Todo es mentira…
“Todo es mentira y usted, si quiere relacionarse con ellos, deberá tratar de descubrir los fragmentos de verdad que en su universo de mentiras estén dispuestos o sean capaces de generar”
Esto me lo dijo alguien muy querido en quien confío cuando le decía lo difícil que se me hace todavía a mi edad relacionarme con las personas.
Les explico: me invitan a una actividad católica con gente junto a la que se supone voy en pos de lo mismo más me veo expuesta a unos desaires tan monumentales y gratuitos que me dejan perpleja.
Me doy cuenta que no soy la única que en nuestros días tiene dificultad para relacionarse con las personas y que no es únicamente un problema de las relaciones interpersonales en mi país; me doy cuenta que cada día más los seres humanos manifestamos mayor necesidad de aprobación y que –lamentablemente- cada día más nos la procuramos arrebatándosela a los demás.
Tengo como línea de conducta social no adelantarme en el juicio sobre las personas, sin embargo, a veces me parece que no debería aproximarme dando por un hecho que se reconocen de Dios tan amadas, queridas, útiles y necesarias como me reconozco; porque, en realidad, se comportan como si obtener el amor y el reconocimiento que necesitan dependiera de ellos y, como consecuencia, cargan unas heridas de Padre y Señor mío (bueno, para ser sincera, tan descomunales como las mías en otros aspectos)
La confianza con la que me les aproximo me parece una actitud cristiana pero cristiano también es contar con la fragilidad y miseria humana.
Esto, hasta el día de hoy, es algo que yo no había querido reconocer.
Espero que luego de esto mejoren mis relaciones porque amo entrañablemente a las personas y no puedo vivir sin ellas, o si?
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Edito la entrada porque ya se verá en los comentarios que no quedó la clara la intención, por lo tanto, aclaro que no es que crea que todo es mentira ni mucho menos, sino que debido a mi forma de ser: cándida, confiada, optimista, me encuentro -ocasionalmente- con groserías o majaderías que hieren mi sensibilidad, por lo que ha sido oportuno que, de manera brutal, me hiciera ver esta persona que he de aprender a contar con la fragilidad humana porque, por lo regular, asumo que la gente actua ofreciendo siempre y en todo momento lo mejor de si misma.
8 comentarios
Pues la recomendación no me parece muy recomendable, dicha así, es más me parece contraproducente.
La sintonía con las personas se produce desde el acercamiento desinteresado estando atento a lo que las personas transmite y que pueda ser motivo de acercamiento: ponerse en sus zapatos que dirían en Colombia.
Más atrae a las moscas una cucharadita de miel que un tonel de vinagre, reza el viejo dicho.
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Norberto,
Bueno, no he dicho estar de acuerdo con la persona que me dijo esa frase. Lo que de ella me parece enriquecedor fue la manera en que me presentó la realidad, que aunque brutal, me sirvió para reconocer que debo aprender a contar con la fragilidad humana.
Sabes? Es que por lo regular pienso que los católicos estamos siempre dispuestos a ofrecer lo mejor de nosotros mismos en toda circunstancia y eso tampoco es cierto. Es prudencia, me parece, aprender a contar con ello.
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Vicente,
Eso es verdad, sin embargo, es verdad también que de no ser por las personas no podríamos haberle conocido como le conocemos, el trabajo sería aún más arduo.
El beato cardenal Newman decía que sólo hay dos cosas en el mundo, Dios y el alma que él hizo. Que los demás nos pueden querer, pero al final en esencia, son extraños.
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Juvenal,
Gracias por la corrección de su texto.
En en cuanto a lo demás, le decía a una amiga que se mostró preocupada por lo que pudo haber sucedido y que motivó esta entrada: no espero de los católicos nada sino que nos tratemos unos a otros con la dignidad que cada uno posee, si eso no es posible por las razones que sean, estoy en capacidad de hacerme cargo.
Gracias, un abrazo.
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Salvador,
A mi me parece que es que no tratamos lo suficientemente duro de ser dulces, dulzura en el trato es lo que nos falta. Ternura. Creo yo.
Esto también ocurre entre los católicos de una parroquia. Sobre todo si no existe amistad previa. Curioso, pero cierto. Decididamente tenemos un problema para trabajar juntos y así nos va :)
Pero incluso así el plan de Dios se cumple a través nuestra. Este misterio es maravilloso.
Saludos ;)
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Mise, si más bien considerando que te he tenido de amigo por tanto tiempo así como a Susan y Mariana, por dar algunos ejemplos, me siento afortunada. También por aquellos de mis conocidos y amigos en mi país que se esfuerzan en la ternura. Bendigo y doy gracias a Dios por ti y cada uno de ellos.
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Juvenal,
Hablo en primera persona de mi experiencia en la vida cotidiana porque en Comunión y Liberación se nos anima a que constantemente hagamos juicios sobre la realidad, eso es la que pretendo con cada entrada y sin segundas intenciones.
Espero que consigas ver la sincera intención, Juvenal.
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Acudes,
Gracias.
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