Feliz 2013: preciosa foto de niño agarrando al médico en una cesárea
En Phoenix, USA. Nevaeh (Heaven, cielo al revés) nació por cesárea. Su madre es fotógrafo profesional, tenía el equipo fuera.
En un momento dado el médico en plena operación exclama:
– ¡Ey!, está agarrando mi dedo.
El padre salió corriendo de allí, agarró el equipo y fotografió nervioso. Temía perderse el momento.
La imagen se ha convertido en un fenómeno viral en las redes sociales. No se me ocurría mejor manera de recomenzar el año en el blog que compartirla: Feliz Año 2013, un año apasionante. Todo muy simbólico.
Por desgracia habrá muchos Nevaeh que no tendrán ese tipo de padres, por suerte habrá muchos Nevaeh que gracias a una foto que no era suya podrán contarlo. Ahí estaremos.
11 comentarios
Juanjo
Estimado Antonio, Feliz Año. Seguro que puede expresar su indignación en otros términos. Muchas gracias.
Juanjo
Estimado Jesús, tú no das para más, ya lo has demostrado numerosas veces.
Preciosísima foto. Oremos para que esa manita encuentre siempre padres, médicos y legisladores para agarrarla. Con ternura y piedad. A veces, abrazando la bendita Cruz de Cristo al abrazar a ese hijo. Es la mano del Señor: "cuanto hicísteis a uno de estos mis pequeños, a Mí me lo hicísteis". Él nos ama siempre más.
-Como saludo para la entrada de un años nuevo, la foto:
-Delicada y deliciosa, sí señor.
-Por lo demás; mi mejor deseo para todos: Que Dios nos ayude y proteja allí dónde y cómo nadie otro nos puede ayudar.
Preciosa foto, desde luego. Imposible haber elegido mejor felicitación navideña. Cuando damos vida, la vida acude a nuestro encuentro; nos coge literalmente de la mano...
!Felicidades! y gracias por ahorrarnos un nuevo comentario del tal ´jesús
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busquen en google,,, reflejo cerrar mano recien nacido
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Reflejo de prensión en el bebé
El reflejo de prensión se utiliza para comprobar la intensidad con la que agarra un objeto, la simetría de los brazos y la persistencia de la prensión en el bebé. Al tocarle en la palma de la mano con un objeto cualquiera, el bebé cierra los dedos, como para cogerlo. Este reflejo es tan fuerte que, si le ponemos en cada mano uno de nuestros dedos índice, se aferra a ellos tan fuerte que casi se le puede levantar en vilo.
Kewois
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