28.12.22

Las comparaciones son tremendamente clarificadoras

Ya sabemos eso de que las comparaciones son odiosas. Pues depende cuáles, porque comparar siempre ha sido una forma elemental de exigir justicia. 

Desde que somos niños invocamos las comparaciones como forma elemental de reivindicar una justicia que sea igual para todos, vieja aspiración humana: por qué mi hermana puede hacer tal y yo no, por qué Fulanito tiene permiso para esto y a mí se me niega. Ni les cuento en las parroquias: a Fulanita la han bautizado al niño cuando ha querido y a mí me obligan a hacerlo en un bautizo comunitario, o por qué Vanessa ha podido hacer la comunión en tercero y mi niño nada hasta que esté en cuarto. Son argumentos de bastante peso y difícilmente rebatibles.

En pocos días han salido a la prensa los desgraciados y escabrosos casos de dos sacerdotes católicos: el P. Roberto Juan Yannuzzi, fundador del Instituto Miles Christi, y el P. Marko Ivan Rupnik, de la Compañía de Jesús. Los cargos son prácticamente los mismos en los dos casos: “culpable de los delitos contra el sexto mandamiento con adultos, de absolución del cómplice y de abuso de autoridad”. 

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27.12.22

La pastorela de Braojos es mucho más que cante y baile

Las formas externas de celebrar la fe, muchas de ellas con una tradición de siglos y hasta declaradas en ocasiones “de interés turístico", corren el gravísimo riesgo de adquirir personalidad propia y cambiar las tornas de tal manera que, por ejemplo en el caso de nuestra pastorela, pasemos de una misa de Navidad en la que se canta y se baila la pastorela, que es lo que es, a cantar y bailar la pastorela y que la misa sea un añadido necesario. No es lo mismo. Una cosa es misa con pastorela y otra bien diferente pastorela con misa. 

Los días que en Braojos se canta y baila la pastorela, actualmente misa del gallo y misas de Navidad y Epifanía, acude mucha gente motivada por la “fama” y la publicidad que a veces la prensa hace de lo que llaman “costumbres curiosas o ancestrales de la Navidad". Estamos cerca, pues vamos a Braojos a ver qué es eso. Problema y responsabiliad del señor cura es que sea lo que tiene que ser.

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24.12.22

La misa del avecrem

En mis tiempos de cura de Guadalix y Navalafuente celebraba la misa del gallo, a las doce de la noche, en Guadalix -el don de la bilocación sigo sin tenerlo, y miren que lo intento- y otra misa, a las 19 h. creo que era, en Navalafuente, a la que un servidor se refería jocosamente como “misa del pollito".

En los últimos años se está generalizando, a mi modo de ver muy tristemente, la supresión de la misa del gallo a las doce de la noche para anunciar pomposamente que sí, que sigue habiendo misa del gallo pero adelantada en horario normal de víspera. La razón que se esgrime es que resulta un horario más cómodo para la gente (y para el cura, que eso lo añado yo) y que acuden muchos más fieles. 

Lo siento, pero no me convence nunguno de los dos argumentos. 

Me causa una enorme tristeza la pérdida de nuestras tradiciones y nuestras señas de identidad. Lo católico se hace presente en medio de nuestra sociedad también en estos momentos de fe, cuando las familias salen de casa después de cenar para incorporarse a la noche mágica en la que, en medio de la oscuridad, los fieles se unen al coro de los ángeles para cantar gloria a Dios. 

Optar por la comodidad es una cesión más al espíritu de este mundo que ha desterrado la palabra sacrificio del lenguaje y de la vida. Es muy cómodo para la gente, que ya no tiene que salir tarde de casa y comodísimo para el señor cura que se puede ir tranquilo a cenar con su familia sin tener que preocuparse de regresar para la misa del gallo. 

Por encima de la comodidad yo colocaría otras cosas como la magia de la noche, la tradición católica, el testimonio de fe que supone ver a las familias a esas horas encaminándose a un templo que luce sus mejores galas.

Ya sabemos que cada vez viene menos gente. Nos creemos que basta cambiar la hora para que todo se recupere. Pobres de nosotros. Vienen menos porque se pierde el espíritu de fe, se pierde la religiosidad, se pierde la tradición. Podemos maquillar datos unos años, pero nada más. En vez de a las doce de la noche, a las siete de la tarde y con los niños haciendo el belén viviente. Viene gente. Sí. ¿Y?

Una buena amiga me cuenta que en su pueblo la misa del gallo es a las cinco de la tarde, como si fuera un festival taurino: “A las cinco de la tarde. Eran las cinco en punto de la tarde". Ni del gallo, me dice ella, como mucho del avecrem.

Por lo menos seamos honrados. La tradicional misa del gallo se ha celebrado siempre, en España al menos, a las doce de la noche. Hay otras misas previstas para ese día: víspera, media noche, aurora y misa del día. Pero aquí entramos en otra historia, y es el castástrófico “y qué más da", así que en la parroquia de Tal, la misa del gallo será a las cinco de la tarde. Vale. O mejor ya por la mañana y el cura se va a pasar el día con la familia. A ver por qué no va a poder celebrar la misa del gallo por la mañana. Claro, o en agosto coincidiendo con las fiestas patronales. Todavía mucha más gente.

Esta noche, en Braojos, a las doce de la noche, misa del gallo. Como siempre. Y cantando y bailando la pastorela. Como siempre. Somos así. 

Con el canto y el baile de la pastorela, que tiene su origen el el siglo XV, a todos deseo una muy feliz Navidad. 

22.12.22

Soledades y soledades

María lleva años en una residencia. Vivía sola y a partir de aquella maldita rotura de cadera se hizo imposible continuar en su casita de toda la vida. Lo comprende: “no tengo familia, era hija única, me debe quedar algún primo lejano tan mayor como yo. Contenta de poder estar aqui bien atendida".

En la misma residencia está Juan. También solo: “cuando murió mi mujer los chicos me trajeron aquí para que estuviera mejor atendido. Hace tiempo que no los veo, ni a los hijos ni a los nietos. ¿Sabe? Es que trabajan mucho y no tienen tiempo, pero son buenos.”

Rufina sigue en su casita, en el pueblo. Soltera, sola. Algún hermano le vive y tiene varios sobrinos: “me quieren mucho, de hecho a unos cuantos sobrinos los crié yo, porque sus padres trabajaban". ¿Y vienen por aquí? “No tienen tiempo, ya sabe cómo son los jóvenes, siempre tienen muchas cosas que hacer. Alguno me llama para mi santo".

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19.12.22

Lo que no interesa no interesa. Ni a los suyos

Y dentro de lo que no interesa mucho me temo que no queda más remedio que colocar la figura del papa Francisco. Yo no digo si es buen pastor o malo, que cada cual tendrá su versión. Tampoco me meto si las pretendidas reformas son un acierto o dejan de serlo o si mejor hubiera ido nombrando otros cardenales. Son cuestiones del todo opinables y nada hay que decir. Dicho esto, sí hay datos objetivos que uno está en su derecho de comentar. 

Dato uno. Me pueden maquillar las fotos, buscar encuadres, hacer virguerías con las retransmisiones y dar audiencia a todo bicho viviente, con perdón por lo de bicho, que aquí hay mucha gente susceptible, excepto a gente como los cardenales Burke o Zen. Hay que reconocer que los técnicos de imagen se están ganado el sueldo. El asunto es que no hay forma de tapar el sol con un dedo y hoy, encima, cualquiera tiene una cámara y sube fotos a las redes sociales. El caso es que a las audiencias y celebraciones del santo padre cada vez acude menos gente. 

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