Obispo auxiliar suizo sobre su único exorcismo: «Su cuerpo se retorcía como en la película 'El Exorcista'»
Interesante entrevista de Jacqueline Straub en kath.ch al obispo auxiliar emérito Martin Gächter, de 82 años que ejerció como exorcista en la diócesis de Basilea. Dice que en 30 años solo tuvo un caso de verdadera posesión, pero que fue «como en las películas». En aquella ocasión estuvo presente el hoy Cardenal Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
No dice nada nuevo, pero me parece relevante lo que cuenta y cómo lo cuenta, porque es un hijo de su tiempo, un escéptico, un «moderno». Incluso da la sensación que le da repelús que le llamen «exorcista», prefiere definir lo que hace como «ministerio de liberación».
Todos esos peros dan mayor autoridad a lo que relata. Quizá a otros escépticos también les sirva. Más allá del morbo tiene algunas observaciones sobre las bendiciones o el agua bendita muy sugerentes.
¿Qué es el ministerio de liberación?
Gächter: El ministerio de liberación tiene que ver con escuchar, tomar las cosas en serio y ayudar. Muchas personas están agobiadas, atribuladas y temerosas. Sin embargo, no todos los que piensan que están poseídos por el diablo lo están. Muy pocos lo están.
¿Cómo saber si alguien está poseído?
Gächter: Un signo de posesión es cuando la persona tiene una gran aversión por Dios, la fe y la Iglesia.
¿Quién puede convertirse en exorcista en la Iglesia Católica?
Gächter: Tiene que ser un sacerdote que tenga una buena comprensión teológica y pastoral. También debe tener muchos conocimientos psicológicos. Debe ser capaz de reconocer las enfermedades mentales: Psicosis, esquizofrenia, delirios de persecución, traumas. Estas deben ser bien tratados psicológicamente.
¿También hay personas poco serias en su línea de trabajo?
Gächter: Sí, los hay. En algunos círculos de la Iglesia existe la opinión de que los psiquiatras no son buenos. Eso no es cierto, por supuesto. El Vaticano dice claramente que los exorcistas deben trabajar junto con los psiquiatras. En el servicio de liberación se reúne un grupo de sacerdotes, teólogos y psicólogos. También intercambiamos información regularmente entre las diócesis.
¿Cuántas veces ha realizado un exorcismo en los últimos 30 años?
Guardián: Solo una vez. Una mujer vino a verme al obispado y me dijo que siempre la tiraban de la cama por la noche. Ella pudo probarlo con una cámara infrarroja. Mientras hablábamos, estábamos en una habitación con fotografías de nuestros obispos anteriores. Le molestaba que todos llevaran una cruz pectoral. Es una señal de lo diabólico cuando la presencia de una cruz no se puede soportar. Fuimos a otra habitación. No había cruz, sino una imagen de la Madre de Dios. Eso fue aún peor para ella. Luego fuimos al parque a seguir hablando. Me di cuenta: ella realmente está poseída.
Entonces, ¿qué hizo?
Gächter: Informé al obispo Kurt Koch y me ordenó que rezara un exorcismo junto con dos vicarios episcopales. Tuvimos 15 sesiones con la mujer. También estuvieron presentes dos psiquiatras en un momento dado. Nos ha confirmado que no tiene epilepsia ni enfermedad mental. Porque tan pronto como comenzamos a rezar, la mujer, por lo demás amable, se tiraba al suelo y se enfurecía hasta que deteníamos la oración de exorcismo. Luego volvió a ser normal y amistosa. No hay un cambio tan rápido en la enfermedad mental. El obispo Kurt Koch estuvo allí una vez.
¿Dónde tuvo lugar el exorcismo?
Gächter: En una habitación del obispado. Pero siempre teníamos que quitar la cruz primero.
¿Qué se reza durante el exorcismo?
Gächter: Empezamos con un Padre Nuestro y un Ave María. También hay un libro de exorcismo publicado por el Vaticano en latín o francés. Algunas oraciones se dirigen directamente al espíritu maligno: «Apártate de la persona». Y hay oraciones dirigidas a Dios: «Protege a la persona del mal».
¿Cómo fue el exorcismo?
Gächter: Un exorcismo no tiene una fórmula fija como el bautismo o la consagración. Solemos rezar libremente durante el exorcismo. La mujer se tiraba inmediatamente al suelo y se enfurecía y maldecía. Su cuerpo se retorcía como en la película «El Exorcista». Su rostro hizo una horrible mueca. Estaba irreconocible. Su voz también era completamente diferente, muy profunda, diabólica y rugiente. Fue terrible. Pero no hablaba en lenguas extranjeras. La bendecimos con la cruz y con agua bendita. Gritó con fuerza: «Eh, eso quema». Era como si el diablo hablara desde ella.
¿No podría haber sido que la mujer estaba mentalmente enferma?
Gächter: Siempre nos preguntamos si estaba enferma. Así que probé algo: Cuando la rocié con agua bendita, el demonio gritó: «¡Quema!». Luego usé agua normal del grifo. No hubo ninguna reacción. Entonces comprendí que el agua bendita es más que un recuerdo del bautismo: hace algo. Ahora entiendo la afirmación de que el diablo teme al agua bendita.
¿No tuvo miedo?
Gächter: No. Los tres nos sentimos protegidos por Dios.
¿Cuánto duró el exorcismo?
Gächter: En nuestro caso, alrededor de una hora. Después, la mujer volvió a mostrarse tranquila y amable y nos dijo que no se había dado cuenta de sus gritos y desvaríos. Sólo había oído voces a distancia. De una sesión a otra sentimos que había menos demonios, porque las maldiciones habían disminuido.
¿Cuándo supo que estaba libre?
Gächter: Rezamos, estaba tumbada en el suelo y desvariando, pero de repente abrió los ojos. Nos preguntó con su suave voz qué íbamos a hacer. Respondimos: «Estamos rezando por ti». Luego tomó la cruz, la abrazó y la besó. Entonces supimos que estaba liberada.
La entrevista continúa, el obispo Gächter cuenta que recibe unas 40 consulta cada año, algunas con problemas psiquiátricos, otras afligidas, pero que sobre ellas hace una «oración de liberación». Y después las lógicas preguntas:
¿Crees en el diablo?
Gächter: No hay que creer en el diablo, se puede detectar.
¿Cómo?
Gächter: No puedes ver al diablo. Es algo espiritual. Es alguien que quiere hacer que los buenos sean malos y los malos atractivos. En la Biblia, se le llama con razón «tentador» o «diabolus», es decir, «pervertidor». Este tipo de distorsiones se pueden ver todos los días, también en los medios de comunicación.
¿Tienes miedo del diablo?
Gächter: No.
¿Crees que los demonios nos pueden infestar?
Gächter: Nadie es inmune a eso. Jesús nos exhorta a permanecer vigilantes y a orar con devoción todos los días en el Padrenuestro «líbranos del mal».
Si Dios es omnipotente, entonces cómo puede existir el diablo.
Gächter: Dios es todopoderoso. Pero también ha dado mucha libertad a todas las criaturas. Según la enseñanza bíblica, los demonios son ángeles caídos. Dios también respeta su libertad.
33 comentarios
A lo mejor es que incluso desconocía que existe.
Supongo que su mayor sorpresa debe haber sido descubrir el poder del sacramento del orden...😶
@Octavio, @Braulio, muchas gracias.
Paz y bien
Jesús en su divina humanidad expulsaba muchos malos espíritus, y si Jesús es el hombre perfecto y hacía exorcismos, los exorcismos no pueden ser malos ni rechazables.
Sin embargo, propiamente hablando eso no es un exorcismo. En un exorcismo un sacerdote con el permiso pertinente, puede no ya solo pedir "a Dios" por la persona y su liberacion sino además imprecar directamente al espíritu inmundo. Es decir, darle órdenes. Tal y como hacía Cristo: "cállate", "sal de él".
Propiamente hablando un exorcismo es esto ultimo. Y nosotros y los curas sin permiso no pueden hacerlo.
De hecho, está prohibido para nosotros rezar oraciones de imprecacion directa al Maligno.
Hay personas que sin mala voluntad, no saben esto. Pero no es nada bueno ni recomendable.
Nosotros no rezamos exorcismos sino que pedimos A Dios por la persona.
Saludos cordiales.
somos tentados, y algunos son usados como títeres contra los demás
a los que Dios les privó de alimento espiritual Santo, éstos, compensan su apetito contra las almas finalmente apresadas después del juicio individual tras nuestra prueba
no es mi intención asustar a nadie
desde los confesores, hasta quienes nos libran de las infestaciones manifiestas
el Señor nos lo mostró con el endemoniado que malvivía en el cementerio de Gerasa, y liberado por misericordia del Buen Defensor
ad sensu contrario, y veras sus intenciones
esta acostumbrado a engañarnos, pero se ofusca y ensaña con los Santos, con los que no puede
que haya mas Santos
y que los pecadores empecemos a hacer el bien, y sepamos reconocer al bueno, como bueno; y al malo, como malo
Por cierto, una pena que haya una cierta moda en muchos obispos de guardar la cruz en el bolsillo de la camisa, porque parece que les incomoda lo que se balancea, o no sé por qué.
También mu relevante esta parte:
"¿Crees en el diablo?
Gächter: No hay que creer en el diablo, se puede detectar.
¿Cómo?
Gächter: No puedes ver al diablo. Es algo espiritual. Es alguien que quiere hacer que los buenos sean malos y los malos atractivos. En la Biblia, se le llama con razón «tentador» o «diabolus», es decir, «pervertidor». Este tipo de distorsiones se pueden ver todos los días, también en los medios de comunicación."
Es una pena que en la traducción del Padrenuestro decimos "y libranos del mal", en vez de decir "y libranos del Maligno".
Leyendo un comentario de Manoletina sobre el riesgo que supone dedicarse como "aficionado" a imprecar al demonio y pretender exorcizarlo sin el permiso expreso de la Autoridad del Obispo, me vino a la memoria la siguiente cita de los Hechos de los Apóstoles, cap. 19. Copio y pego:
"13 Había allí entonces (en Éfeso) unos exorcistas itinerantes judíos que también se servían del nombre de Jesús, el Señor, en sus exorcismos sobre los poseídos de espíritus malignos. La fórmula que utilizaban era esta: “¡Os conjuro por Jesús, a quien Pablo anuncia!”. 14 Los que así actuaban eran siete hijos de un judío llamado Esceva, jefe de los sacerdotes. 15 Pero el espíritu maligno les respondió:
— Conozco a Jesús y sé quién es Pablo. Pero ¿quiénes sois vosotros?
16 De pronto, el poseso se abalanzó sobre ellos y, dominándolos a todos, los maltrató con tal violencia que tuvieron que huir de aquella casa desnudos y maltrechos. 17 Esto se supo en todos los barrios de Éfeso, tanto por parte de judíos como de no judíos, con lo que el temor se apoderó de todos, aumentando sobremanera el prestigio de Jesús, el Señor. 18 Muchos de los nuevos creyentes no dudaron en reconocer públicamente sus anteriores prácticas supersticiosas. 19 Y un buen número de personas que se habían dedicado a la magia recogieron sus libros y los quemaron a la vista de todos. Un cálculo aproximado del valor de aquellos libros arrojó la cifra de cincuenta mil monedas de plata. 20 Tal era la fuerza arrolladora con que se extendía e imponía el mensaje del Señor."
"... Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no anda con nosotros".
Jesús respondió: "No se lo impidáis: el que no está contra vosotros, está a favor vuestro".
Esto plantea la pregunta sobre quién puede ejercer esa actividad, y qué condiciones requiere para ello, cuando no se es exorcista, ni sacerdote, pero "No está contra vosotros".
y Mariano
+Que los sacramentos de la Iglesia son siete fue enseñado antes que en Trento (1547):
+En II Concilio de Lyon, 14 Ecuménico (1274)
+En el Concilio de Florencia, 17 Ecuménico (1439).
"Feri del Carpio Marek y Mariano
+Que los sacramentos de la Iglesia son siete fue enseñado antes que en Trento (1547):
+En II Concilio de Lyon, 14 Ecuménico (1274)
+En el Concilio de Florencia, 17 Ecuménico (1439)."
Y la 'praxis' de la Iglesia desde los Apóstoles (con referencias bíblicas) incluye los siete sacramentos. Es decir, no es una 'invención medieval', como suelen acusar protestantes y ateos.
Es una cuestión de preparación, sabiduría, discernimiento, inteligencia, prudencia, etc.
Por eso la Iglesia lo tiene reservado para personas preparadas.
De hecho, ha pasado muchas veces, que gente, curas incluidos, se han metido a hacer lo que no podían y la han liado mucho. Generado situaciones con estos temas que se deberian haber evitado.
Al pare Pio le pegaba palizas, y al santo cura de Ars también le atacaba por las noches.
Yo he tenido más de un sueño con el diablo, en uno de ellos le estaba atacando a una persona querida, en el sueño yo cogi un cubo de agua bendita y se lo tire, pero el demonio solo retrocedio. Cuando me desperte me acorde que el evangelio dice que algunos demonios para ser expulsados, necesitan de oracion y mortificación. Decidi ofrecer por esa persona un trabajo dificil que tenia que hacer, fué horrible lo mal que lo pase, el trabajo no salia, se estropeaba todo el rato, lo volvia a repetir y siempre se estropeaba, cuando ya estaba a punto de dejarlo, salió bien.
No le habia dicho nada a la persona de mi sueño, pero al de poco tuve mi recompensa, un dia me comentó no sabes lo mal que lo he pasado, estaba como encerrada en una situación de la que no podia salir...
Responde Gächter que "Tiene que ser un sacerdote que tenga una buena comprensión teológica y pastoral. También debe tener muchos conocimientos psicológicos..."
Parece que está definiendo, como se dice ahora, un "perfil" del exorcista puramente humano, se diría incluso que mundano, con total ausencia a las necesarias potencias espirituales. De esta forma, no hay la más mínima referencia a la que, seguramente, es la "habilidad" más necesaria en un exorcista: la virtud. O mejor dicho, las virtudes. De hecho, durante siglos se buscaba para este menester, sacerdotes de probada virtud, incluso con fama de santidad. Y no es para menos, al fin y al cabo, un exorcismo es una autentica batalla entre dos formidables potencias, entre el bien y el mal, entre Dios y el demonio. Y aquí no es el sacerdote el que expulsa al demonio, el que lo sujeta, el que lo domina, porque sencillamente no tiene poder para ello. Es Dios, por medio de "su" sacerdote, el que "ordena" al maligno hasta su completa derrota. Por eso el exorcista debe ser, sobre todo, un sacerdote virtuoso; lo que aquí significa que tenga "...una disposición habitual y firme a hacer el bien" (Catecismo, n. 1803).
Con acendradas virtudes, el exorcista se dispone a la batalla con las armas de la FE, por la que el sacerdote "...se confía libre y totalmente a Dios... (Const. Dei Verbum, n. 5); de la ESPERANZA, por la que, confiando en la promesa de la Salvación, se apoya no en sus propias fuerzas, "...sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo" (Cat. 1817); y de la CARIDAD, amando a Dios sobre todas las cosas y al prójimo.
Con estas armas -sobrenaturales- se garantiza "...la presencia y la acción del Espíritu Santo en las facultades del ser humano" (Cat. 1813), facultades que, de otro modo, serían completamente inútiles ante el maligno.
Sacerdotes exorcistas de la Iglesia católica con muchos años de experiencia y miles de exorcismos realizados han afirmado que, la verdadera posesión satánica se produce en muy pocos casos, tanto es así que se podrían contar con los dedos de una mano.
Existen tres evidencias que demuestran una auténtica posesión satánica:
1ª. Responder y expresarse en cualquier idioma o dialecto que es preguntado el poseso, en conversaciones largas y temas complicados, idiomas y dialectos que conoce y sabe mejor que su interlocutor.
2ª. Realizar giros de cabeza de 360 grados.
3ª. Elevarse del suelo a unos metros en cualquier posición y desplazarse 10, 20 o 30 metros o más. O caminar tranquilamente por las paredes y techos mejor que las salamanquesas.
Y esto no es broma pero lo parece. Contaba un sacerdote jesuita que fue testigo de los paseos por paredes, columnas y techos de una joven francesa, que lo que más le impresionó, es que cuando la joven caminaba por el techo cabeza abajo, no se la caía ni su larga melena ni su larga falda…
Así pues, todo lo demás, eso de poner caras raras, gritos aterradores, soltar tacos y blasfemias, fuerza y locura desatada: es teatro, teatro del bueno o del malo según el artista y su actuación:
EL PACTO CON EL “PADRE DE LA MENTIRA”: CONMOCIÓN, SANGRE Y MUERTE A CAMBIO DE PODER
Ángel Manuel González Fernández, sábado 9 de julio del 2022.
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