II Encuentro de Objetores: Cuestión de Libertad

El sábado tempranito comenzará el 2º Encuentro Nacional de Objetores de Conciencia a Educación para la Ciudadanía (Uff, ya siento no haber podido poner comas). El lema del encuentro —Cuestión de Libertad— ya merece la asistencia, si hurgáis en el programa estoy convencido de que no podréis resistiros.

Reconozco que no soy muy huraño, pero con el tiempo me he vuelto exigentemente selectivo con la ploriferación de reuniones, meetings y congresos. Sin embargo este encuentro no me lo pierdo.

• Primero: por los asistentes. No sólo participan representantes de asociaciones y plataformas, asisten sobretodo familias, familias normales (esas que no aparecen en las series de TV). Padres y madres preocupados por el futuro en libertad de sus hijos. Animo, de paso, a administraciones públicas y privadas a que aprendan cómo se organiza una guardería, o se mantiene entretenidos a un grupo de púberes en la edad del pavo; no hay nada como acudir a los expertos en educación: los padres. Los participantes del año pasado pueden dar fe de ello.
• Segundo: por los objetivos. Si el año pasado el lema fue Ni un paso atrás, este año se compartirán experiencias, y se dibujarán las líneas maestras de actuación en el futuro. Un futuro que comenzó con la sentencia del Tribunal Supremo.

Será un encuentro trascendente, que marcará un hito en la historia social de España. ¿Exagero? Lo más mínimo. Supone la articulación de una respuesta de la sociedad civil en la España contemporánea como nunca se ha visto (tanto la Guerra Civil, como la de Independencia son fenómenos distintos). Hoy no entro en el por qué no se ha dado antes, o respecto a otros temas, pero es indudable que la consolidación del «Movimiento Objetor a EpC» en un país acostumbrado al caudillismo o a la delegación de responsabilidades es un hecho relevante. Me atrevo a conjeturar que quizá el motivo esté en lo que se defiende: los hijos. Han tocado una cuestión por la que un padre da la vida, la hacienda o la honra, y probablemente los que iniciaron este ejercicio de ingeniería social no han calculado la reacción y la capacidad de resistencia precisamente por eso, porque no son padres, o sus hijos ya están protegidos.

Y la importancia del «Movimiento Objetor» la perciben los observadores extranjeros o del enemigo que asistirán. Se podrá estar de acuerdo o no con lo que allí se diga o haga, pero los que acuden lo hacen también con la sensación de presenciar hechos notables. No voy a aventurar las vías y oportunidades que se presentan después de la sentencia del Tribunal Supremo: las veremos indicadas. Estad atentos.

Hace casi un año Mons. Munilla profetizaba:

Estoy seguro de que Dios bendecirá a estos padres que han decidido declararse en "santa rebeldía" por el bien de sus hijos. No quieren engañarse una vez más, optando por el "mal menor", porque han entendido ya que cuando el mal menor pasa a ser la opción ordinaria, termina por convertirse en una inexorable cuesta abajo hacia el "mal mayor". Su resistencia activa está escribiendo una de las páginas más bellas de la historia de la lucha por el bien los hijos, así como de la defensa del principio de subsidiariedad frente a la tiranía de los estados. Y cuando llegue el día de la victoria —¡que llegará!—, quienes nos hayamos quedado en segunda fila, tal vez hayamos de sentir admiración y agradecimiento; y quizás un poco de rubor y vergüenza…

El sábado, en el II Encuentro de Objetores, se escribirán algunas líneas más de esta bella historia. Allí nos vemos.

Juanjo Romero, [email protected]