Providencia, destino y libertad en los buenos libros (I)
El caminante, óleo de Caspar David Friedrich (1774-1840).
“El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos”.
William Shakespeare
“Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que Él quiere, por muy malo que nos parezca, es en realidad lo mejor.”
Santo Tomás Moro
Frente a la brutalidad despiadada del destino clásico de los paganos y el caos evanescente de los modernos, se eleva la conjunción misteriosa de la Providencia divina y la libertad humana.