Salva a los judíos: no abortes
Leo un interesante artículo en Spiked sobre la labor de dos organizaciones pro-vida judías/israelís: Efrat y Be’ad Chaim. Sin conexión entre ellas pero con un objetivo común: la defensa de la vida desde el momento de la concepción.
La tipología de noticias que llegan desde Israel suele tapar aquellas que se refieren a la «defensa de la vida», paradójico. Israel tiene una de las legislaciones más abortistas del planeta, permitiendo que se pueda terminar con la vida del niño hasta el noveno mes, no es más que una persona en potencia. La ley de 1977 establece que se puede abortar si el embarazo amenaza la vida o la salud física o mental de una mujer; cuando la mujer embarazada es menor de 17 años o mayor de 40; cuando el embarazo es el resultado de un acto criminal (violación), cuando ha habido incesto o relaciones extra-maritales, o si hay probabilidad de malformación fetal y siempre ser autorizada por un comité especial.
Y, aunque sea propio de la concepción talmúdica de la vida, las dos organizaciones se baten el cobre. Reconozco que lo tienen difícil, toda vez que los casos morales siempre los plantean como dos derechos: niño contra madre, y ahí el Talmud es muy claro: «desde el momento que su cabeza ha emergido está prohibido tocarlo (quitarle la vida), pues una vida no tiene precedencia sobre la otra» (Sanhedrin 72b). Hasta entonces la vida del feto, al ser dependiente de la madre, no es vida plena: no hay problema en eliminarla. Hasta el alumbramiento no hay pleno reconocimiento de la vida, se la concibe gradualmente, al modo aristótélico (Maimonides).
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