La Conferencia Episcopal deja a Mons. Pérez-Pueyo en mal lugar
El teléfono echaba humo en Barbastro. El 11 de diciembre InfoVaticana señalaba que la Memoria anual de actividades 2023 que acababa de publicar la Conferencia Episcopal seguía reconociendo a Torreciudad como Santuario al incluirlo en su epígrafe y sumar los datos de visitas.
Se buscaban responsables, los habituales malos modos eran ya irrefrenables. El obispo de Barbastro recababa el apoyo de «sus mayores» para que le ayudasen a solucionar el entuerto. Presiones, llamadas, amenazas. Objetivo cumplido. Se cambiaba la Memoria anual. La primera versión desaparecía y era sustituida por una nueva con pocos cambios.
InfoVaticana de nuevo advertía a primera hora de ayer del asunto. Volvía el nerviosismo. Con inusitada velocidad la CEE, al sentirse pillados, emitía una nota en la que explicaba el «tema de los santuarios» y su «error». Es de suponer que no se podían cambiar las 12 versiones de años anteriores.
No se sabe si quien ha redactado la nota, y hecho los cambios, es amigo o enemigo de Pérez-Pueyo… y de toda la Conferencia Episcopal, pero el comienzo está siendo en estos momentos el hazmerreir de clérigos y laicos:
«En la Memoria de la Iglesia católica 2023 publicada recientemente por la Conferencia Episcopal se destaca la existencia de 639 santuarios en toda España. Erróneamente se ha incluido entre ellos el templo nuevo de Torreciudad (Huesca), que hasta ahora no es tal santuario sino un oratorio semipúblico».
Primero, las fotografías del Santuario ilustraban las páginas 17 y 88. Y es tanto el odio de algunos que les ha llevado a sustituirlas por una chica vestida de primera comunión y por ¡¡un árbol!!. En la porra que circula por whatsapp va tomando distancia que se trata de un alcornoque. Es todo de una cutrez y caspa que desgraciadamente no soprende.
Como me comentaba un clérigo barbastrino esta mañana, «hasta ahora creía que el obispo estaba equivocado pero que tenía buenas intenciones, ¿qué será lo siguiente camuflar el campanario para que no se vea desde la A-138?, ¿volarla como quieren hacer otros con la Cruz del Valle de los Caídos? Esto no hay quien lo entienda». Yo tampoco pude explicárselo. Más bien, no quise.
Porque, que se elimine Torreciudad del epígrafe de santuarios con todo el conflicto generado por el problemático obispo tiene explicación. O al menos es discutible. Pero, ¡¡eliminar las fotos!!
Lamento no contribuir a la buena digestión de Mons. Peréz-Pueyo, pero se han dejado dos, en la 16 un grupo de gente y en la 83 una de la arquería. Ánimo, está a tiempo todavía de hacer algunas llamadas.
Y segundo, y más grave, la Conferencia Episcopal reconoce que es un «oratorio semipúblico». Es el origen del conflicto. El todavía obispo de Barbastro basa gran parte de su «argumentación» en este conflicto en que eso no existe y que por eso el «complejo» de Torreciudad es suyo y nada más que suyo. En esta sensacional FAQ, se explica:
La configuración jurídica de este nuevo templo fue la de oratorio semipúblico con la venia del obispo de la diócesis, ya que entonces se estimó que era una figura canónica adecuada según el Derecho vigente. Desde entonces se han producido cambios relevantes en el derecho canónico, especialmente la promulgación del nuevo Código de Derecho Canónico (1983), que establece por primera vez un régimen propio para los santuarios.
Por estas modificaciones, en 2020, la prelatura del Opus Dei planteó a la diócesis de Barbastro-Monzón su deseo de actualizar algunos detalles del marco jurídico de Torreciudad. Durante estas conversaciones se produjeron divergencias de criterio, como el cuestionamiento por parte de la diócesis de la validez jurídica del acuerdo originario de 1962, que establecía la cesión a perpetuidad del dominio útil de la ermita y de la imagen de la Virgen.
De ser cierto lo que está afirmando la Conferencia Episcopal podrían decaer las pretensiones de secuestrar a la Virgen y pedir un rescate. Tiene trascendencia jurídica. Me refiero a un régimen jurídico más o menos presentable, claro.Los de la CEE deberían haber sido más creativos, en plan Vida Nueva e inventarse lo de «santuario semipúblico», que sinceramente pensé que había sido el becario… y no.
Hay cierta expectación sobre si Mons. Pérez-Pueyo le ha metido ya la tijera a sus propios decretos. Precisamente sus pataletas son la pasta y el nombramiento de «rector». No hace falta ser el lápiz más afilado del estuche para entender que no se nombra rector de un «oratorio semipúblico».
En julio de 2023, el intento de golpe de estado decretaba «rector del Santuario de Torreciudad» a Mn. José Mairal. A ver, repitamos, «rector del Santuario de Torreciudad». Visto que el primer decreto, manifiestamente mejorable, sigue con un segundo, todo muy sinodal, confirmando la situación para la «ermita-santuario».
Un mes más tarde, volvía a ser ’solo’ santuario: «El nombramiento del sacerdote diocesano José Mairal como rector del santuario no supone». En la llorera del mes siguiente, ya estamos en septiembre, volvía a hablar de rector. Y así sucesivamente.
Creo que este asunto se le está yendo demasiado de las manos. Hace unos días el Santo Padre se refería la religiosidad popular:
La práctica de la piedad popular atrae e involucra también a personas que están en el umbral de la fe, que no son practicantes asiduos y, sin embargo, descubren en ella la experiencia de las propias raíces y afectos, junto con los valores e ideales que consideran útiles para la propia vida y la sociedad.
La piedad popular, que expresa la fe con gestos simples y lenguajes simbólicos arraigados en la cultura del pueblo, revela la presencia de Dios en la carne viva de la historia, fortalece la relación con la Iglesia y a menudo se transforma en ocasión de encuentro, de intercambio cultural y de fiesta.
Dios quiera que el Comisario Pontificio acierte con la decisión, el daño que se está causando a las almas es grave, y hay que estar muy ciego o lleno de sí mismo para no ver que la desafección empieza a ser peligrosa. ¿Quién va a fiarse ‘de la Iglesia’, de lo acordado incluso con contrato?, ¿quién va a apoyar a una iniciativa apostólica o de beneficiencia sabiendo que un obispo terminará quedándosela?
Eso sí, como espectador, el esperpento de la Iglesia en España es hasta gracioso.
7 comentarios
Como parece que eres de esos que Pérez-Pueyo dice que le paran por la calle para decirle lo guapo y lo bien que hace todo, como dijo en la radio. Hazle un favor y recomiéndale un poco se sensatez.
A ver, que Pérez-Pueyo... es él quien reconoce que es un Santuario, que a estas alturas, como cosa que está siendo juzgada es lo de menos. Lo incluyo en el artículo, seguro que te vendrá bine.
Mi conjetura es que algunos monseñores de la Curia, incluso con rango de cardenal, son los fautores de esta operación y el obispo se ha dejado embaucar. Y ahora, con toda la maquinaria en marcha, es muy difícil volver atrás; solo queda la huida hacia adelante.
Lo más lamentable y paradójico es el por qué de esta "operación". Algunos atacan al Opus Dei no por lo que tiene de corregible, que tiene y bastante, sino por lo que tiene de santo y bueno. ¡El mundo al revés!
Ingeniero, por qué has cambiado la imagen de Gárgamel. Creo que junto a la del Coyote sintetizaba de un modo gráfico la situación, la chapuza de todos los intervinientes en esta gestión.
Dejar un comentario
Últimos comentarios