De vuelta...
La explotación del éxito y la persecución son las dos últimas fases en los manuales de táctica militar ofensiva. Hacia 1237, el Maestre de la Orden de Santiago, Pelayo Pérez Correa participaba en la campaña del santo rey Fernando para liberar el valle del Guadalquivir. En las estribaciones occidentales de Sierra Morena entra en combate con un ejército moro que aún superandole en efectivos está siendo derrotado. Cae la tarde. Maese Pelayo teme que si los musulmanes no son aniquilados se recompongan en los días siguientes.
Pie en tierra pide tiempo al Cielo por intercesión de Nuestra Señora: «Santa María, detén tu día». Como si fuese nuevo Josué obtuvo las horas de Sol necesarias para completar la victoria. Pelayo en agradecimiento mandó construir una ermita, ahora monasterio, en el que reposa —no es de gran belleza, pero si entrañable—Desde entonces la comarca se llama Tentudia, y esa petición a la Virgen se convirtió en una jaculatoria muy extendida.
Pues yo no perseguía moros, pero la he repetido una y otra vez sin éxito, los días han seguido teniendo 24h. He tenido la oportunidad de explicar mi ausencia de febrero a los que me han preguntado por correo, pero es de ley contar algo públicamente.
Creí que era sabido —al fin y al cabo aparece en el perfil del blog— que soy el editor de un semanario digital: conoZe.com.
Últimos comentarios