¡Oh!, ¿pues qué les diré?

Sigo aquí.

Hoy como a las 5pm, mientras escribía una nueva entrada a este blog empezó a caer un aguacero de Padre y Señor mío.

Por unos minutos me entretuve con una llamada de un conocido y para cuando colgamos el teléfono estaba lloviendo torrencialmente, al punto que me preocupé.

Salí y me di cuenta que había hecho bien en preocuparme.

El agua entraba a raudales cual torrente por la callecita de la entrada a la propiedad, se dividía en dos cauces: uno hacia mi casa y otro -el más fuerte- hacia el invernadero y las mesas de cultivo recién sembradas.

Me puse los zapatos, el impermeable y tomé el paraguas para ir a ver y no más pisé la callecita el agua superaba la altura de mis tobillos. Cuando miré hacia el portoncito que da hacia la calle vi que difícilmente contenía el agua y el nivel de ésta superaba al menos 50 centímetros el nivel del piso.

Volví la mirada atrás para ver hacia donde se desviaba el torrente, eché a andar tras de él y cuando me acerqué al área del invernadero vi que la arena del camino se había lavado y con el agua, estaba siendo contenida únicamente por una malla que sirve (servía, quedó arruinada) para evitar que los perritos entren al área de los bancales.

El agua estaba subiendo de nivel minuto a minuto poniendo en riesgo los cultivos del primer bancal: 1300 lechugas con dos semanas de crecimiento.

Hice lo único que podía: romper la malla para que el agua y la arena corrieran líbremente. Para este momento había tirado por allá el paraguas y estaba por completo empapada. Así estuve trabajando debajo del aguacero, con el agua a la mitad de la pierna, hasta que me aseguré que los bancales estuvieran seguros.

Claro, una vez asegurados los bancales, recordé que no había ido a revisar el invernadero.

Cuando llegué, la mitad del invernadero estaba inundándose. No era muy profunda el agua, pero lo suficiente para contaminar al menos las 12 filas de sacos hidropónicos hasta la altura del segundo o tercer saco.

Rompí con la punta de una pala el plástico de la pared para que el agua corriera líbremente. Me aseguré de que saliera y verifiqué que no estuviera roto el plástico del techo. Todo estaba en orden.

Cuando terminé había oscurecido y me fue muy difícil concluir por dónde se había metido el agua. Afortunadamente, una media hora después había amainado la lluvia y pude quedarme tranquila, pero solo por unos minutos, porque un poco después me avisó mi hermana que estábamos incomunicados porque los tres ríos que se deben atravesar para llegar a casa por cualquiera de las tres rutas de acceso a nuestro pueblo se habían salido de su cauce y corrían peligro quienes quisieran pasar sobre cualquiera de los puentes.

En eso, recordé que mi padre anciano andaba fuera con el jovencito que le sirve de chofer.

-oOo-

Cuando pienso que apenas hace una hora estaba tratando de hilvanar algunas ideas para esa entrada y que en tan corto tiempo estuvo en peligro la inversión y el trabajo de año y medio, y como si fuera poco, la vida de mi padre y de mi hermana que fue tan imprudente de cruzar en su auto uno de los puentes con el agua del río pasando sobre él. Cuando pienso en eso, me parece tan trivial y tan carente de sentido lo que fuera que estaba tratando de decir, que hasta siento desprecio por haber gastado de esa manera tiempo tan valioso.

Señor mío y Rey mío, la vida es tan frágil y breve como un suspiro, nuestros afanes pueden irse con la corriente y perderse en el oceáno con rapidez pasmosa. Para qué nos sirve tanto afán si no estás antes, durante y después en todo ello? Solo en Ti, todo esto tiene sentido.

-oOo-

Por cierto, mi padre está en casa, pero solo gracias a la Providencia Divina, porque fue tan imprudente de también arriesgarse con el chofer a cruzar uno de los puentes.

Díganme ustedes nada más, ¿qué se puede hacer con parientes tan cabeza dura?

Darle gracias a Dios, supongo. Es lo único. No queda más.

9 comentarios

  
E. O.
Ánimo. Y si te sirve para levantar el ánimo, ahí te mando una bonita canción:

http://www.youtube.com/watch?v=NLYheNQgXyw&feature=player_embedded
20/07/10 10:13 AM
  
E. O.
Y acá, la letra:

Esta zamba canto a mi tierra distante
calido pueblito de nuestro interior
tierra ardiente que inspira mi amor
gredosa, reseca,
de sol calcinante
recordando esa tierra quemante
resuena mi grito,
¡que calor!

Como te recuerdo mi lindo pueblito!
con tu aire humedo y denso de dia
noches calidas de fantasia
pobladas de magia
y de encanto infinito
y el cantar de tu fresco arroyito,
salvo en los diez meses de la sequia.
Siempre fue muy calmo mi pueblo adorado,
salvo aquella vez que paso el huracan,
viejos pagos, ¡que lejos estan!
mi tierra querida, mi dulce poblado,
tengo miedo que estes muy cambiado
despues de la ultima erupcion del volcan.

Tierra que hasta ayer mi niñez cobijaba
siempre te recuerdo con el corazon,
aunque aquel arroyito dulzon
hoy sea un hirviente torrente de lava
que por suerte a veces se apaga,
cuando llega el tiempo de la inundacion

los hambrientos lobos ahullando estremecen,
cuando son mordidos por fieros mosquitos,
no se puede dormir por los gritos
de miles de buitres que el cielo oscurecen,
siempre algun terremoto aparece
y al atardecer llueven meteoritos.

Y si a mi pueblito volver yo pudiera
a mi viejo pueblo al que no he regresado
si pudiera volver al poblado
que siempre me llama que siempre me espera,
si a mi pueblo volver yo pudiera,
no lo haria ni mamado.
____________

E.O.
Pero es que mira tu: A mi, lo que todavía no me cabe en la cabeza, son esos que todavía no admiten que los creyentes nos tomamos lo contingente de la vida con toda la seriedad del caso, eh?
20/07/10 10:15 AM
  
odet
Maricruz,despues de la tempestad viene la calma,tranquila que estoy segura que lo mejor que tienes son esos dos" cabezotas".
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Así es, Odet, hoy -pese a los destrozos y el gran susto- amaneció un día esplendoroso que nos ha llenado de alegría.

Y de los cabezotas, pues ni me digas! jaja
20/07/10 1:33 PM
  
luis
Es curioso que se pueda vivir anfibológicamente en dos mundos tan distintos: uno, signado por la "dureza" de la materia, como decía Aristóteles, expuesto a los elementos y las contingencias; otro, perfectamente intelectual, virtual, sin resistencias ni inclemencias. Curioso.
___________

Así es para ti, Luis?

20/07/10 3:06 PM
  
luis
No, yo estoy en mi despacho todo el día, entre papeles y ordenadores. Ojalá tuviera alguna "resistencia de la materia" incorporada como tú.
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Yo, para ti, también lo quisiera.
20/07/10 4:45 PM
  
Bruno
Ánimo, Mari Cruz.

Sabemos que "hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados" y, como los Apóstoles, podemos admirarnos: "¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen"
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Así es. Creo que cuando uno está expuesto a las inclemencias del clima, cuando de su comportamiento depende el éxito o el fracaso de lo que emprendes, es cuando estas palabras adquieren valor y arrojan consecuencias definitivas.

Gracias por el ánimo, Bruno. En realidad hoy he llegado a reírme varias veces del asunto, sobre todo al recordar la carita de niño travieso y regañado con la que entró mi padre anoche a casa.
20/07/10 10:14 PM
  
Javier
Me alegro mucho, Maricruz, de que todo terminara finalmente bien. En cuanto a las inclemencias climatológicas, se me ocurre traer a colación una celebérrima oración de alguien que conoció, en otro contexto geográfico, la dureza extrema del desierto. Un sacerdote francés que conoció de primera mano, en la inmensidad del Sáhara, la pequeñez del hombre y su grandeza (como decía otro francés, Pascal, “el hombre es una caña que piensa”…). Hablo por supuesto del Beato P. Charles de Foucauld (1858-1916) y de su maravillosa Oración del Abandono, que reza así:

"Padre mío, me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.
Lo que hagas de mí te lo agradezco,
estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo
con tal que Tu voluntad se haga en mí
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi vida en Tus manos.
Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón,
porque te amo,
y porque para mí amarte es darme,
entregarme en Tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre".

________________
Esta oración creo que la imprimiré y la colocaré en lugar visible en el invernadero para poder estarla diciendo y aprendérmela de memoria.
Muchas gracias, Javier, has sido solidario y gentil.
20/07/10 10:45 PM
  
Luis Fernando
La verdad es que se me ponen los pelos de punta al leer tu relato. Pero doy gracias a Dios porque no ha sido tan grave como pudo haber sido.

Espero que tu fe salga fortalecida tras este susto.

Dios te guarde.


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LF,
Cuando comparto acontecimientos como éste con desconocidos, como es el caso, tengo en mente dos cosas: una, que a través de cómo llevo mi vida como persona de fe alguien pueda obtener algo valioso para la suya; otra, que me sirve no tanto como desahogo, que lo es, si no y sobre todo como una forma de oración.

Como ves, tiene múltiples propósitos y como Dios es grande, confío en que nosotros sus hijos, tengamos la disposición de observanos y aprender sobre nuestra humanidad.

Un abrazo y no te espantes, al fin y al cabo hoy salió de nuevo el sol.

20/07/10 11:48 PM
  
Camino
Maricruz querida:
Leí tu post en ese día. Aquí habíamos tenido un tormentón grande muy grande... pero yo no tengo invernaderos ni tenía a nadie de la familia por ahí fuera. Espero que ya haya absorbido la tierra tanta agua y los destrozos o daños de los cultivos los tuviéseis asegurados o los podáis asumir. Rezo a Dios todopoderoso y misericordioso, el que "controla" todo, para que se cumpla en nosotros lo de Romanos 8,28.
Y me maravilló la capacidad de reacción y recuperación de tus siguientes posts. Sólo una pega: ¡foto de Maricruz y familia, empleados y amigos con botas, impermeable, sombrero y pala en mano! O de los cultivos, cuando vuelvan a la normalidad. -Genio femenino que tiene una-
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Tu genio femenino jamás dejará de asombrarme.
Y no, fíjate que debido a que salí a tiempo a enfrentar el torrente, no sufrimos daños de consideración. Ya tomamos medidas de previsión en todo caso.

Por eso es que me viste recuperar rápido pero es que además también soy así, no me quedo masticando los sin sabores por mucho tiempo, creo que ese es un don que le pedí al Señor y me lo concedió, porque antes era todo lo contrario.

La foto? Pues verás foto en algún momento, cuando logre reunirlos y ponerles los impermeables, ya veremos si se dejan :)))
24/07/10 3:06 PM

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