El pueblo de Dios no puede aguantar tanto escándalo
Te cansas y la gente también. Mejor dicho, se mueve entre el cansancio y el pasotismo, porque hay que reconocer que aquí vamos de susto en susto, de disparate en disparate y de ocurrencia en ocurrencia sin que nadie tenga cosa alguna que aportar.
Lo de las bendiciones a parejas homosexuales que conviven y mantienen relaciones es un machaque continuo. Recuerdo el entusiasmo que ponía en el asunto Jean-Claude Hollerich, cardenal arzobispo de Luxemburgo, presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea y relator del sínodo, que en una entrevista nada menos que en L’Osservatore Romano se mostraba claramente favorable.