Los anglicanos tradicionalistas deciden seguir siendo anglicanos, declinan la invitación de Roma
No es la noticia me gustaría haber comentado. Y más aún por el aprecio, en aumento, que le tengo al hasta ahora Primado de la Traditional Anglican Communion (TAC): John Hepworht.
En 2010, la mayor agrupación de anglicanos disidentes con la suicida deriva del anglicanismo, la TAC, capitaneados por Hepworth acogía favorablemente la amorosa propuesta de Roma con la Anglicanorum Coetibus. Y pedía oraciones para el periodo de reflexión que se iniciaba y que previsiblemente llevaría a «la vuelta a casa» a miles de anglicanos –400.000– de América del Norte, Irlanda, el sur de África, Australia, India y Japón. La Constitución Apostólica parecía publicada para ellos.
El primero de marzo de 2012, una reunión extraordinaria cerca de Johannesburgo, terminaba la aventura que iniciaron hace cinco años: «la TAC permanecerá plenamente anglicana». Entonces pidieron a Roma, en una reunión en Porstmouth ser recibidos en plena comunión en la Iglesia Católica., una «unión plena, corporativa y sacramental». La situación anómala de Hepworht, no sería problema, renunciaría a su condición.
Las peticiones de oración estaban justificadas. En diciembre de 2011 el Primado anunciaba que, primero en Pentecostés, y luego adelantado a Pascua, presentaría su renuncia como «cabeza» de la TAC. Eran sus últimos denuedos para llevar a buen fin, detectaba «considerable disenso interno» y «profundas diferencias doctrinales y morales que han ido creciendo entre nosotros». Llegó a acusar al obispo anglicano Marsh de pertenecer a una logia masónica profundamente anticatólica.
Los prelados anglicanos reunidos en Johannesburgo también han precipitado su fin, le sucederá el arzobispo anglicano de la Indica Samuel Prakash. Hepworth seguirá, previsiblemente, como jefe del grupo australiano.
¿Siguientes pasos? No lo sé. Es muy probable que la TAC se escinda y una parte vuelva a Roma, hay muchos indicios que apuntan en esa dirección, por ejemplo, la no presencia de varios prelados en la reunión de Johannesburgo (estuvieron 12 de los 20 obispos). En cualquier caso, como pedían en 2010, seguiré rezando. Yo si fuese el Demonio también me habría empeñado en dinamitar la cosa.
28 comentarios
No es buena noticia que la TAC, oficialmente la rama "católica" de la comunión anglicana, decline el ofrecimiento papal. Incluso aunque haya una escisión y algunos obispos acaben recalando en el ordinariato. De hecho, pone en peligro el propio ordinariato anglicano. Muchos conversos del anglicanismo lo hicieron a través del tiempo integrándose simplemente en la Iglesia católica en cada una de sus diócesis (desde Newman a Chesterton), y muchos católicos anglófilos piensan que así debe seguir siendo.
Tu que estás al día de este tema, Juanjo, podrías decirme si, más allá de la conservación de un rito particular y unas formas externas propias, tiene sentido crear una institución particular para los provenientes del anglicanismo (salvo que sea para que puedan conservar sus estructuras eclesiales).
Aunque Roma desconfía bastante, al perecer, de la escasa formación seminarística de sus sacerdotes, hay varios en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra que se están preparando para la ordenación y todos los obispos de Australia, Puerto Rico y Japón siguen con la intención de unirse a Roma.
Que yo cuente, siguen queriendo aplicar la Anglicanorum Coetibus, dos obispos de USA, dos de Canadá, el de Puerto Rico, el de Japón y los dos de Australia. A eso hay que añadir dos o tres jubilados en Estados Unidos y uno también jubilado, y con fecha de ordenación ya fijada, en Inglaterra. Lo que no sé es qué ha pasado con el del Estrecho de Torres y el de Sudamérica, que parecían decididos y ahora no sé en qué situación están.
Hermenegildo, no están todavía claras del todo (o lo están pero no son públicas). Algunos están ahora reiterpretando la historia. Pero seguiré la noticia.
Germán, a Hepworth le acusan de haber ido demasiado rápido. Yo no lo creo. Fue prudente, y el correo que decidieron escribir en la reunión de Porstmouth fue clara. Claro que intervienen las pasiones humanas, incluidas las del australiano.
Pero quizá la pregunta más interesante es ¿por qué? Se rompe con una centenaria tradición de no admitir "conversiones en masa" (que no es así, y no puede ser así, pero para entendernos). Da sensación de querer salvar lo salvable de todo lo bueno que hay por ahí, toque de rebato para una gran batalla. Quizá algún día escriba la teoría que tengo al respecto (antes de que se cumpla, claro).
Esto sirve de ejemplo claro de lo malo que es romper la unidad de la Iglesia. Conforme pasa el tiempo, la comunidad separada afirma su personalidad (y obtiene también mayor unidad interna) a base de remarcar las diferencias con la Madre Iglesia. Cuanto más pasa el tiempo, más difícil es la reunificación en bloque, y más sencillo las conversiones personales o familiares.
De todas formas, ya sabes que a mí la comunión que me parece más ilusionante y prometedora (y eso que también es difícil de narices) es con los ortodoxos, al menos con los constantinopolitanos. Con ellos sí puede jugar un papel importante el efecto "unidos todos contra el enemigo (agnosticismo postmoderno) común".
Un saludo
De los ortodoxos, a mi también me hace ilusión, pero hay un inconveniente muy grande, y no es de tipo doctrinal, es de tipo moral: el divorcio que plantearía una situación verdaderamente complicada a efectos prácticos.
Contra ésto, lo único que se puede es rezar y tratar de que haya, al menos, coexistencia pacífica... Ahora, que se lo diga alguien a D. César Vidal.
Por cierto el anglican affair se veía venir, en U.K. no hay un anglicanismo sino tres: high, broad, low chuch, que se corresponden con tres iglesias diferentes, no son congregaciones, no son agrupaciones, no son movimientos, no son clubs, son churchs (iglesias). Por tanto hablar de anglicanismo es de brocha gorda, hay que matizar y perfilar.
Que la CAT, desgajada de obediencia a la Iglesia de Inglaterra, tenga son fracciones no es de extrañar, va de suyo en el anglicanismo.
Y, no, no veo peligrar, por referencia de gente británica el buen fin del Ordinariato como institución de incardinación, está, el británico, bajo el manto de Our Lady of Walshingham y el americano se llama Cátedra de S. Pedro, o sea que tranquilos, están en muy buenas manos, de la tierra y del cielo.
http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=9480
Yo lo veo así Juanjo, porque eso es lo que son. No quieren dejar de chapotear en el vómito de su pecado a pesar de tener todas las manos tendidas desde la Iglesia de Jesucristo.
Leyendo los comentarios, parece que en el fondo ha habido mucha contestación entre los fieles y clero bajo. Es interesante este comentario del último enlace:
«This is all interesting given most if not all of the TAC bishops signed the Catechism of the Catholic Church initially (I recall they did but my memory isn't what it used to be and it's difficult to follow the Continuing movement). I wonder if they had read it first? But in terms of ecclesiology this shouldn't surprise. Where is the incarnational authority in Protestantism when the episcopacy is seen essentially as functionalist and localized? Rome has its work cut out for them when they can't even negotiate with a bona fide representative with actual authority. I suspect Rome has this problem also with Eastern Orthodoxy.»
Norberto: será de brocha gorda, pero es lo que hay, porque lo importante de la Iglesia anglicana es que sus obispos se comporten con educación y sepan manejar bien los cubiertos.
En realidad se trataría de conversiones individuales con la particularidad de que se les permite (a posteriori) conservar aquello de la tradición anglicana que no se opone al Magisterio católico, sin someterlos a la disciplina de la Iglesia latina (ordinarios).
En realidad, como por algún lado decía el entonces cardenal Ratzinger, se trata de recuperar venerables tradiciones pre-tridentinas (como el rito de Sarum o el de Walsingham) que serían un verdadero bien para la Iglesia.
En cuanto a la TAC, debemos recordar que hace ya bastante tiempo que sus miembros no pertenecen oficialmente a la Comunión Anglicana, por lo que no debemos confundirlos con ellos, ni siquiera los sectores anglocatólicos que sí responden al primado del arzobispo de Canterbury (aunque más no sea en forma teórica)... aunque, en varios casos (y creo que aquí está la clave de todo este asunto), siguen conservando edificios, rentas y beneficios temporales.
No lo puedo afirmar con seguridad, pero por muchos comentarios que leí y por lo que se puede deducir de ciertas noticias, el tema legal-económico podría ser el factor clave que está haciendo más lentos los frutos de "Anglicanorum Coetibus"... y no siempre ni exclusivamente por culpa anglicana (si recordamos la reunión de los representantes de la Conf. Episcopal de Inglaterra y Gales con otros de la Conf. de Lambeth, donde éstos se ofrecían a ayudar económicamente en la transición, mientras que los primeros querían ser ellos quienes manejaran los dineros).
No es exacto, disciplina toda, administración y gestión por parte del Ordinariato.
Sobre la Anglo Lutheran Catholic Church, se le ha denegado la entrada en el ordinariato americano, por lo que tendrá que empezar de nuevo desde cero, sin perspectivas reales de poder entrar como grupo. Una lástima, porque su ejemplo podría haber movido a más luteranos.
Y no se trata de recuperar las tradiciones pretridentinas sino admitir en la Iglesia aquellas tradiciones anglicanasa compatibles con la fe católica. Ya se está elaborando un misal en Roma a iniciativa del ordinariato anglicano. A paso de tortuga, pero se está haciendo.
Pero el ordinariato no es sólo administración y gestión, de hecho, del texto de su creación se desprende una gran libertad respecto a los ordinarios (obispos diocesanos o vicarios apostólicos), aunque supongo que varios temas "grises" deberán ir aclarándose con el tiempo.
Los dirigentes high church son una cosa, en general, y los demás son otra, no hay mas que ver lo que hacen y qué camino llevan los episcopalianos.
http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=4564, como a la mitad de los comentarios.
Además los ortodoxos admiten un divorcio como legal.
vida.
Octavio Castrillón A.
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