¡Ya deseáramos!



Peter Seewald perdió la fe a los 19 años, se lanzó al marxismo e incluso fundó un semanario de extrema izquierda. En 1993, cuando tenía 39 años y trabajaba para el «Süddeutsche Zeitung» recibió el encargo de entrevistar al cardenal Joseph Ratzinger. Comenzó a estudiar el personaje, lo entrevistó en Roma y aquel encuentro cambió su vida.

En 1996, una serie de largas conversaciones tranquilas dio lugar a «La sal de la tierra», un libro de gran éxito al que seguiría en el año 2000 «Dios y el mundo». La tercera aventura común, «Luz del Mundo» es el fruto de seis horas de conversación seis días consecutivos en Castelgandolfo el pasado mes de julio.

En el largo camino desde 1993, Seewald recobró la fe y se ha convertido en «entrevistador» oficial de Joseph Ratzinger. Es un individuo alto, de 55 años, que vive discretamente en la ciudad de Munich a un paso de la Marienplatz y no presume de su amistad con el Santo Padre.

Eso sí, al final de las entrevistas, Seewald le pidió grabar un saludo para sus hijos. El Papa accedió, y sus palabras están ahora en el contestador automático del teléfono de los niños.



Ignoro si conocían estos datos que hallé disponibles en Ecclesia Digital y, aunque de primer vistazo dan la impresión de ser insignificantes los he traido para señalar lo que para muchos será obvio, más me parece que para algunos otros no:

El Papa con Seewald ha estado conversando -al principio- con un hombre que a lo largo de su vida tuvo como único dios una ideología para -al final- haber conversado con un hombre convencido de lo razonable de la fe en Cristo.

Sospecho que, en lo acaecido en el interior del primer y último hombre, algo tuvo que haber incidido el impacto que suscitó en él la inamovible fe y confianza del Santo Padre, cierto?

Por lo mismo digo, ya deseáramos muchos haber recibido del Altísimo una fe y confianza de la calidad y magnitud de las del Santo Padre.

¡Ya deseáramos!

Ya deseáramos y si no -al menos- deseáramos poseer el deseo de ese deseo, no creen?

Sospecho que, de ser así, a estas alturas habríamos ganado muchas almas para Cristo, muchísimas más de las que hemos de estar ganando con nuestras dudas y desconfianzas.

Notaron como no era trivial el asunto? Ya ven? Solo hacen falta ojos para ver y oídos para escuchar.

Pasen lindo día.

4 comentarios

La vacuidad de las ideologías termina pasando factura. Lo para estas personas es dar el primer paso hacia Cristo, ya que esto supone bajarse del pedestal que se han creado ellas mismas. Pero la Gracia de Dios lo puede todo.

Dios nos ha concedido un Papa prodigioso. Saludos :)

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Dios nos ha concedido la gracia de ver Su gracia actuando en el Vicario de Cristo, esto es -sencillamente- grandioso, maravilloso, excepcional.
24/11/10 11:39 AM
  
unomas
Yo también me reconvertí leyendo "La Sal de la Tierra". Gracias al Santo Padre, que es santo de verdad.

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unomas,
Genial! Me encanta que hayas dejado dicho esto aquí, te lo agradezco.
Ahora, si algún día quisieras responderme a la pregunta: Qué viste en el Santo Padre en ese libro para que te moviera a conversión?, te estaría aún más agradecida.
Te dejo un fuerte abrazo mientras le doy gracias a Dios por ti.
24/11/10 11:48 AM
  
unomas
Pues intentaré poder expresarlo en palabras. Ese libro lo he releído hace poco.
Me enseño que la Iglesia es mucho mas que un mensaje buenista de Jesús te Ama, Dios es bueno, y demás mensajes edulcorados que a un joven de este siglo le suenan a ñonerias. Me descubrió que ha habido durante dos mil años pensadores, filósofos y teológos descubriendo la palabra de Dios, y reflejándola en la Tradición y en las obras.
También me enseño que las cosas que dice la Iglesia y a veces no entendía tienen una explicación.
Y sobre todo, me enseño que Dios es muy grande, y que la belleza y la Verdad es Dios. Después de ese libro, me puse a leer los libros de Raztinger y me iluminó ese edificio que parece antiguo, que es la Iglesia. Y me di cuenta que tiene un mensaje que los jovenes están buscando. Pero lejos de lo ñóño de guitarras, y abrazos. Si no, un mensaje contra el nihilismo y la desesperanza que tenemos en este mundo tan raro. Como ejemplo, un amigo mio ateo, está leyendo escritos de Ratzinger, y está impactado, sumamente emocionado. Sólo le falta la fé. Pero para eso, yo le digo que Dios se la dará. Creo que está por buen camino.
Un abrazo muy grande desde la capital de España.

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unomas,
Es probable que no te des cuenta de lo que significa que hayas dejado dicho esto aquí, contradice a tantos que se llenan la boca con sus expresiones atiborradas de desconfianza en los jóvenes, en el Papa y hasta en la capacidad del ser humano -como estoy segura juzgarían el caso de tu amigo ateo- de vislumbrar la Verdad, la Bondad y la Belleza.
Me has ofrecido una experiencia única, imborrable, con tus palabras.
Sea Dios contigo por todos los días de tu vida.
Gracias,
24/11/10 12:05 PM
  
Leopoldo Quezada
Alabado sea Dios!
24/11/10 1:09 PM

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