrada varios comentaristas aportaron lo siguiente:
De parte de Luis:
http://www.revistahuellas.org/default.asp?id=423&id_n=1666&pagina=1
De parte de Gambino:
The Notebooks for "The Possessed,"Notebooks for "The Possessed," translated by Victor Terras, [Chicago], 1968.
Aquí dicen la página: la 1011 en esta edición italiana:
Cfr. F.M. Dostoievski, I demoni; Taccuini per “I demoni”, a cargo de E. Lo Gatto, Sansoni, Florencia
1958, p. 1011.
Pero de todas maneras aparece en varios sitios:
http://it.wikiquote.org/wiki/F%C3%ABdor_Michajlovi%C4%8D_Dostoevskij#Dagli_appunti_preparatori
http://www.ilsussidiario.net/News/Culture-Religion/2010/9/17/POPE-Peter-Hitchens-How-atheism-brought-me-to-faith-/2/113161/
Y de parte de Eduardo lo siguiente:
http://www.serviciocatolico.com/files/sabater_y_las_trampas_del_racionalismo.htm
http://books.google.es/books?id=Y9fSUnH9wTcC&pg=PA42&dq=hombre+culto,+un+europeo+de+nuestros+d%C3%ADas&hl=es&ei=eU7cTNLyO8H58AbaweSECQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CCsQ6AEwAA#v=onepage&q=hombre%20culto%2C%20un%20europeo%20de%20nuestros%20d%C3%ADas&f=false
http://books.google.es/books?id=4ZjIdzM6rnQC&pg=PA36&dq=hombre+culto,+un+europeo+de+nuestros+d%C3%ADas+%2B+divinidad&hl=es&ei=JE_cTK-bD4et8Aax1djPBg&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CCsQ6AEwAA#v=onepage&q=hombre%20culto%2C%20un%20europeo%20de%20nuestros%20d%C3%ADas%20%2B%20divinidad&f=false
Este mismo reportaje lo publicó Maricruz el 22.11.2010 (ver pág.5 de la hemeroteca de este blog "El reto del catolicismo español"), y yo hice el primer comentario señalando que algunos puntos del discurso de este sacerdote a mi juicio contenían errores racionalistas o al menos, que eran inaceptablemente ambigüos. La respuesta de Maricruz fue:
"Mira, Ricardo, coloco este tipo de cosas para que encuentren utilidad en ellas quienes consigan hallar repercusión en su interior de lo que allí se dice, si tu únicamente consigues ver mentiras revueltas con verdades, mejor déjalo, haces bien. "
Así que los comentarios, observaciones y objeciones huelgan. O lo consumes tal como te lo sirven, o te olvidas.
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Ricardo,
Si una cosa agradezco al carisma de don Giuss es haber empezado a detectar cuántas objeciones ponemos a la realidad. Mira no más, mira cuánto me cuesta reconocer que el carisma de Comunión y Liberación no representa un desafío para los demás tanto como lo es para mi.
Por eso te he dicho que si no encuentras nada útil en él que mejor lo dejes, porque nada conseguimos discutiendo sobre cómo ejercitas tu libertad o yo la mía.
Al menos con Martín has sido deferente, yo no tuve la misma suerte.
Unos apuntes.
1) En la versiones digitales (y sobre todo en la de google books) no estan las paginas completas, como es el caso de del link que postea el amigo Juvenal... (La pagina no se puede visualizar). Te recomiendo que te compres el libro, lo leas y luego emitas un juicio. En todo caso... soy humilde en reconocer que un movimiento eclesial reconocido por la Santa Sede, con un fundador(+) por de mas uno de los teologos mas reconocidos de Europa (estuvo al lado del entonces Cardenal Ratzinger, Hurs Von Balthasar, Henri de Lubac, entre otros) pueda haberse "equivocado" (Cosa que no creo, sinceramente)
Solo que a veces la necedad de nuestra razon, no deja ver la verdad delante de uno... en ultima instancia... al parecer la pregunta en cuestión es como una punta que fastidia a muchos.. y no tratan de ver la profundidad de la misma...
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Oscar, me parece que has dado en el clavo, la pregunta por si misma punza al punto de que ni siquiera se la plantean en cambio eligen desaparecerla. Prefieren poner objeciones antes que ver en ella el desafío.
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Juvenal,
Es que no se trata de que la fe sea consecuencia de ser culto sino que para muchos europeos ser culto constituye o tiende a constituirse una objeción a la fe.
Hay uno de los enlaces que no puedo ver. En el resto está la cita, pero no la referencia al libro y a la página correspondiente.
La edición digital que poseeo no es la de google. Y no está ni en todo ni en sus partes. Y tiene más de mil páginas...
Es posible que ocurra algo semejante a lo sucedido con "ladran Sancho". No está en Don Quijote ni es de Cervantes, aunque se la han atribuido.
Saludos.
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Martin,
Lo que me parece recuerdo concluimos en aquella discusión es que la frase está en Los Demonios no en los Hermanos Karamazov.
Yo no he tenido la rigurosidad para buscarla, ni el tiempo, ni el interés ya que confío que nadie se la ha sacado de debajo de la manga.
Creo que tengo Los Demonios en algún lugar de mi biblioteca veré si eventualmente la busco.
El caso es que siempre desvían la conversación hacia el origen de la frase y nunca aportan nada sobre el contenido de la entrada al blog.
Por mi parte no es necesario que te tomes la molestia de buscar la cita.
Saludos.
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De acuerdo, gracias, Martin.
Julián Carrón da unas cuantas pinceladas sobre la crisis del cristianismo frente al hombre moderno y la crisis del hombre modernos frente al cristianismo. La verdad es que tras releer el texto varias veces, la postura de Carrón se podría resumir en una frase: los prejuicios negativos impiden que el cristianismo llegue a la sociedad actual.
Lo que yo me pregunto es si el cristiano actual está preparado para vivir en una sociedad llena de prejuicios negativos.
A mi me parece que no está preparado para enfrentar estos prejuicios. Nos falta de todo, conocimiento, compromiso y espiritualidad. Hay que se consciente de que mayoría de los cristianos son también prejuiciosos en su manera de entender su propia religión. Desestiman la necesidad de saber las razones que la sustentan y se quedan en un cómodo barniz que no les compromete demasiado.
Si nos fijamos en Cristo, nunca dejó pasar un prejuicio ajeno sin desmontarlo. Por eso generaba tanto odio en quienes se enfrentaban a el.
Cristo nunca se parapetó en la comodidad de saberse en la Verdad. Siempre entraba a dialogar con quienes ponían en entredicho sus premisas. Por esto los apóstoles les resultaba tan fascinante su figura.
¿Puede un europeo culto tener Fe? Sí... ya que la Fe parte de la confianza que dá determinada forma de entenderse a si mismo y a lo que le rodea. También el ateo tiene confianza en su forma de entender la realidad. Confianza que si se profundiza mínimamente, es fe en un modelo de universo alternativo.
Pero el verdadero diálogo no está en los fundamentos de las diferentes confianzas, sino hacia donde nos lleva cada uno de los modelos de sociedad y ser humano que emanan de ellas. ¿Pueden convivir estos modelos o no?
Las ideologías laicistas tienen claro que no es posible y que es necesario replegar el modelo de los creyentes hacia la más estricta privacidad. Esto da lugar a la lucha de unos modelos frente a otros. Es lo que vivimos en la mayoría de las sociedades modernas. ¿Dónde nos conducirá esto? Solo Dios lo sabe...
Saludos :)
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Miserere, has dicho:
Lo que yo me pregunto es si el cristiano actual está preparado para vivir en una sociedad llena de prejuicios negativos.
Pues, precisamente, no estamos listos y no sabemos que podemos vivir en una realidad prejuiciosa.
Tras los prejuicios vienen las objeciones, tras las objeciones enclaustrarnos cuando, si somos mensajeros, debería ser todo lo contrario.
Qué resuelve este dilema?
Lo resuelve:
1. Una conciencia atenta, tierna y apasionada de uno mismo.
2. Desde esa conciencia el descubrimiento de Cristo como contemporáneo nuestro en su humanidad inserta en la nuestra.
Cuáles serían los resultados?
Serían:
1. Abrazas la realidad tal y como es.
2. Desaparecen las objeciones.
3. Desaparece el enclaustramiento.
Esto redunda en que a pesar de que la realidad es hostil, tu ya no te sientes agredido, ya no necesitas defenderte sino proponer el desafío del cristianismo al mejor estilo de Jesucristo y consigues hacerlo porque logras conocerLe en estrecha relación contigo mismo.
De alguna forma, Miserere, el método de la fe que propone don Giuss nos devuelve a la actitud de los primeros cristianos, de los discípulos, de los apóstoles.
Nada más considera de dónde a ellos les llegó su confianza si no fue de tener a Cristo como su contemporáneo.
Esto es a grosso modo, lo que propone Carrón también en su entrevista.
Veo algunos cables desatados que debo anudar. El primero es que los primeros cristianos no vivían en una sociedad prejuiciosa. Más bien todo lo contrario, era una sociedad ansiosa de respuestas. Hoy estamos saturados de respuestas, que son las que conllevan los prejuicios, positivos y negativos.
Por otra parte, lo primeros cristianos se defendían y lo hacían en gran parte gracias al conocimiento. ¿Cómo defendían los primeros Padres el cristianismo original de todas las tendencias sincréticas?
El problema que nos plantea la sociedad actual se parece mucho al choque del cristianismo con la cultura griega. Los griegos hicieron caso omiso a Pablo en el Areópago de Atenas. ¿Por qué? Porque estaban llenos de respuestas y simplemente no necesitaban nuevas opciones.
Otra cuestión, que ya te plantee hace tiempo, es la manera en que entendemos los prejuicios. Te comenté que los positivos eran tan peligrosos como los negativos y que además, no nos podemos, ni debemos, desprendernos de ellos. Gracias a los prejuicios damos repuestas rápidas a las situaciones que se nos presentan.
El verdadero problema está en el miedo a poner en cuestión los prejuicios siempre que sea necesario. De otra forma no podemos generar otros nuevo, más ajustados a la realidad. La capacidad de juicio se basa en esto. Se basa en el contraste, el diálogo, la comparación...
La solución que propones, no deja de ser efectiva de manera personal. Pero creo que conlleva un agradable y peligroso ensimismamiento. De ahí que no te sientas agredida/o. Cambiar la hermenéutica que te permite enfrentar la realidad, puede llegar a hacerte insensible a lo que realmente acontece fuera de ti.
Además... creo que los primeros cristianos no vivían su fe de esa manera. Al menos así lo atestiguan los escritos primitivos y los primeros Padres.
Cristo dijo que había venido a prender fuego al mundo, a que nos enfrentáramos unos con otros. Padre contra hija, hijo contra madre... etc. Si lees el evangelio de San Juan y sus cartas, verás como la dinámica nos lleva a otro lugar muy diferente.
Es cierto que tenemos que sentir que la humanidad de Cristo nos acerca a El,... pero es su divinidad lo que tira de nosotros para alcanzar a Dios.
Feliz Navidad :)
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Miserere,
Primero aclararte que quise referirme a los primeros cristianos en cuanto tenían semejanza con la situación de Pablo ante los griegos.
Dentro y fuera de la Iglesia creemos tener todas las respuestas, pocos nos atrevemos a hacernos nuevas preguntas y menos a respondérnoslas.
Respecto a los prejuicios me parece que dije alguna vez que ni los positivos ni los negativos sean algo a lo que debamos asirnos porque se convierten en objeciones.
Prueba nada más vivir sin ellos y verás la magnitud de la liberación que adquieres.
Y si me vas a decir que hacerlo conduce al aislamiento pues nada más mira mi vida en los últimos meses, no conozco persona que haya cambiado tanto ni que se haya abierto a todo tipo de personas tanto como lo he hecho.
No confundas, una cosa es que ya no sienta impulso por censurar y otra muy distinta que evada lo que me disgusta; me parece incluso que nunca antes fui más sensible a lo que me rodea que ahora. No lo notas, querido amigo?
Quisiera nada mas que te releyeras en tu anterior intervención cuando dices:
Si nos fijamos en Cristo, nunca dejó pasar un prejuicio ajeno sin desmontarlo.
Y también cuando señalas:
Cristo[ ]Siempre entraba a dialogar con quienes ponían en entredicho sus premisas.
Al respecto lo que me resta por decir es que si bien Jesucristo hacia todo esto lo hacía presentando en su persona el desafío, eso era en él lo fascinante, lo que les atraía, lo que veían en El diferente a los demás: su persona.
La cuestión es esa, cómo imitarle si su humanidad no es Presencia en cada uno de los acontecimientos de nuestra vida y lo que pasa es que para que sea Presencia los prejuicios, positivos o negativos, no sirven de mucho.
Cómo te suena?
Aprendo comparando y enfrentado. Mi dialéctica con el mundo está más cerca de los Padres Apostólicos que de los Padres del desierto. Soy fan de San Agustín :))))
Como Galileo, me resisto no dejar patente que hay más caminos que el evidente y trillado. Y aunque acepto de buena gana los entendimientos alternativos, no puedo dejar de decir... "Eppur sie muove" :)
Feliz Navidad ;)
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Mise,
Ese comparar y enfrentar es lo que hacemos pero no hacía afuera sino hacia dentro así es como lo de afuera deja de verse como amenaza.
Tenemos que seguir hablando, me parece que en esta ocasión hemos conseguido acercanos un poquito más.
"Ese comparar y enfrentar es lo que hacemos pero no hacía afuera sino hacia dentro así es como lo de afuera deja de verse como amenaza. "
Ejem... lamento mi incapacidad para valorar lo que intentas decirme. Al menos me haría falta concretar qué es lo de dentro, qué es lo de fuera y qué razones podríamos tener para querer dejar de diferenciar las amenazas de lo que no lo son.
Saludos :)
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Oh, cielo santo, Mise, qué difícil me la pones, jaja. No, es broma, vamos a ver.
Lo que se pone en juego es lo que don Giuss llama el YO, pero a mi no me gusta referirme al yo de esa manera porque tiende a confundirse con cuestiones relacionadas con herejías y cosas por el estilo. En fin, que lo que se pone en juego es toda tu persona, particularmente esa parte de ti que asegura conocer lo suficiente sobre Dios y otras muchas cosas.
A este "poner en juego" el yo, es lo que llamo el "interior".
Cuando se pone en juego el yo, cuando te das la oportunidad de pensar sobre lo que asumes que conoces de forma diferente suceden muchas cosas pero sobre todo sucede que ya no te miras de la misma forma y eso hace que empieces a mirar todo desde otra perspectiva.
Es lo interno cambiando lo externo, parecido a esa trillada frase que dice que cuando cambias todo alrededor tuyo cambia, pero va más allá de eso, mucho más, ya que desde Quien se mira ya no eres tu, sino Cristo que mira a través tuyo, como le sucedió san Pablo.
Así o un poquito más enredado? ;)
Pero la nueva hermenéutica debería discernir las amenazas y saber hacerles frente. ¿o no?
:)
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Oh, pues si, se trata de hacer juicios constantemente, juicio real como me parece que le llaman. El juicio real compromete todo tu ser y tu circunstancia desde la perspectiva de Cristo de tal manera que como le sucedió en la Pasión haces frente a la realidad pero estás sereno porque sabes en la presencia de Quien estás, cuál es tu fundamento y tu esperanza.
De alguna manera, Mise, te tornas más racional pero a la vez lo afectivo o sensible se encarna, te sabes más humano, la verdad no se cómo explicarlo.
Recuerdas lo que leíamos sobre el término "corazón" y que no conseguíamos entender? Es desde ahí, desde el corazón en el cual la razón está unidad a la afectividad desde donde haces esos juicios que ahora son juicios de corazón de carne en lugar de corazón de piedra. Me sigues?
También recuerdo haberte comentado que "corazón" suele interpretarse desde el romanticismo (S XVIII-XIX) como el centro emocional-empático de nuestra personalidad, pero que tradicionalmente, el corazón representaba nuestro ser en plenitud. Es decir, representa lo que somos de manera emocional, cognitiva y volitiva.
Pasando a otra cosa. Todo juicio debe tener una base o patrón de medida respecto del cual realizarse. A partir de ese patrón podremos decir si lo que juzgamos es más grande, ancho, estrecho, etc y... en qué proporción lo es.
Ese patrón es importante... ya que nos permite entender lo que nos rodea y a nosotros mismos. Por lo tanto, es peligroso fijar el patrón únicamente de manera interna.
Como el patrón es interno, creo que podríamos considerarlo un prejuicio. Lo que no es nada malo mientras seamos conscientes de que este patrón debe irse modificando por comparación y enfrentamiento con el exterior.
Evidentemente, saber que esto es así te hace más humano. Te da capacidad de entender que en cada persona existe un patrón diferente en diferente estadio de evolución.
Podemos aprender de ello y hacer nuestro patrón más exacto. Al final el camino de la santidad es sabernos siempre en camino y siempre necesitados de la gracia de Dios.
:)
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Mise,
El término corazón no lo teníamos claro cuando leíamos las primeras páginas de un libro, don Giuss ha escrito muchísimo más así como Carrón, y esas lecturas son las que me han ampliado la comprensión del término.
Recuerdo también haberte dicho que el carisma de don Giuss no se comprende en un solo libro, ni de únicamente teorizar, se ha de poner en práctica lo que sugiere, claro está si te identificas con ello.
Luego, sobre el juicio es verdad que es interno, pero es interno porque ese del patrón del que hablas es Jesús, Mise, no tus patrones morales o tus nociones sobre El o sobre tu fe en El.
Te encuentras con Jesús en tu propia humanidad y El te ayuda a realizar el juicio, la Escritura, la oración, los sacramentos, tu conciencia, tu libertad, todo colabora con El porque se ha hecho tu contemporáneo, verdaderamene contemporáneo tuyo en ti y tu en El.
Por eso se habla tanto en CyL de que únicamente de ese encuentro puede surgir para un cristiano lo que haga de su fe algo vivo, real, que impregne la realidad de Cristo.
Pero, aunque esta técnica es evidentemente eficaz, no está exenta de peligros. Además, tiene consecuencias negativas a la hora de acercarse a la obra del P Giussani y los escritos de CyL.
Para mi es un misterio a resolver. No creo que el P. Giussani no se diera cuenta y más bien creo lo empleó a conciencia.
Es cierto que el patrón es Cristo, Cristo como Logos, Palabra que da sentido a todo y que es el grado mayor de revelación de Dios.
Resulta chocante buscar a Cristo, como sentido universal, en nuestra humanidad. Somos seres imperfectos y con la naturaleza rota por el pecado. Nuestra humanidad es solo una mal reflejo de la revelación de Dios, aunque la contenga parcialmente.
Quizás lo que intentas transmitirme es la necesidad de saberse humano, frágil e imperfecto para empezar a necesitar la "cura" de nuestra naturaleza que es Cristo. Si esto es así ¿Por qué decir algo con palabras que nos llevan al desconcierto y a la malinterpretación?
Tampoco termino de entender el entorno de contemporaniedad de Cristo que indicas. Es evidente que Cristo ha estado desde el inicio del universo, presente en todo. Quizás lo que indicas es lo positivo que resulta sentir a un Cristo personal, humano, cercano y presente en todo lo que nos rodea. Pues si... eso es cierto. Se que esto puede ser el primer paso para descubrir que hay más que esa presencia humana y cercana. Hay una presencia divina que nos lleva más allá de nuestra humanidad hacia lo trascendente. ¿Por qué no decirlo de forma clara, como siempre se ha hecho?
Saludos :)
Los carismas actuales, son particularistas, no se contagian a toda la Iglesia. Se atesoran y se guardan en parcelas específicas. Se defienden ante los demás como una propiedad particular. Ciertamente esto me desconcierta y me confunde.
Resaludos :)
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Pues no, Mise, estás teniendo una percepción equivodada y no puedo aclararlo ahora porque hoy es día de cosechar lechugas.
Nunca te había visto desconcertado y confundido :(
Ya hablaremos, espérame tantito.
Buena cosecha ;)
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Podrías, por mientras, irte preguntando qué es exactamente lo que te descoloca? Sería un adelanto, así -entre caja y caja de lechuga- vengo y te respondo.
El ejemplo más evidente es el concepto de corazón... que me he dedicado a estudiar en varios libros. Incluso hay un grupo en FB que reúne las diferentes definiciones que da el P. Luigi:
*Algo que pretende indicar completamente ese impulso original con el cual se asoma el ser humano a la realidad, tratando de ensimismarse con ella mediante la realización de un proyecto que dicte a la misma realidad la imagen ideal que lo estimula desde dentro.
*El uso de la experiencia elemental, o de nuestro “corazón”, es impopular sobre todo ante nosotros mismos, pues el “corazón” es precisamente el origen de ese malestar indefinible que se experimenta, por ejemplo, cuando a uno se le trata como objeto de interés o de placer.
*Experiencia elemental
Al menos para mi, le concepto de corazón no es el que el P. Luigi toma normalmente, además de que no siempre se refiere a lo mismo al hablar del corazón.
¿Por qué no llamar a las cosas por su nombre? Todos nos enteraríamos mejor.
No te enfades conmigo. :) Si las lechugas hablaran... cuantas cosas nos dirían :)
Saludos :)
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Para empezar, me quito los guantes de latex porque ya me di cuenta que no se puede escribir con ellos puestos, jeje.
Pues bien, adelantarte no más que no me enfado, cómo podría contigo, eh?
Ahora, a lo que venía: creo que estás aproximándote a CyL desde el ángulo más complicado que es el de los conceptos. Acuérdate no más cómo fue mi experiencia de acercamiento a CyL, te la cuento por si no la recuerdas o por si no te lo había dicho de esta manera:
Todo ese tiempo que compartimos en YR, en los foros y en facebook junto a no creyentes y otros cristianos me sirvió para darme cuenta que el mensaje de Cristo que les llevaba en la forma en que lo presentaba no provocaba la fascinación que provocó en mi. Nunca conseguí demostrar de ninguna forma que lo que creo y pienso tiene sentido y vale la pena adherirse a ello, nunca.
Estando en esto y luego que se vino lo de la pederastia en Semana Santa me sentí desconcertada y confundida, me decía cosas como: Caray, y ahora? Ahora menos que vamos a poder convencer a ninguno de que Cristo da sentido a la existencia. Qué voy a hacer?
Teniendo estas preguntas rondándome en la cabeza recordé lo que había leído unos meses atrás sobre unos ejercicios espirituales de CyL, me remití a ellos, que de todas maneras me fascinaron cuando los leí y con esta nueva necesidad releí el documento y me di cuenta que el método de la fe de don Giuss era la respuesta que buscaba mi corazón.
Causaron gran impacto en mi los resultados de ese método sobre todo leyendo lost testimonios de cielinos que pasan por lo mismo que yo, con ellos se da uno cuenta de cuánta repercusión existe de este método en tu interior lo que te ayuda a discernir si es una opción para ti. Para mi lo fue, como habrás podido comprobar.
Para mi, como te digo, leer a don Giuss, a Carrón y a los testigos no es una cuestión de aprender conceptos sino de encontrarme con personas que, habíéndose encontrado con Cristo, van aprendiendo de El lo que yo, por eso es que los grupos se llaman Escuela de Comunidad porque es una comunidad que tiene las mismas vivencias.
Ninguno de nosotros comprende todo lo que dice don Giuss o Carrón pero nuestro corazón (razón/afectividad) aunque no lo comprendan está convencido de que esa es la respuesta y se sabe por los frutos.
Por eso es que decimos que el cristianismo es un acontecimiento que sucede en el instante que estás consciente de que lo eres y que se desvanece para volver a acontecer más tarde de diverso modo, así son los libros de don Giuss y los textos de Carrón, son sucesos de los cuales no necesitas aprehender nada más que lo que corresponde a tu corazón porque para esa pequeña o gran parte es para lo que estás listo en ese momento, más tarde estarás listo para algo más, ya el Señor en tu relación con él, lo dirá.
Por eso no se puede hablar del carisma como quien habla de derecho canónico o del catecismo, porque si bien ahí están contenidas las normas, las normas no son sucesos sino anclajes, que sirven para fundamentar pero no para establecer una relación con el Señor ni con nuestros semejantes. Las normas no seducen, lo que seduce, fascina, conmueve y remueve es el encuentro, el que realizas con Cristo cada vez que te presenta la realidad un desafío a la fe y el que tienen contigo quienes encuentran fascinante tu reacción cristiana.
Ah, caray, no se si te estaré haciendo todavía más enredo, tengo más para decir pero mejor te dejo participar, ok?
Un abrazo,
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Por cierto, Mise, eso de que el cristianismo es un acontecimiento que sucede mientras estás consciente de que Cristo está presente, es un aspecto del carisma muy interesante y bonito que ejercitan los Memores Domini: vivir de manera consciente la Presencia del Señor en la vida cotidiana.
Mis coordenadas son diferentes a las tuyas.
Redundando en tus ejemplos. Tuve cierta intención de convencer en YR, pero sabía y sé, que la conversión no puede venir por lo que yo dijera o dejara de decir. Tengo a buen recaudo el pelagianismo. La conversión... como dices perfectamente es un encuentro personal donde solo intervienen Dios y la persona. Nuestra naturaleza solo puede cambiar cuando abrimos nuestro ser a la acción de la Gracia de Dios.
Lo de la pederastia y otros escándalos diversos, no me ha afectado lo más mínimo. En todo caso refuerza la concepción de Iglesia que tengo. Hay y ha habido, miles de "Listos" que hay utilizado y utilizan la Iglesia para sus fines y no por ello la Iglesia son esos listos de turno. La Iglesia es una realidad sobrenatural perfecta que se asienta en una realidad natural imperfecta. Que camine por si sola a pesar de como la maltratamos, señala su sobrenaturalidad.
Entiendo que te acercaste a CyL para encontrar una comunidad que te acogiera y te hiciera parte de ella. Esto está genial y muestra cuan necesario en vivir nuestro cristianismo unido a los demás. Todos los cristianos necesitamos de un grupo-comunidad cercano, pero no a todos nos resultaría cómodo el mismo grupo de personas y con el mismo carisma.
Personalmente me gustaría una iglesia con mejor conductividad carismática. Una iglesia superconductora del Espíritu y además perfectamente lineal sería estupenda. Cuidado que Pelagio anda suelto de nuevo. Pero la Iglesia es más y mejor que la iglesia que me gustaría a mi.
Es evidente que en el mundo de hoy los carismas tienen tendencia a parcelarse y es así porque Dios lo quiere y tal vez sea la única forma de que podamos vivir unidos. Que me resulte desconcertante no quiere decir que no acepte el plan de Dios. Entiendo que mi cabecita no llegue más allá de lo poco que es capaz.
El carisma en el que seguramente me sentiría cómodo es muy complicado que pueda darse en la Iglesia actual. Pero eso más que malo es maravilloso. Permite que la humildad nazca y se desarrolle. Gracias a Dios que es así.
Si me integrara en algún grupo de CyL sería una terrible piedra en el zapato para quienes me tuvieran que soportar. Eso o simplemente que quedaría sentado sin decir nada. Lo mismo me pasaría con todos los carismas actuales.
Sé que es posible entender el cristianismo como un acontecimiento de la presencia, pero también es posible entenderlo como un camino o un cántico espiritual o como un castillo lleno de moradas o como sinergia gnoseológica.
Al fin de todo este discurso, confieso que creo entender lo que el P. Luigi ofrece con su carisma particular. Nace como respuesta a las "necesidades del corazón" de quienes las tienen y las comprenden como él. Da sentido a muchos sinsentidos que padecen algunos católicos y lo hace eficientemente. ¿Qué más podemos pedir? Qué me gustaría entender claramente lo que dice el P Luigi no lo oculto. Tu tampoco lo ocultas. :))) De sus lecturas he aprendido bastante metodología catequética... lo que es muy de agradecer.
Dicho todo con la mayor caridad posible.
Saludos :)
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Mise,
Bien, agradezco tu interés, tu cariño y atención.
Solo añado que, si lo que quieres es entender a don Giuss nada más presta atención a ti mismo y a la realidad, es la ruta directa para comprender su carisma.
Un abrazo,
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